Cap 4- Quiero hablar contigo

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"Mhm!" Lo primero que sintió Rancui al abrir los ojos fue el tremendo dolor en su cintura y espalda baja mientras murmuraba maldiciones hacia cierto soldado:"Maldito bastardo, esto no te lo voy a dejar pasar, ¡hsssss!, ¡me duele!"

Este gerente culpaba al pobre Hei'er de todo y se limpiaba la culpa de haber dado el primer paso. Por supuesto que no lo iba a admitir ¡es Rancui después de todo!.

Llamando al joven que lo atendía, intentó ponerse de pie lentamente, aguantando el dolor y la incomodidad con los dientes apretados.

El joven llegó rápidamente con agua tibia y una talla para Rancui y se la ofreció.

Luego de que se lavara y vistiera, Rancui se percató de que el Sol estaba demasiado brillante para ser de mañana.

"¿Qué hora es?"

"Es la hora de la comida gerente, desea obtener su ¿desayuno o el almuerzo?"

Rancui se paralizó, ¿durmió tanto sin darse cuenta?, negó con la cabeza y se decidió por el almuerzo.

El joven antes de irse le dio un par de miradas 'raras' y luego salió de la habitación, poco tiempo después entró con dos chicas más trayendo la lujosa comida.

Rancui quien no tenía un gran apetito, devoró literalmente la apetitosa comida delante de él.

El joven ordenó a las chicas que se llevaran los platos vacíos mientras seguía echándole a su gerente miradas profundas.

"¿Qué pasa, acaso te has enamorado de mí?" Rancui, molesto por ser el objetivo de estas miradas preguntó gruñendo.

"N-no, ¿cómo podría yo pensar tan audazmente sobre usted gerente?, es que..." Dudando un poco si en seguir con la pregunta miró de nuevo a Rancui.

"Habla"

"Es que, creo que debería ponerse una túnica de cuello largo gerente"

"Porque debe-..." Rancui abruptamente recordó las escenas de la noche anterior y se cubrió el cuello inmediatamente.

Luego de cambiarse de túnica salió de la posada y se dirigió hacia el condado donde vivía el señor Wu. Hoy es el día en que habían planeado Man Yue y él asegurarse de que el señor Wu no se retractará de ir a la capital. Aunque Rancui no desconfiaba de Man Yue, no pudo evitar preocuparse un poco, este señor Wu, se ve como una persona sencilla, sensible y fácil de tratar, pero en realidad es mucho más difícil de entender de lo que parece, por lo que si Man Yue no puede con esta mente incomprensible, debe dar una mano en el asunto.

Se montó en un carruaje y se dirigió al condado Qingshen. Durante todo el viaje, Rancui no pudo evitar sentir que lo miraban, por lo que se puso un poco alerta y miraba por la ventana en busca de este acosador, pero no pudo ver a nadie sospechoso.

Al llegar al condado, se encontró con la situación de que el señor Wu no había desechado la idea de ir a la capital y a Man Yue que iba de salida. Luego de pasar un tiempo más con el señor Wu, decidieron partir al otro día, por lo que regresó con la mente tranquila a la posada, pero el mismo sentimiento de que alguien lo miraba podía sentirlo, Rancui frunció el ceño y ordenó al conductor apresurarse.

El viaje de vuelta fue mucho más rápido que el de ida.

Pero esa noche Rancui no pudo dormir tranquilo a causa de la preocupación por ese sentimiento ominoso en su pecho. Luego de dar vueltas en las sábanas hasta media noche, logró quedarse dormido de cansancio mental.

Al día siguiente todos partieron hacia la capital. Todos estaban en el carruaje excepto cierto guardia.

Rancui escucho al joven que lo atendía decir que Hei'er tenía algunos asuntos que resolver por lo que deberían adelantarse y él los seguiría luego.

Rancui no pudo evitar dar una sonrisa de desprecio pensando para sí mismo: "ha!, asuntos que atender..., ni siquiera preparó una buena mentira, es obvio que me está evitando. Ba!, me da igual, tampoco tengo ganas de ver ese rostro estoico"

Llegar a la capital duraría entre 15 días máximo o 12 mínimos si el caballo era rápido y no hacían demasiadas paradas. Cuando al fin llegaron a su destino, todos estaban tan agotados del largo viaje que se fueron a sus cuartos sin dudarlo más.

El señor Wu había vuelto a adelgazar, las pequeñas niñas Bo He y Gui Ha que siempre estaban sonriendo o molestando a alguien, no tenían el humor para hacerlo y Rancui tenía una tés un poco pálida y desganada, pero esto le daba a la belleza un toque de fragilidad adorable, Wu Xingzi como amante de la belleza no pudo evitar mirar fijamente a Rancui hasta que este habló.

"Señor Wu, en dos semanas será la reunión de la sociedad Peng, en su habitación está la nueva edición del Pengornissur, puede elegir a quien gustes y enviarle cartas para que obtenga más fotos de pengornis"

Wu Xingzi estaba un poco avergonzado de que su pequeño fetiche de recolectar pengornis se hubiera descubierto, por lo que rápidamente agradeció y subió a la habitación a echar un vistazo al libro.

Rancui recuperó algo de ánimo gracias a la reacción de Wu Xingzi, luego subió a su habitación y pidió que le prepararán un baño.

Se sumergió en el agua caliente y sintió como si todos sus músculos se relajaran y calentaran, soltó un suspiro de comodidad y luego tomó un poco de té que estaba a su lado.

Todo estaba tranquilo...

...

Muy tranquilo…

...

Demasiado tranquilo…

...

Pero...

¡¿Por qué está tranquilidad le molestaba tanto?!

Rancui se sintió un poco triste sin saber por qué, se sentía un poco vacío, como si algo le faltara, su corazón pesaba. Rancui, quien por primera vez se sentía de esta manera no pudo evitar enojarse. Estaba enojado consigo mismo, le molestaban las cosas que no podía entender, y ahora mismo no se entendía a sí mismo por sentirse así. "¿Qué es esto?, ba, debe ser porque estoy demasiado cansado."

"De cualquier manera, ¿dónde se ha metido ese perro callejero?, ya estamos en la capital y no hay rastro de él. Hmp, diciendo que iba a cuidar del señor Wu, pero ni siquiera da la cara ante sus actos, ¡cobarde!" Rancui maldecía en voz alta a Hei'er mientras salía del agua y se vestía con una túnica interior de algodón de color cian.

Salió del baño y se dirigió a su habitación con la tasa de té recién llenada, al entrar a su habitación se encontró con una figura alta y delgada parada al lado de la ventana.

La tasa que era sostenida calló al suelo con un ruido sordo, llamando la atención del hombre que estaba de espaldas, se giró hacia Rancui, sonrió con un poco de culpa y dijo "¿Ya saliste?, quiero hablar contigo".

-Destruyendo las barreras del desprecio- (Heicui. Hei'er x Rancui) By: YAVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora