En el reinado del rey Gwangjong, había un secreto del cual nadie estaba enterado, una hija secreta de la reina Daemok.
Había sido criada por unos pocos sirvientes del palacio, adoptando otro nombre, sin tener el apellido real y estando encerrada en...
Las propias cortesanas a cargo del príncipe heredero lo habían matado, la sustancia que habían puesto en el agua aún era desconocido para Chaeyoung solo sabia que aquello había provocado una muerte lenta y sin sospechas pero, ¿qué había provocado que lo ahogaran? ¿tanto querían deshacerse de él?
Ni siquiera el rey había muerto... Aún, si querían acabar con la línea real habrían empezado con el rey y luego el príncipe heredero, Jisoo no había sido un problema, puesto que se había casado y dejado el castillo atrás ¿la matarían a ella?
Chaeyoung puso la galleta en su boca y tomo un poco de té, sin embargo este último no tenia un buen sabor aun así lo seguía bebiendo por costumbre.
Además de que su corazón cada vez trabajaba menos o eso había dicho el doctor que había llegado, pero no podía entender si aquellas palabras significaban que moriría pronto.
Los días pasaban demasiado lento, Mina ni siquiera se acercaba más que a saludar en algunas ocasiones, pero una frase que Mina le dijo a la menor había dejado pensando que tramaba la mayor.
"Ten cuidado, te están vigilando"
Sin embargo solo tenía a dos cortesanas en su cargo y un enunco, nadie más tenía permitido acercarse a ayudarle en su día a día por eso siempre estaba agradecida con las personas que la cuidaban desde que nació.
Porque fueron ellos el reemplazo de sus padres a quienes nunca veía por razones que ni ella entendía.
Chaeryoung y Yuna cuidaban muy bien de ella, le daban bocadillos y le decían que era bonita, cuando era más pequeña jugaban juntas, esas dos chicas no podrían matarla nunca eran buenas personas como si fueran ángeles para cuidarla en su día en día, confiaba en ellas.
Por otro lado Mina se encontraba elaborando un plan, si iba a dejar ese libro en manos del rey para que todo se desmoronara tenía que escapar junto a su amada.
Tenía los días contados sin embargo salir viva con la menor era una gran posibilidad si su plan salía a la perfección.
Miró hacia la ventana, los guardias daban una vuelta para ver que todo estaba en su lugar, cientos de cortesanas iban detrás de la gran reina viuda que posiblemente había visitado a la reina Daemok.
No estaba segura de aquello en especial porque era de día y la anciana no se atrevería a andar por ahí cuando ella misma la destrono o posiblemente se dio cuenta que el romance entre Daemok y el rey va enserio.
Son muchas posibilidades realmente.
En un momento siento una mirada fija hacia ella, busco quien era la persona causante de aquel sentimiento encontrándose con Soobin, había evitado que se acercara a la menor a toda costa ¿causo furia en el chico?
Obviamente.
La mirada del chico demostraba que quería matarla, pero ni siquiera en sus sueños dejaría que se acercará a la menor porque sabía que en cualquier momento podría traicionarla.
Era mentira que protegería a Chaeyoung ante todo peligro, Soobin era una marioneta más.
Solamente que él aún no lo sabía.
Había escuchado, que existían más lugares además de Goryeo, que existía un mundo libre solamente que era muy difícil de ir puesto que se tenían que cruzar demasiados ríos y mares.
Si juntaba el suficiente dinero, podría reservar dos espacios y llevarse a Chaeyoung lejos de la destrucción que causaría. Podrían escapar y formar una nueva vida.
No había desaprovechado su tiempo los últimos días y con alguien de confianza averiguo cuando salía el siguiente barco a lo que ella lo llamaba.
"Barco de la libertad"
Salia en aproximadamente 5 días tenía 4 noches para planear un plan seguro e irse con su pequeña.
Pero... ¿Chaeyoung quería irse? Ni siquiera sabía si la menor se iba a ir con ella y ya estaba haciendo una vida entera.
Tendría que esperar a estar segura bajo la luz de luna en la madrugada y escaparse a hablar con la mujer destituida, tenía que aliarse con ella para poder salir bien librado del palacio.
Estaba traicionando a su padre, al hombre que en algún momento la miró como la persona que causaba que avanzara en su vida, su pequeña princesa...
Pero la codicia había consumido a aquel hombre, tanto que en un punto de su vida lo desconoció.
Se levantó para estirar sus músculos, dolían demasiado últimamente aunque no sabía la causa de esto, lamió un poco sus labios ya que se encontraban más resecos de lo normal.
La sensación de vacío en su estómago y sentirse vigilada, no eran buenas combinaciones.
Solamente debía esperar, pero los días se sentían más largos y pesados de lo normal.
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