Capítulo 21.

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Fama

— ¿Estas seguro de esto? — Preguntó mi jefa. —Todos mis amigos coreanos me dicen que esto serviría aún más— Expliqué. —Ya se hablar coreano fluido, además de que el gatito está bajando sus números— Suspiré. —Solo tendría que maquillarme un poco y retocar mi cabello y sería una buena sorpresa revelar que soy extranjero— Finalmente propuse.

—Creo que ya conoces lo que te pueda traer, abrimos varias sucursales en otras ciudades, te debo mucho— Colocó su mano encima de la mía.

— ¿Por fin lo harás? — Preguntó Nancy. —No veo porqué no— Respondí. —Tardabas demasiado— Colocó Eric una bandeja con vasos de chocolate caliente.

—Deberías de volver al gris, solo necesitas cortar algo… — Señaló Nancy mi cabello, siendo ahora más mi estilista que amiga.

—Nada gustará más que un extranjero joven estereotipico famoso— Propuso.

Suspiré, sabiendo el destino de mi horrendo cabello.

Revisé mi celular, habiendo varios mensajes, pero ninguno de Nayeon.

"Este es el número de Miyeon, por si no lo pudiste memorizar"

Fué el último mensaje antes de enviar el contacto.

Ni ell, ni yo hablamos desde ese día.

Al menos me dejó tiempo libre para mis exámenes, una vez aprobados, decidí retomar el trabajo.

Si no me había mudado era porque me resultaba más conveniente seguir con aquellos dos, porque ya había generado dinero de sobra, al menos, para vivir sin hacer nada por varios años.

Si todo se me complicaba en Corea, huiría a mi país, montaría algún negocio pequeño con todo ese dinero y aplicaría la de los inmigrantes chinos.

—Perfecto, estás perfecto para revelarte ahora— Mi pseudo-estilista aprobó el corte de cabello más el tinte.

Sin más, además de querer sentir mi cuero cabelludo otra vez, empecé a pensar en cómo haría todo.

Por suerte, tenía fotos de mi con el traje, pero tampoco eran demasiado convincentes.

Revisando todas mis fotos, encontré una que haría que todos creyeran que era yo.

Y así fué cómo grabé un vídeo entero, mostrando mi rostro, más pruebas de que fuí yo todo el tiempo.

La mayor prueba fué una foto en el camerino del programa que grabé con TWICE, sin la parte de arriba y con Nayeon.

El problema no fué grabar, escribir guión o ingeniármelas con pruebas y fechas, el problema radicaba en Nayeon.

Tenía más de mes y medio sin hablar con ella y mi prueba más importante era una foto con ella.

Aunque no había nada mal, moralmente me sentía mal.

Aunque no me estaba besando en la foto, el revelarla de hecho estaba mal por su parte, no la mía.

Pero algo me seguía carcomiendo.

Apoyé mis hombros en la mesa intentando buscar respuesta. Pero cuando me di cuenta de lo sumergido que estaba en mis pensamientos, le había dado a una tecla que hizo subir el vídeo, o bueno, más bien, publicarlo, ya se había subido, el internet primer mundista era más rápido que yo.

Gatito - Nayeon y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora