#18

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|Narra Agatha|

Siento mi cabeza dar mil vueltas, mis ojos arden y siento como si las manos me pesaran, trato de abrir los ojos, pero me es casi imposible, me siento muy mareada

Trato de sujetar mi cabeza con mis manos, pero escucho el horrible sonido de un par de cadenas, junto todas las fuerzas que me quedan y abro los ojos

Hay una ligera luz, puedo observar unas pequeñas lámparas de vela en las esquinas de la habitación, en uno de los lados, puedo ver unos trozos de tela que se han vuelto amarillos por el tiempo y algunas manchas extrañas, miro la delgada colchoneta sobre la que estoy sentada, es vieja y solo hay una muy delgada sabana que parece no cubrirme de nada, observo mis muñecas, están atrapadas por unas muñequeras metálicas, puedo ver el seguro que tienen, donde debe ser introducida una llave

¿Qué diablos pasara conmigo?

Comienzo a jalar mis manos, aquellas muñequeras son gruesas, abarcan aproximadamente 8 cm de mi piel, pero tal vez tirando de las cadenas, pueda soltarme. Comienzo a jalar, pero el metal me lastima la miel, esta se me pone morada casi al instante, pero continúo intentando

Escucho un sonido y segundos después, una escalera cae al suelo de golpe, miro hacia ese lado de la habitación, veía del techo, supongo que por ahí entran, ya que no hay ninguna puerta, segundos después, pudo ver a Christopher bajar por la escalera, al llegar, se da la vuelta y me mira, puedo ver en sus manos un contenedor con algo de lo que puedo ver es comida en él.

-Me alegra que hayas despertado, mi amor -Me dice Christopher mirándome a los ojos, yo solo agacho la mirada y me refugio en la esquina de la habitación donde estoy -Traje algo para que comas, prepare algo delicioso para ti-Me dice mientras se acerca a la colchoneta y se sienta conmigo, abre el contenedor y me muestra aquella pasta que tanto me gusta, de su bolsillo saca un tenedor y enreda un poco de pasta, el olor inunda mis fosas nasales, me acerca el cubierto a la boca pero yo lo la abro, él me mira confundido, pero yo solo me alejo, no pienso siquiera probar bocado, nada proveniente de él me da confianza

Y solo pensar que le abrí las puertas de mi vida, le di mi amor, alejé a Ilegna de mí, sobrepuse mi trabajo por él, creí en Chris...

- ¿No piensas comer? -Me pregunta y yo me quedo callada

-Por favor, déjame irme a casa... ¿Por qué quieres tenerme aquí? ¿Qué te hice para que me hagas esto? -Dije asustada, sentía mis ojos aguarse y mi cuerpo temblaba y no precisamente de frio

-Solamente metiste tu pequeña naricita donde no te han llamado, no tenías ningún derecho de hacer eso, no tenías que inmiscuirte en mis asuntos... ay Agatha, pudimos ser tan felices... estaba dispuesto a olvidarme del pasado, dejar de hacer mis atrocidades por estar bien contigo, pero tenías que ser tan curiosa... la curiosidad mato al gato -Me dice mirándome a los ojos, yo tenia tantas preguntas en mi cabeza, tantas dudas que no me dejan de atormentar, pero el miedo me gana

- ¿Desde hace cuanto tiempo me sigues? ¿Cómo es que me conoces? ¿Por qué lo hiciste? -Dije mientras lo miraba, él solo me daba una leve sonrisa, acaricia una de mis rodillas que está cerca de él y suelta un suspiro, pero no dice nada - ¿No soy tu primera víctima, cierto? -Dije mirándolo y él solo niega con la cabeza - ¿Por qué? ¿Por qué lo haces? -Le pregunte, era claro el tono de desesperación y frustración que había en mi voz

-Es algo que no tengo que explicarte, amor mío... simplemente no tiene explicación -Me dice antes de ponerse de pie, mete el tenedor dentro del contenedor y lo cierra, se levante de la colchoneta y me mira a los ojos, con esa mirada intensa y dura

- ¿Vas a hacerme daño? ¿Vas a matarme como lo hiciste con las mujeres de esos dibujos? -Dije con un nudo en la garganta, pero él niega casi al instante

-No, no quiero hacertedaño, Agatha -Me dice antes de simplemente irse por la escalera, yo solo dejosalir las lagrimas que trataba de contener, tengo miedo, estoy sola... nadie verapor mí, nadie me buscará... tengo miedo, demasiado miedo de seguir con él, perome parece imposible salir de aquí...

Por una fotografía||Christopher Vélez||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora