Louis quiere ser un suggar baby pero no tiene idea de cómo ser dulce o tierno; así que recurre a un suggar retirado de pelo teñido que ama la moda y el color rosa pero que odia su pasado.
*todos los derechos reservados.
*idea original.
*no copiar.
*...
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Capítulo 27. ♡
"Porque te quiero tanto.
Me derrumbo en mil pedazos.
Mis cerezas y vino, romero y tomillo,
y todos mis melocotones se estropean."
Lana del rey – cherry.
♡
Pasado.
Era la última noche en Miami, el muchachito rubio ya había enviado un mensaje a Harry diciendo que necesitaba hablar con él, se sentía realmente mal por tener que decirle que no podían ser más amigos pero amaba a Zayn.
Varias personas que conoce le han dicho que cuando se enamore se iba a alejar de sus amigos e incluso de sus familiares; Niall siempre decía que era tonto hacer aquello, "se supone que cuando se aman mutuamente deben respetar que la otra persona tenga amigos" si bueno, ahora él se iba a alejar de Harry para estar con Zayn.
Las heridas en su espalda aún se veían rojas, algunas de ellas ya estaban cicatrizando pero aún le dolían. Terminó de ponerse la pomada en su cuerpo y con sumo cuidado se puso la camisa encima. El más mínimo contacto hacía que toda su espalda soliera de nuevo, el sudor también hacía que doliera como el infierno, pero como aquel era su último día en aquel paraíso decidió salir con Zayn a caminar a la playa.
―Tardaste mucho bebé―el mayor le tendió la mano cuando salió del elevador―vamos.
El paseo fue de lo más lindo, Zayn se comportó como un verdadero caballero, tomó su mano todo el tiempo y constantemente le preguntaba por su espalda a Niall le emocionaba que se preocupara por él ya que en un principio no lo hizo. Cuando volvieron al hotel y fueron a su habitación fue que Niall volvió a tener miedo de nuevo, Zayn sacó una fusta pequeña por detrás.
―¿Qué haces?―Preguntó temeroso, no quería que su espalda sufriera de nuevo.
―Sólo quiero que nos divirtamos un momento bebé, es nuestra última noche.
―Aún me duele la espalda papi.
―No será tu espalda esta vez pequeño.
Lo giró bajando sus pantalones junto a su ropa interior y comenzó dando pequeños golpecitos; el menor emitía uno que otro jadeo pero la verdad era que no lo estaba disfrutando para nada, si bien la última vez su parte trasero no resultó tan lastimada, seguía doliéndole.
―¡No, rojo, rojo papi!
Pero como siempre, Zayn no hizo caso al contrario, comenzó a golpearlo aún más fuerte mientras que con su otra mano bajaba sus pantalones y masturbaba su pene viendo el trasero de su pequeño tan rojo.
