RECHAZADA, PERO AMADA POR MI MATE ALFA

Capítulo 8: Peligro

Narra Meri

Paseo en medio del bosque, pensando en lo tonto que es Will.

- ¿Quién eres tú?- pregunto un poco asustada.
- Solo vine de pasada pero vi a una hermosa chica como tú y decidí quedarme- dice aquel lobo viejo mirándome con un asqueroso deseo.
- Alejese de mí. Mi novio estará aquí en menos de un minuto- trato de asustar aquel hombre.
- Si lo tuvieras él ya estaría aquí, es más creo que no te ama- dice mientras se me acerca.
- ¡Ayuda, por favor!- grito mientras siento sus sucias manos tocar mi cuerpo.
- Maldito imbécil, ¡suéltala!- grita mi salvador, que al escucharlo y oler su aroma me hace sentir segura.
- Maldito viejo- dice mientras lo empieza a tirar puños por toda la cara.
- ¡Ella es mía!, ¿entiendes?- grita Will después de haberlo dejado inconsciente.

* Will *

-Al llegar al lugar, la escucho pedir ayuda. Mi corazón siente un gran dolor  y a la vez enojo al ver aquel viejo tocar a mi chica.

-Will...- susurra mientras veo que lágrimas caen por sus mejillas.
- Ya estoy aquí, no tengas miedo- digo mientras la abrazo y limpio su rostro para después depositar un beso en su frente.

Unos minutos después

- Llévenselo de aquí. Desde hoy este viejo, no pertenece a nuestra manada- doy la orden a los guardianes mientras tengo entre mis brazos a Meli porque minutos antes se había desmayado al ver aquel viejo rasguñar mi pecho con una rama, después de haber llamado a los lobos guardianes.

Gracias a la llamada, los guardianes vinieron a tiempo antes de que el viejo huyera.

En la mansión Mars

- ¡Will!, estás herido, hijo mío- la voz preocupada de mamá se escuchaba en toda la sala.
- ¿Meri?, ¿qué le pasó a mi hija, William?- la voz y mirada seria de Esteban, me hacen voltear a ver a Meri.
- Señor...- por primera vez en mi vida no sé qué contestarle al padre de mi amada.
- William, desde que mi hija te conoció y te aceptó en su corazón como mate, ha sufrido mucho. Por eso vine a decirte que no te la acerques y te olvides de ella, ya que en dos meses, tendrán otros mates- escuchar esas palabras solo hiere mi corazón.
- Señor Esteban, no puedo hacer lo que me pide porque amo a su hija y quiero convertirla en mi única luna- digo decidido mientras lo esquivo al querer tratar de quitarme a Meri de mis brazos  y mientras lo miro a los ojos para después dirigirme a las escaleras.
- ¡William!- alza la voz Esteban.
- Esteban, somos grandes amigos, por favor cree en las palabras de mi hijo- dice mi padre.
- Will, espero que cumplas con tu palabra- me sentí aliviado al  escuchar su aceptación.
- Gracias, Esteban- digo aliviado para después subir las escaleras y entrar a mi habitación.

Minutos después

- Will, aquí está lo que me pediste- dice mi nana mientras deja la tina de agua y unos paños en la mesa de noche.
- Gracias, nana- agradezco.
- De nada, mi niño. Ella es muy hermosa y pura- dice mientras la mira.
- Verdad que lo es nana- digo mientras toco las cálidas manos de mi Meri.
- No te olvides de tomar un baño y luego desinfectarte la herida- dice nana para después salir de la habitación.