Blueberry eyes

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La música resonaba a todo volumen en aquel gran salón. Las personas alrededor bailaban y bebían hasta perder el conocimiento. Todos con una máscara o un antifaz que ocultaba sus rostros de modo que el ambiente era hasta cierto punto misterioso.

Min Yoongi se encontraba en esa fiesta de disfraces para disfrutar de su última noche de juventud antes de dedicarse por el resto de su vida a su nueva familia. Cuando su pareja le había dado la noticia de que serían padres no lo podía creer. El título de padre era algo totalmente nuevo para él, quería tomar responsabilidad y darle la atención que merecía a su hijo pero no sin antes disfrutar sus últimos momentos de libertad para después olvidarse de eso por el resto de su vida y eso es lo que haría esa noche.

Llegó vestido con un pantalón de vestir negro y una camisa del mismo color, un antifaz que ocultaba su frente y la mitad de su rostro con un par de mechones de su cabellera cayendo a los costados de su cara.

Tan pronto como llegó decidió sentarse en uno de los taburetes de la gran barra a un costado de la pista de baile y empezar a ponerse ebrio mezclándose en el ambiente del lugar. Echó un vistazo a su alrededor observando como tanto chicos como chicas bailaban juntos unos de otros, restregándose en la persona frente a ellos manoseándose y algunos incluso besándose tan descaradamente que se podía ver sus lenguas enrollarse la una con la otra.

— ¿Vas a pedir algo? — la voz de aquel chico de espalda ancha que atendía la barra lo sacó de sus pensamientos con aquella pregunta

— Si, un whisky por favor. — el bartender solo asintió con la cabeza y le acercó un vaso mientras destapaba la botella vertiendo su contenido.

Yoongi tomó un sorbo de aquel líquido amargo, sintiendo el ardor en su garganta y luego lo bebió de un solo trago. El joven detrás de la barra sonrió negando con la cabeza, como si aquella imagen se le hubiera hecho un dejavú.

— Sírveme otro. — ordenó a aquel joven que inmediatamente volvió a llenar su vaso de whisky, y luego otro y otro y otro.

— Vaya, vas rápido. — comentó sirviendo por sabrá dios cuántas veces otro trago.

Y mientras Yoongi volvía a beber de aquel líquido observada todo a su alrededor y fue ahí cuando lo vio, aquella mirada de color azul que lo atrapó.

Aquella mirada pertenecía a un chico de cabellera rubia que se encontraba bailando en medio de la pista entre toda la multitud, Yoongi se le quedó viendo por varios minutos, observando como se movía tan sensualmente que nadie se resistía por lo que intentaban acercársele rodeado su cuello o su cintura a lo que él los apartaba inmediatamente sin dejar de bailar. Yoongi simplemente no podía apartar la vista de él, dio un trago a su bebida y como si lo estuviera llamando con la mirada el chico volteó a verlo.

Sus ojos eran de un color azul índigo tan hechizante que provocaron que un escalofrío recorriera toda la columna vertebral de Yoongi, era jodidamente atractivo, se podía notar incluso con el antifaz puesto.

El chico lo miro detenidamente por unos segundos, sonrió y le guiñó un ojo provocativamente, después se giro y siguió bailando. Yoongi pasó saliva y empezó a cuestionarse si sería buena idea intentar acercársele o solamente quedarse ahí viéndolo bailar.

— A la mierda.— tomó su vaso empinándose el resto de la bebida que quedaba y comenzó a caminar por la pista en su dirección, apartando a uno que otro que intentó atraerlo para que bailara con el.

Cuando ya estuvo más cerca de él se tomó un momento para tranquilizarse, suspiró y dio un par de pasos más hasta toparse con su espalda tomándolo por la cintura uniendo su pecho contra el rubio, el cual continuó bailando aún más provocativamente obligando a Yoongi a bailar a su ritmo. El chico elevó sus brazos girándose y colocándolos alrededor del cuello contrario quedando frente a frente con ese atractivo joven de tez blanca, cabello azabache y máscara blanca.

Blueberry eyes [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora