Labrys era un diamante en bruto que solo alguien como Caitlyn pudo darse cuenta, había conocido gente que mandaban sus peores "creaciones" a este colegio, creyendo que era el lugar indicado para esas personas que no tenían futuro en nada pero mas equivocados no podían estar, ella como Presidenta de la clase y visto por muchos como la mayor estratega qué puede tener Labrys, al final era la única que había traído victorias consecutivas para un lugar donde nadie tenía fe, esto solo demostraba el gran general que puede llegar a ser.
Había terminado todos sus tareas escolares en corto tiempo, los favores por parte de sus profesora fueron concluidos y ahora solo le faltaba los de la Presidencia, para que todo fuera perfecto siempre había que hacer sacrificios y en este caso era su propia energía, tiene el poder para hacer que otros hagan su trabajo pero nunca sería igual de buenos por lo que simplemente Caitlyn si o si debía hacerlo aun cuando en ese precisó momento solo quería irse para darse un buen baño mientras disfrutaba de un flan, pero no cualquiera, uno creado solo para ella y sus gustos exclusivos, una fantasía que de forma abrupta es rota por el fuerte sonido de la puerta siendo casi destrozado al chocar con su propio límite, era claro que no necesitaba ver quién era para descubrir quien fue.
— Leona ¿Podrías dejar de entrar así? — Caitlyn puso su mano en el puente de su nariz tratando de tranquilizarse sin descuidar su deber en ningún momento, solo quería evitarse más peso de forma innecesaria pero la persona enfrente suyo era algo complicado, aun asi algo llamo su atención, un olor dulce y conocido.
— Oh, lo lamento Caitlyn pero te estuve buscando por varios lugares. — Con su característica sonrisa radiante, Leona se acercaba sin una pizca de miedo a la Presidenta, irritando esta ultima.
— Claro, como si no fuera obvio que siempre estoy aquí haciendo el trabajo que ni el directo puede llegar hacer bien. — Una risa suave escapo de los labios de la joven vanguardia al escucharla decir eso parecía mas relajada de lo norma, claro que la presidenta no podía reaccionar bien a una especie de burla hacia ella. — No te rías Leona, ahora que quieres, no soporto ver por tanto tiempo a una inútil qué no se esfueza en mejorar.
— Auch, crueles palabras como siempre Caitlyn, lo bueno es que no me importa lo puedes llegar a decirme. — Sin delicadeza Leona deja caer una gran cantidad de hojas, todas llenas de palabras desde el principio hasta el final de cada hoja, era mas trabajo que Caitlyn quería ignorar.
— No entiendo como es posible que incluso los profesores sean solo parásitos en busca de una vida fácil. — No le molestaba el tener que trabajar de más, igual desde muy joven siempre fue responsable pero esto claramente era aprovecharse de su "buena" voluntad por tratar de mostrar lo grandiosa que era para la Academia.
— Jajaja sabes como es el profesor Gragas, siempre que pueda te dara todo su trabajo por que puedes hacerlo rápido, técnicamente eres una secretaria para los profesores. — Con una mirada algo seria Leona veía atenta a Caitlyn mientras que esta con rapidez leía los papeles traídos por la joven vanguardia, el ambiente era tenso con el transcurso de los minutos el sonido de las hojas al fin se detuvo haciendo que la mirada de ambas chicas se encontraran, una mostrando alegría y la otra inconformidad.
Todos en la academia eran conscientes de algo, Caitlyn podía llegar a dar mas miedo que el director, tomando casi el control total de los estudiantes, no había muchas personas que quisieran enfrentarse a ella, solo unos idiotas o los nuevos en el colegio pero en cuanto a hacerle caso, podían ser contados solo con una mano los qué nunca han mostrado respeto de forma sincera a ella como era Yone y Leona, ambos solo aceptarían sus palabras por razones mayores pero no por intimidación ni respeto, algo que simplemente no estaba en sus planes, siendo peones que nunca sabría controlarlos al 100% y que siempre terminarían burlándose de ella, tal y como esta haciendo ahora Leona, que sin cuidado tomó un pañuelo blanco que hay en el escritorio para poder limpiarse la mano que sin el permiso de Cait, algo curioso era como este pañuelo se pegaba un poco a su mano.
— Siempre es divertido verte de ese humor, presidenta. — Con una rápida reacción, Leona esquiva una bala cargada de Caitlyn dirigida a su cabeza, riéndose algo alto, al final entre Yone y Leona, la que debía pasar mas tiempo con Caitlyn era Leona.
— No estoy para juegos Leona, retírate antes de que la siguiente bala sea en tu corazón. — Era un fastidio escuchar a Leona referirse a ella como Presidenta, todos lo hacen con miedo o respeto pero Leona no, ella era peor por el simple hecho de tenerla que ver todos los días.
— Me encantaría eso Presidenta pero le recuerdo que sin mi la Academia perderá uno de sus mas fuerte pilares, no creo que eso este en tus planes. — Sin el consentimiento de Caitlyn, Leona acaricia con suavidad la cabeza de la presidenta en busca de fastidiarla un poco más o al menos eso siempre a pensado Caitlyn, aún así el acercamiento volvió mostrarle aquel tierno aroma que tanto conocía.
— Deja de molestar y vete, debo terminar esto, retírate en este instante y deja de tocarme. — La fuerza con la que golpea Caitlyn a Leona era notable, provocando que la última tuviera que sacudirse la mano caminando lentamente hacia la salida.
— Bueno en eso tienes razón Caitlyn jaja aunque nunca está demás darte un regalo por su gran trabajo. — Si bien había un tono de sarcasmo en la peli azul no mentía pues al abrir la puerta ambas encontraron a una joven rubia, estudiante de primer año esperando con un pequeño plato en sus manos.
— ¡Leona-senpai! Aquí está lo que me pidió, no tardo tanto como usted pensó. — La estudiante ignoro por completo a la presidenta, dando el plato a su superior que solo acaricio la cabeza de está, pidiendo que la espere afuera.
— ¿Quién lo diría Leona con una estudiante de primer año que aun no a huido de sus garras?. — Caitlyn solo veía tanto con molestia como con curiosidad a la rubia que sin rechistar cerro la puerta.
— Rell es muy terca pero es consciente de que las peleas me los tomo muy en serio, es increíble esa niña. — El pequeño sonido del plato llama la atención de Caitlyn que solo pensaba en como usar aquella estudiante, al dirigir su mirada fue una gran sorpresa notar aquél hermoso postre que tanto deseaba en ese preciso momento.
— ¿Te crees muy gracioso como para traerme esto? — Si bien la forma en como habla es agresiva su mirada no se apartaba de aquel perfecto flan, era notable la calidad del postre, tanto que su instinto tomó la cuchara queriendo probarlo, era demasiado conocido esto pero ¿Como?.
— Sabes que no me importa lo que digas, yo solo quiero ser "amable", espero que disfrute del flan, mi querida Presidenta. — No comento nada mas, abriendo la puerta con suavidad, Leona termina despidiéndose con una reverencia guiñando el ojo para poder despedirse del todo.
Caitlyn no podía soportar alguien como ella, irrespetuosa con los superiores, amable con todo lo que sea inferior pero por sobre todo una maldita buena cocinera, pues solo debió probar un poco ese flan para darse cuenta que la Vanguardia era la encargada de hacer los flanes personales para ella, odiaba no tener idea sobre esto pues siempre le dijeron que los flan que pedía eran hechos por el mejor cocinero del país, debía sentirse asqueroso ese postre pero no podía, era tan notable el cariño y la dedicación que solo era algo frustrante... Una frustración tan exquisita que solo la hacía sentirse feliz de disfrutar tan delicioso postre.
— Solo por esta ocasión te concedo la victoria Leona... Pero jamás sabrás de ello. —
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Solo un flan (Caitlyn x Leona)
FanfictionLa relación entre Leona y Caitlyn era curiosa. Leona siempre se mostraría dulce antes todos aunque si había alguien que tuviera el poder de derrotarla, su compartimiento terminaba siendo idéntica a cuando peleaba, una gran sádica que solo podía disf...