Al huir de la ley (spartor) *TERMINADA*

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Narra Sparta

La vida da tantas vueltas que parece imposible empezar con algo y terminar en lo que menos esperabas, lo que pasó en mi caso.

Soy Andrés, o mas conocido como el Señor X . Actualmente soy el delincuente mas buscado de toda la ciudad.
La pregunta que más me hago actualmente es ¿cómo habré llegado hasta este punto?

Empezaré con lo más importante y relevante de mi vida anterior y la actual.

Desde que nací me sentí un estorbo para mi familia, en especial para mi padre; ya que era uno de los mejores empresarios del mundo, y mi madre fue modelo desde los 16 años. Lo sé, parece una bonita historia. Pero de lo mas dulce se puede volver algo amargo y desagradable...

Empecé a ir a una escuela normal pero muy muy costosa con maestros muy estrictos.
Las clases de alguien normal no eran nada comparadas a las que me daban en tercero de básica. Ya nos daban material de alguien de secundaria, y tenías que ser perfecto con todo lo que hicieras.

Pero un día todo cambió, mi padre había hecho un contrato con una asociación de delincuentes.
Pues mi padre fue un imbécil a confiar en ellos. Un día, mientras toda mi familia y yo estábamos dirigiéndonos a unas vacaciones familiares, dos tipos se acercaron a mi madre y a mi padre. Lo único que recuerdo era un disparo y la cabeza de mi padre cayendo al volante.

Yo y mi hermana nos quedamos paralizados, conmocionados por todo lo que habíamos presenciado. No sabíamos mucho de lo que pasó a esa edad corta, pero dejó en nosotros un trauma.

Uno de los hombres se acercó a mi hermana y con un arma de color plata apuntó hacia ella.
Estaba a punto de apretar el gatillo y acabar con la corta vida de mi hermana menor, pero su teléfono sonó y bajó el arma hasta su cinturon. Era una llamada, que al parecer, era de su jefe.
Le dijo que nos llevara con vida y sin lastimarnos.

Nos miró y solo se volteó hacia mi padre, lo cargó y lo dejó en la cajuela del auto. Hicieron igual con mi madre, cambiamos el rumbo sin hablar una sola palabra.

Llegamos hasta un lago y los dos tipos tiraron los cadáveres al lago, que para su conveniencia era muy profundo y oscuro.
Nunca los encontrarán ahí.

Más allá habían varias camionetas de colores negro y verde. Nos bajaron del auto de manera insistente pero no violenta, subimos a la camioneta y partió hacia el muelle cercano. Con varios botes apunto de zarpar.

Escuchamos las sirenas de la policía a lo lejos, pero ya era muy tarde, los barcos era rápidos y pronto nos alejamos demaciado de la costa.
Era un barco blindado, que por la misma razón no sabía a dónde íbamos, solo podía consolarme a mi y a mi hermana, cuál se encontraba con la mirada en el piso y con los ojos abiertos como platos.

Horas en un bote era los único que recuerdo desde ese punto, hasta que un gran frenón nos sacó de ese trance tan justificado.

Nos escoltaron hasta un par de celdas o habitaciones que era de dos literas, dos armarios y dos escritorios.
Nos dejaron una parada de ropa a medida de un color verde turquesa y negro.

Al principio nos trataban bien hasta entrar en confianza con nosotros y sacar información sobre nuestro padre. Lo cuál no sabíamos mucha información vital y útil para ellos.
Nos habían preguntado también por nuestros intereses y de las cosas que teníamos de especiales en casa. Era por una razón descabellada, traerlo para nos sintiéramos en casa o al menos cómodos.

Funcionó en gran mayoría.

Ganaron nuestra confianza de una manera rápida y efectiva. No dimos tanta pelea por ser pequeños. Tendríamos 5-6 años los dos, no era mucho la diferencia con mi hermana.
Nos criamos con sus ideologías y sus filosofías, costumbres y pensamientos.
Nos dieron un entrenamiento físico desde que cumplimos 8 años y leyes desde que tenemos 10.

Lograron convencer nuestra lealtad y pensamiento con trucos sucios, para persuadir y guiar nuestra inocencia y joven mente a sus planes.
Empezamos a entender que hacen ellos y para nosotros empezó a hacerse normal y correcto, además de emocionante, con mucha adrenalina en el proceso.

Había un programa de entrenamiento voluntario para ampliar sus robos y ganancias, estafas y tratos internacionales.
Logré graduarme y a mi hermana no le falta mucho. Mi pensamiento vagaba en la idea de la adrenalina corriendo por mis venas y las herramientas que usaría para cada robo.
Pronto me darían mis misiones y al fin salir de la isla y sus instalaciones, para ir a un mundo más grande y con problemas reales.

Continuara...

La estoy reescribiendo gente.