Capítulo 2 Amigos hasta la muerte

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-No lo entiendo Lincoln -dijo Clyde sentado junto a Lincoln en el asiento del avión de camino a Las Vegas.

-¿Que cosa?-dijo Linclon mirando con curiosidad a Clyde.

-No entiendo como todavía sigues usando la misma ropa, pasaron 24 años y sigues con tu mismo atuendo. - dijo Clyde con una corta sonrisa en su cara.

-No soy muy original - dijo Lincoln sonriendo- pero no creo que otra ropa sea de mi estilo , desde siempre lo he usado, me gusta, me da muchos recuerdos , incluso recuerdos contigo.

Clyde soltó una pequeña risa y mirando con una sonrisa amplia en su cara y dijo :

-Si ... la verdad es que si.

Lincoln y Clyde llevan siendo amigos desde los 5 años, específicamente desde haquella vez en que por accidente se tropezaron en el día de haloween de hace muchos años atrás. Desde ese momento se volvieron amigos de toda la vida. Linclon y Clyde ya tienen 29 años de edad y 24 años de amistad.

-Es como dijimos una vez -dijo Clyde con la misma sonrisa en la cara -Seremos amigos hasta la muerte.

Lincoln miró a Clyde con una sonrisa, después de 24 años de conocerlo, recordó esa antigua promesa.

Pasaron las horas y Lincoln y Clyde ya estaban en el hotel en Las Vegas. J les explicó por teléfono como iban a entrar a la represa.

La sección G (encargada de entregar el equipo adecuado a cada agente del servicio) les dio dos pistolas walter ppk a cada uno (incluyendo silenciadores) y dos cuerdas bongees, además de 5 explosivos. El plan era simple, la CIA (la cual se ha propuesto ayudar en esta misión siempre y cuando ellos no estén implicados totalmente en el asunto) llevará a Lincoln y Clyde en un jet espía (el cual no será detectado ya que los estado unidenses desactivarán los radares aereos por una hora), el cual volará por encima de la represa ; luego Lincoln y Clyde se lanzarán en paracaídas y caerán en la represa. Luego de aterrizar en la represa ellos dos deberán usar las cuadras bongees para saltar por la represa. Ellos caerán hasta abajo del todo, en donde se encuentra un conducto de ventilación que el inspector mencionó antes de desaparecer (esto estaba en el informe que les dio J hace poco). Este salto en la represa lo deberán hacer con las cuerdas bongee, ya que si lo hicieran con el paracaídas los descubrirán debido a que caerían demasiado lento. Todo ese equipo estába en el jet que los esperaba en el aeropuerto militar de Nevada a unos pocos kilómetros del hotel.

Lincoln se encontraba sentado en la cama mirando al techo, pensando en los peligros que se podrían encontrar en esta misión. Clyde (el cual se encontraba parado cerca de la ventana de la cama) miró a Lincoln con una pequeña sonrisa. Lincoln le devolvió la mirada y le sonrió.

-Por Inglaterra, Lincoln -dijo Clyde.

Esas palabras sonaron como el ruido de un disparo para Lincoln. Hacia ya bastante tiempo que no escuchaba esa frase.

-Por Inglaterra, Clyde.

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5 horas después Lincoln y Clyde ya se encontraban en el aeropuerto militar, dentro del jet con sus trajes de color negro para la noche y colocándose los paracaídas. Liam se encontraba con ellos en el jet.

-Muy bien chicos-dijo Liam con su acento característico de un tejano-son las 18:30, despegaremos a las 19:00 hs. A ese punto ustedes ya deberían tener sus paracaídas puestos y todo el equipo necesario encima. Cuando sobrevolemos la represa, en la puerta -señaló la puerta de salida del jet enfrente suyo. -se encenderá una luz verde, cuando se encienda ustedes la abren y deben saltar del jet, el resto ya los saben ¿entendido?.

Lincoln y Clyde asintieron con la cabeza al mismo tiempo.

Lincoln miró a Clyde con una sonrisa por última vez antes de entrar en uno de los trabajos más serios del mundo. Clyde le devolvió el gesto y luego desvío la mirada hacia la puerta.

El avión ya habia despegado; estaría a unos 12 mil metros en el aire. Lincoln y Clyde se pusieron sus mascaras de oxígeno para pilotos y acto seguido miraron atentamente a la puerta de salida del jet, esperando atentos al llamado de Liam y al sonido de timbre de la luz de la puerta.

-Muy bien chicos-dijo Liam-ya estamos casi por pasar por encima de la represa, cuando la luz se encienda, abran la puerta y salten, yo y el piloto Rusty los esperaremos en el aeropuerto militar, si se tardan mucho los iremos a buscar, el resto ya se lo saben, ¡buena suerte muchachos!.

Lincoln y Clyde asintieron al mismo tiempo otra vez. La luz de color verde se encendió y los dos amigos se acercaron a la puerta de salida, la abrieron y ambos saltaron al mismo tiempo.

No es la primera vez que Lincoln y Clyde sentían una caída así, pero eso no impidió que la adrenalina de la caída se manifiestara en sus cuerpos.

Después de unos segundos de caída, viendo que todo se aceleraba, lograron distinguir la represa Hoover, Lincoln abrió su paracaídas y Clyde hizo lo mismo. Los dos empezaron a descender hacia abajo lentamente. Después de un rato los dos lograron aterrizar en la represa, quitándose los paracaídas al instante y dejándolos en la superficie de concreto extensa, la cual lleva funcionando como represa dese los años 30.

Lincoln y Clyde ni se miraron, en cambio abrieron las mochilas y cada uno tomó su cuerda bongee; acto seguido corrieron unos pocos metros y engancharon las cuerdas a la baranda de hierro. Lincoln y clyde saltaron la baranda y se quedaron a 1 metro entre la baranda de hierro y una caída enorme. Engancharon el otro extremo de las cuerdas a sus zapatos y miraron al horizonte.

Sin siquiera mirar hacia abajo, los dos amigos alzaron sus brazos a los lados y sin siquiera pensar en la posibilidad de que algo falle, saltaron al mismo tiempo.

Lincoln y Clyde ya habían saltado de un jet hace solo un minuto así que no tuvieron ni una pisca de miedo al saltar.

Cómo se había planeado las cuerdas retuvieron su caída y empezó un descenso lento. Al final del desenso, los amigos lograron divisar una plataforma de cemento cuadrada, con una escotilla de hierro en el centro, la cual les dará acceso a los ductos de ventilación de unas instalaciones secretas. Lincoln y Clyde se quitaron las cuerdas bungee y cayeron justo por encima de la escotilla de ventilación.

The Golden LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora