Cosa Nostra.

Capitulo 17.

Era jueves por la noche, el clima estaba gélido.

Louis se encontraba tumbado en uno de los sillones, envuelto en mantas para soportar el frío y con un pequeño calefactor que Liam le había regalado para su cumpleaños, siempre le agradecía por salvarlo de tantas heladas, no las soportaría si no fuera por su obsequio. 

Había pasado todo el día pensando que iba a empacar, no tenía demasiado, un par de camisas gastadas y pantalones deteriorados. Tampoco sabía si estaría bien llevar algo de abrigo o no, no tenía la menor idea del clima en Italia, no tenía ni la menor idea de a donde iba, con que se iba a encontrar, sabía que estaba yendo con una venda en los ojos hacía un acantilado, se sentía indefenso al pensar y no saber con que se toparía al llegar allí.

Dudo muchas veces de su decisión, dudo si estaba bien querer acompañarlo, no conocía mucho de Harry, no conocía de su vida, donde se estaba metiendo?

Louis decidió llevar sus pensamientos hacia otra dirección, estaba nervioso, ese día debía venir John, el hombre a quien le alquilaba la casa, era un Alfa demasiado alto, con varios dientes de oro y un aspecto espeluznante, siempre que venía a cobrar su dinero se le quedaba mirando de una manera que al castaño no le gustaba para nada, se notaban en sus ojos el deseo que tenía por él, Louis nunca llego a preocuparse demasiado, su madre siempre lo protegía y nunca dejo que le pusiera un dedo encima, John respetaba esa decisión por su padre, que aún que no quisiera a Louis, era un Alfa territorial, y si no había dinero de por medio, nunca lo entregaría, y el arrendador no estaba dispuesto a pagar ni siquiera el mínimo por un omega, menos siendo hombre.

Louis comenzaba a tranquilizarse cuando el reloj marco las Once de la noche, era demasiado tarde para que John eligiera pasar por al..

Unos duros golpes sacaron al ojiazul bruscamente de sus pensamientos, el miedo invadió su cuerpo como una ola de viento álgida.

Tres golpes mas lo incitaron a caminar hacia la puerta, cuando miro por el cerrojo su rostro palideció; Era Él, era John.

Dio dos pasos hacia atrás pero la gruesa voz del Alfa lo detuvo y lo congelo en su lugar.

- Se que estas ahí Louis, abre la maldita puerta antes que la tire abajo.

Las feromonas corrían en el aire, Louis sentía sus piernas flaquear, el sudor recorría su rostro, el frío ya no era parte del él.

- Y-ya te d-doy tu dinero John, es-espera un minuto.

Su voz se quebraba con cada segundo que pasaba, la tensión se había vuelto tan fuerte que no lo dejaba respirar. Como pudo camino hacia la gaveta donde guardaba el dinero, y con las manos mas temblorosas de lo que quisiera, trato de abrir la puerta, despacio, viendo a un Alfa verdaderamente enojado detrás de esta. Su ceño estaba tan fruncido que seguramente le estaba haciendo daño, sus labios estaban apretados al igual que sus puños, y de su nariz salía vapor como si fuese un toro a punto de embestir contra algo.

- Aquí es-esta.- Dijo Louis estirando sus temblorosas manos.- Cuéntalo s-si quieres. 

- Déjame entrar.

Sin dejarlo contestar, el Alfa lo corrió hacia un lado y paso por delante de él como un gigante, su sombra lo tapo por completo, Louis se sintió indefenso y aterrorizado. 

Dudo en dejar la puerta abierta y correr a donde sea, correr por la oscuridad de la noche en medio de la niebla, esconderse en algún lugar y escapar de lo que sea que quisiera hacerle ese hombre, pero el terror fue mas fuerte, no quería imaginarse lo que haría con él si lo atrapara. Para su mala suerte, John era un Alfa en buen estado, tenía una espalda grande, muy grande, unas piernas largas y tonificadas, y brazos verdaderamente marcados, se notaba que estaba trabajado, por mas que corriera lo mas rápido que pudiera, lo atraparía.