Soledad— ¿Ya te vas otra vez? — Escuché detrás de mí. —Nayeon me pidió algo de comida— Respondí, tomando las llaves. —Pero si recién acabas de llegar— Insinuó Eric. Solo le di una cara de cansancio.
Tomé un taxi, bajandome cerca del centro, comprando efectivamente la comida, y caminando después, estaba cerca.
Toqué el timbre, pero aparentemente nadie quería dejarme pasar por el portón. Saqué mi celular, casi sin sentir mis manos.
—Me estoy muriendo del frío, ¿Quieres abrir? — Le pregunté a la chica que me había hecho salir tan tarde. — ¿Ya llegaste? — Preguntó. —Oh, ahí estás— Probablemente vió através de la cámara de la entrada.
Escuché un sonido eléctrico, abriéndose la reja de metal, pasando rápido.
Solo vi como un cuarto de la puerta de la casa se abrió cuando yo me lancé sin más, cayendo algo fuerte, pero ya sentía la calefacción del piso, así que fué más reconfortante que doloroso.
Solté la bolsa de comida, y me levanté yendo a la sala, cubriéndome de cojines para no morir de hipotermia.
—Llegaste demasiado rápido— Escuché, a la par de la bolsa con la comida. —Tome un taxi— Aclaré, casi volviendo a mi temperatura normal.
— ¿Necesitas que te caliente un poco? — Preguntó, a lo que me volteé atónito. Ella estaba viendo a la comida, luego me miró a mi. — ¿Qué? — Me preguntó. — ¿Pensabas que me refería a ti? — Preguntó con sarcasmo, riendo después.
De algún lugar de mi interior, surgió calor, el calor de sentirme apenado.
Saqué mi celular, empezando a ver redes sociales para sacar mi mente de la vergüenza.
Mientras, iba haciendo ejercicios para sentir las manos una vez más.
— ¿Te gusta Miyeon? — Escuché a mi espalda, haciéndome saltar del susto, volando mi celular. — ¿Qué? — Pregunté, una vez que ya no estaba tan gris.
—Vi que te quedaste viendo su foto— Aclaró, con un rostro más serio de lo habitual. —Solo estaba calentando mis manos… — Me excusé. —Espera— Puse su misma expresión.
— ¿Por qué tengo que explicarme sobre ella? — Pregunté. —Al fin y al cabo, da igual— Dije después. —Entonces te gusta… — Sacó su celular, usándolo.
Segundos después, lo volteó para dejarme ver. —Este es su número— Me mostró como efectivamente era su número, lo más probable.
Tragué saliva. — ¿Qué? — Preguntó enojada. — ¿No lo querías? — siguió, guardandose su celular.
Se enderezó. —Puedo conseguirte cualquier número de cualquier idol, solo pídelo— Dijo yéndose a la cocina.
—Parece que yo no te gusto lo suficiente— Subió su tono debido a la distancia.
Me levanté, buscando mi ahora roto celular. —Puedes irte si no tienes nada más que hacer— Se asomó por el pasillo.
Sin más, obedecí, pidiendo un taxi, esperando en la puerta y yéndome cuando llegó.
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Gatito - Nayeon y Tú
FanfictionLa cosa más estúpida, pero necesaria, llevaría a la persona menos indicada, pero más querida... Todo por una simple estupidez.