Delta ♯「𝙨𝙤𝙤𝙟𝙪𝙣」[EDITANDO]

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—Aah...—ambos adultos se sorprendieron, ¿Que le pasaba a YeonJun? Ya había pasado un tiempo considerable desde que regresaron, pero su hijo se comportaba de forma extraña... Había faltado a clases por más de cuatro días y no salía de su cuarto, no importaba que tanto insistiera ambos adultos, el no lo hacía. JungKook estaba muy preocupado, el pelirosa ni siquiera asomaba la cabeza para comer algo... Todo empeoró cuando al tercer día de faltar YeonJun hizo un nido con todo lo que había en su habitación, ninguno de los señores Choi, y ahora que escuchaban sus suaves jadeos como los de un Omega en su primer celo se sentían más desorientados.—Mmh...Ah.

El olor a fresas inundaba sus cosas nasales, no era empalagoso, pero si bastante dulce. JiMin estaba buscando las llaves de la habitación de su hijo, tenían que entrar ahí sí o sí. Estaba mal que violara su privacidad, pero debían de hacerlo, al final de cuentas YeonJun les preocupaba .

Mas que nada en este mundo, y no querían que su hijo saliera lastimado...

JiMin por fin había encontrado la llave, su pareja estaba intentando dialogar con su hijo desde afuera, pero el simplemente no respondía algo razonable o entendible en lo absoluto, tal vez de ves en cuando escuchaban sollozos y palabras como Ayuda, Duele o Me siento mal.

Abrieron la puerta de golpe, encontrando una imagen de YeonJun en el nido que había formado con varios cojines y prendas de ropa... Sus ojitos se asomaban en la oscuridad, no quería hablar, estaba asustado y solo quería a su delta junto a él, necesitaba que Soobin estuviera a su lado.

JungKook lo sacó del tumulto de cosas, notando como sus pantalones se sentían humedecidos en la parte trasera y el olor que había notado en YeonJun y que había atribuido a algún compañero el día de la cena familiar al parecer no era de nadie más que de su hijo...

La marca de unión en el cuello de YeonJun estaba totalmente expuesta, sin bufanda o prensa que la ocultará, JiMin frunció el seño, pero no era momento de regaños, debían ayudar a YeonJun a pesar de la confusión.

—Bebé, dime qué fue lo que te paso...—le hablo la dulce voz de su padre Omega intentando calmarlo mientras lo abrazaba, recordó el día en el que YeonJun se presentó por primera vez. Si hijo había llorado mucho y se había asustado demasiado, era como regresar al pasado.—¿Quién te hizo esa marca en tu cuellito, quieres alguna medicina? —El mayor lo tranquilizaba como a un niño pequeño.

—Papá, Papá... N-No me siento bien, duele mucho, se siente raro. —el menor de los Choi se abrazaba de su padre, JiMin aún seguía en shock.

—¿No sabes por qué te está pasando esto? —no quiso responder. —Ven, dime... Necesitamos saber para poder ayudarte —el chico suspiró, era ahora o nunca.

“Todo inicio hace varios meses...”