i want a kiss

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Taeyong recordaba a la perfección como, años antes, el pequeño Mark era un inocente extranjero que amaba abrazar y ser mimado por sus mayores. La manera tan adorable en que, si le llamabas para pedirle un beso en la mejilla, él iría corriendo hacia ti con una deslumbrante sonrisa y posaría sus suaves labios en la zona. A veces diría algo lindo como "hyung" o reiría avergonzado, pero no solía negarse a dar tal muestra de afecto.

Mas, ahora esas imágenes en su mente sólo podían quedar como lo que eran: un recuerdo. Pues ese lindo chico cariñoso había sido reemplazado por alguien mucho más vergonzoso, alguien que no se sentía cómodo con el contacto físico, menos aún si había personas a su alrededor, lo cual era la gran mayoría del tiempo. Por lo que cuando se le era solicitado algún pequeño beso en la mejilla, Mark frunciría el ceño, haría un leve puchero y apartaría la mirada, quienes le observaran con más detalle podrían notar un sutil rosado en su rostro, pero era invisible para la mayoría.

No para Taeyong.

Tal vez era demasiado detallista, o sólo estaba especialmente interesado en el cambio y las reacciones de Mark a través de los años, sobre todo porque él ha sido uno de los grandes afectados, su corazón siendo roto un montón de veces cada vez que una muestra de afecto era rechazada. Quizá, si el menor estaba de buen humor aceptaría abrazar unos segundos a Taeyong, pero sólo es un supuesto, ya que algunas veces incluso así Lee menor saldría corriendo en dirección opuesta.

El mayor veía con sus ojos entrecerrados, somnoliento, como Jungwoo se aferraba al cuello de su pequeño y forzaba sus labios en uno de aquellos marcados pómulos que intentaban alejarse del contacto. Creyó que una sonrisa aparecería en su rostro por la escena, pero estaba demasiado cansado como para ello, mas realmente le hacía gracia ver como Mark rechazaba a los demás como si de algo realmente odioso se tratara.

Se encontraban en la sala de práctica, las luces blancas se veían demasiado brillantes para su gusto, sus párpados más pesados de lo que le gustaría, sus músculos dolían después de horas practicando la nueva coreografía. Quería quedarse tirado en el suelo y dormir lo que resta de semana, por más asqueroso que le pareciera dormir sudado. Sólo quería descansar, pero aún debían ir a la camioneta para llegar hasta el departamento.

Escuchó murmullos a lo lejos, pero su visión estaba completamente en negro cuando alguien comenzó a sacudirle. Sus ojos se sentían menos pesados y su cuerpo más frío.

—Hyung.. Hyung —escuchó más cerca de lo que esperó, sólo había una luz de la sala prendida, la cual era más tenue que el resto, y estaba alejada de él— ¿Ya está despierto, hyung? debemos irnos.

Sus ojos se enfocaron en las adorables cejas alzadas de Mark, sus orbes brillaban como si mil estrellas estuviesen en aquellos grandes y lindos ojos, se encontraba sentado a su lado con las piernas cruzadas como indio, no parecía haber rastro de alguien más en la sala, y la puerta estaba sólo entreabierta.

—Los chicos se fueron hace un rato, no quisieron despertarte, pero la camioneta ya llegó y el manager dijo que si no estamos allá en cinco minutos se irán sin nosotros —a pesar del ultimátum entregado por su manager, Mark no parecía demasiado preocupado a pesar del frío que debiese hacer afuera y lo alejado del departamento.

TaeYong se sentó en su lugar rápidamente, su vista volviéndose oscura por el repentino movimiento, mareándolo— Lo siento, voy ahora, Mark.

Mas, el chico parecía no moverse.

TaeYong le miró otra vez, notando como los ojos del menor se encontraban en su torso cubierto por una camisa húmeda.

—Se resfriará, hyung —susurró, quitándose el abrigo que llevaba, acomodándolo sobre los hombros del mayor con delicadeza.

Taeyong sintió su rostro calentar, la repentina cercanía del menor a su rostro para acomodar el abrigo le hizo intimidar, sobre todo cuando sus ojos parecían no querer desconectarse de los propios, brillantes pero oscuros a la vez, hipnotizantes. Su pecho se oprimió y su garganta se vio seca mientras sus pupilas se dilataban.

—Quiero un beso, Mark.

Su voz no titubeó, y se sintió orgullos de la manera en que su cuerpo no temblaba ante la idea del rechazo, sonrió como lo suele hacer cuando le pide este tipo de cariño, sus ojos viéndole inocente. Un beso.

La piel del menor se coloreó, muy levemente, sus labios uniéndose en una muestra de nerviosismo, como suele hacer. Mas, esta vez no se apartó de inmediato, ni salió de la habitación.

Terminó de acomodar el abrigo correctamente y acercó sus labios a la suave piel en la mejilla del mayor. El roce tan suave que hubiese sido imperceptible, como cuando un pétalo busca lugar en tu piel a escondidas.

Ahora sí, el rostro de Taeyong se sintió arder. El toque se sintió tan inocente y suave que en un momento creyó estar soñando. Aún más cuando el tacto de la palma ajena en una de sus mejillas se hizo presente, el pulgar acariciando su piel como si de algo precioso se tratara.

Mark había crecido bastante.

Lo supo cuando la unión de sus labios se sintió cálida y hogareña, él le besó de una manera tan suave y considerada que parecía tener experiencia, pero sus manos frías de los nervios tocando su rostro le delataban. Mark le estaba besando, un beso real y adorable, se sintió hipnotizado por un instante, como volando. La sensación tan ligera de la felicidad recorriendo su pecho cálido.

No cerró sus ojos, fue un momento tan inesperado y pequeño que no tuvo la oportunidad de reaccionar correctamente, siquiera correspondiendo al contacto. Quedó estático, con su mirada clavada en los párpados cerrados del menor que parecían en calma, ignorando por completo el torbellino de sensaciones que acaba de provocar.

Mark fue alejándose lentamente, abriendo sus ojos, sus mejillas estaban suavemente pintadas de rosa, pero sus ojos aún parecían decididos, sin arrepentimiento en su destello cuando unió sus miradas.

—Siempre lo pide, hyung —habló el menor, su voz baja pero segura a la vez, una sonrisa ladeada haciéndole ver.. bien, realmente bien—. Siempre está pidiendo que lo bese.

TaeYong sintió su rostro arder. Sí, siempre estaba pidiéndole besitos al menor, puchereaba a su lado para conseguirlo y era ignorado la mayoría del tiempo. Pero..

¡Él no pedía besos en los labios!

Aunque tampoco se quejaría si esto se transformaba en una costumbre. Los labios del menor eran suaves, el contacto se sintió natural y calmo, la alegría que aquella unión provocó en su interior permanecía cálida en su pecho, una sensación sumamente agradable.

—¿Vamos, hyung? —la voz divertida de Mark le sacó de sus pensamientos, viéndole levantándose de su lado.

Impidió que él se levantara sujetando su muñeca, elevando su mirada con seguridad cuando se decidió y aproximó rápidamente sus rostros, rozando castamente sus labios unidos una vez más.

Sintió una de las manos del menor en su mejilla, manteniendo sus rostros más unidos, correspondiendo al contacto cuando ladeó levemente su rostro, la yema de sus dedos rozando las hebras teñidas que caían por su nuca, como si intentara calmar las emociones que volvían a acelerar su pulso. Considerado.

Duró un par de segundos, hasta que decidieron separarse. Probablemente la camioneta ya se había ido, tendrían que llamar a su manager y se llevarían algún regaño. Pero no se preocuparon demasiado, se sentían demasiado cálidos a pesar del frío de fuera, y demasiado tranquilos aunque serían regañados por su superior.

Pero estaba bien, valió la pena.

;🌹;
Me enamoré del markyong demasiado rápido, ayuda.

Como no es una shipp taan conocida, y no hay mucho material de ellos juntos, aporto con mi granito de arena con un os fluff porque amo el fluff, no me juzguen.

Espero les haya gustado <3 disculpen cualquier error, reviso muchas veces antes de publicar pero siempre se me escapa algo, gg.

Eso, gracias por leer, los tkm <3

i want a kiss, mark ⌕ markyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora