Hogsmead

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Remus esperaba a Mariza y Anthony frente al castillo, se suponía los tres irían al pueblo juntos, pero ya se estaban tardando más de lo normal y empezaba a molestarse.
Miraba a todos lados en busca de ambos chicos, pero nada.
Pasaron varios minutos para que por fin los viera salir, con James, el cual hablaba alegre sin parar. Cuando estuvieron por detenerse a su lado, su amigo los jalo por el brazo y los obligo a seguir caminando.

—¿Que carajo? —gruño suavemente.

—¿Te dejaron plantado? —la voz de Sirius sonó a su espalda.

—No diría eso con exactitud, más bien los obligaron a hacerlo.

—Entonces, ¿me aceptas una invitación para ir juntos? —sonrió de la manera más inocente que le era posible.

Con algo de mala gana, Remus aceptó y caminaron juntos en silencio. Hace algunas semas las cosas estaban un poco raras, cada que él estaba cerca de la Ravenclaw y del Hufflepuff, James o Lily los alcanzaban y los hacían separarse para que, casi enseguida, Sirius llegara con sus extraños halagos y su perturbadora manera de mirarlo. Al principio se le hacía bastante divertido e incluso halagador, pero ahora era molesto.
Se tenia que estar escondiendo para pasar tiempo con ellos, en algunas ocasiones tuvo que llevar consigo el mapa del merodeador para que no lo encontraran con facilidad, en una ocasión hasta se llevo la capa de James, lo cual hizo ver un poco tonta a Mariza, ya que parecía que hablaba sola.

—Has estado muy callado —susurró Sirius a medio camino.

—Sí, lo siento —se encogió de hombros.

El camino continuó en silencio, realmente Remus había perdido un poco las ganas de ir al pueblo, sólo quería saber qué tramaban sus amigos para poder detenerlos antes de que lo sacaran de sus casillas.

El pasar tiempo con Black le encantaba, era de sus cosas favoritas en el mundo, pero como cualquier persona, necesitaba interacción humana, él no era como Sirius y James. No tenía esa facilidad de hacer amigos a diestra y siniestra, los tenía a ellos y Peter, obvio, también tenía a Lily, pero a veces necesitaba un respiro de tantas bromas pesadas y travesuras, de tantas pláticas sobre cómo Evans no apreciaba a su amigo, necesitaba un respiro de los regaños de Lily y de su manía por estudiar de más. Adoraba a sus amigos con toda su alma y les estaría eternamente agradecido, pero Anthony y Mariza eran amistades que consiguió por sí solo, le gustaba pasar horas hablando con ellos, de explicarle a Mari cómo funcionaban artefactos Muggles y de reír por los malos chistes de Spreck.

Le parecía injusto que James y Sirius pudieran pasar tiempo con quien ellos quisieran, pero si él estaba con Mariza hablando en un pasillo, se llevaran a alguno de los dos a la fuerza. Todos esos pensamientos, solo lo hicieron enojar más.

—¿Qué te gustaría hacer Remus?

Suspiró mirando a su alrededor, ya estaban en el pueblo, se quedó de pie admirando el lugar y a la gente ir y venir.

—Lo que sea, realmente, me da igual —soltó con indiferencia.

—Podemos ir por dulces si gustas —sonrió algo dolido.

—Supongo que está bien —se encogió de hombros y siguió caminando.

El silencio volvió, esta vez acompañado de cierta tensión que los siguió hasta la tienda y no los abandonó ni cuando salieron del lugar con bolsas llenas de chocolates y caramelos.

—¿Me dices que te pasa? —Sirius se puso enfrente con el ceño fruncido.

—¿Qué me pasa? ¿A mí? —soltó una leve risa y negó— ¿Qué te pasa a ti? ¿A James? Incluso a Evans, el único normal es Peter.

—No sé de qué me hablas, sólo sé que has estado molesto todo el camino —su rostro se relajo un poco.

—Pues quería estar aquí con mis amigos —bufó suavemente—. No digo que tu no lo seas, es sólo que paso con ustedes 24/7 y a veces todos necesitamos rodearnos de gente nueva, abrir nuestros horizontes, salir de nuestra burbuja. Ustedes siempre serán mis mejores amigos, sin duda algún serán muy importantes para mÍ, pero Anth y Mari también son mis amigos, y últimamente no puedo pasar con ellos ni 5 minutos porque llegan y se los llevan.

—Oh, eso, es porque, pues —trataba de inventarse alguna excusa, pero nada pasaba por su cabeza—, después te explicaremos eso, te juro es por una buena cusa.

—¿Una buena causa alejarme de mis amigos? No te creo mucho, la verdad —cada vez se molestaba más.

—Vamos Remus, te aseguro que lo será —sin decir más lo abrazó.

Por arte de magia, todos los sentimientos que Remus había sentido, desaparecieron y se dejo abrazar por su amigo, sonriendo al sentir su aroma invadirlo.


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Este es el último capítulo que cuenta con la edición de terceras personas, ya que no suelo era constante con las actualizaciones, me parece injusto pedirle a alguien que edite los capítulos, así que de aquí en adelante, será mi narración, una disculpa si no los próximos capítulos no tiene la calidad de los anteriores

Apostando Tu Amor(WolfStar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora