— Entonces... ¿sabes que vas tener que escoger, no es así? —preguntó con disgusto desde el otro lado de la mesa, al mismo tiempo que acercaba su puro al cenicero y lo golpeaba suavemente contra el borde para dejar caer las cenizas.
— Sí... —dije mirando mis cartas, él por su parte se quedó en silencio varios segundos antes de tomar un par de fichas y dejarlas frente a él.
— ¿No tienes nada más que agregar? —dijo con paciencia, tras oírlo tomé la misma cantidad de fichas y las dejé, también, al medio de la mesa.
— Que no es una decisión difícil —no le quité los ojos de encima a mis naipes, un par de reinas.
— Oírte decir eso —exhaló el humo— solo me da la impresión de que no lo has pensado lo suficiente... o simplemente eres un idiota.
— No —lo miré directamente— es que ya sabes cual es mi elección —tomé algunas de mis fichas y las deje en medio de la mesa— y no te agrada.
— Ya alcanzaste el punto sin retorno —igualó la apuesta— lo mejor es irse con las voces que aún corren por las calles.
— Eso no me importa —volví a aumentar— tengo una gran razón para tomar esta decisión.
— Eres repulsivo —tomó todas sus fichas y las empujó hacia el centro de la mesa— nunca nos mereciste a nosotros ni nada de lo que te ayudamos a conseguir si realmente crees que de alguna forma vale la pena cambiar nuestra lealtad por algo tan insignificante y fortuito —aunque su voz sonaba calmada, era evidente su ira reprimida— ¡todos estos años de gloria a la basura por una maldita...! —mi risa lo interrumpió.
— Hahahaha —él se quedó mirándome, molesto— lo siento, es solo que acabo de recordar el día que tú y yo nos conocimos... ¿tú lo recuerdas?
— Por su puesto, no te comes el corazón de alguien todos los días —contestó recostándose por completo contra el asiento con los brazos cruzados— ¿qué es lo gracioso de eso?
— Tal como a esa alma maldita a la que mandé aquí abajo —lo miré con una sonrisa macabra— fue una decisión muy calculada.
— ¡Al menos tu motivación en aquel entonces era la venganza! —empuño las manos sobre la mesa.
— Sigues sin darte cuenta al parecer —en pequeños paquetes, comencé a mover mis fichas con mucha calma para juntarlas con las suyas— ¿en serio piensas que todo esto tiene algo que ver con... sentimientos?
— Puedo ver algunas similitudes... pero en fin, eso te haría el demonio más estúpido de todo el infierno —le dio una calada a su puro— veamos, habla.
— Hice una promesa —sonrió al oírme— y mi palabra vale más que una eternidad de prestigio y... —me interrumpió.
— Ahí está la diferencia principal "Al"... —dijo eso último con desagrado— No le prometiste nada a ese perdedor.
— ... — entrecerré mis ojos al darme cuenta de que me quedé sin fichas— sí, es cierto.
— Entonces deja de actuar como el miserable, débil y patético demonio en el que te has vuelto, y vete con la escasa dignidad que te queda —gruño con los dientes apretados, se inclinó hacia adelante y apagó el puro en el cenicero.
— ... —en silencio, bajé mi mirada hacia mis naipes, un pobre par de 2.
— ¡Al! —al escuchar su voz ambos miramos hacia las escaleras, de las cuales bajaba Vagatha gritando— ¡Al con un demonio nos estamos quedando sin tiempo!
Abrí entonces los ojos para verla alarmada buscando ropa en su armario, asomando la mitad inferior de su cuerpo, cubierto hasta sus muslos por una toalla.
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Aquellas Noches
FanfictionVaggie x Alastor es en mi opinión uno de los ships más vilipendiados del fandom, pero honestamente creo que tiene mucho potencial para explotar el arquetipo del "odio al amor". Vaggie sabe muchísimo de Alastor y lo odia porque le teme, pero ¿podrá e...