BABYGIRL - km au.

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Las ventanas del auto comenzaron a empañarse rápidamente, y todo el ambiente se llenaba de gemidos ahogados por parte de ambos. Jimin comenzó a besarle el cuello lentamente a Jeon, dejando todo rastro de humedad por su lengua. El pelinegro solo se retorcía bajo de él mientras que empujaba sus caderas hacia él.

-¿Sexo con ropa en el auto?- preguntó.
-¿Quien dijo que iba a ser con ropa?- sonrió Jimin y comenzó a desabrocharle el pantalón al pelinegro. -Mhmm... ya estás duro, ¿tan rápido?
-Tu tienes ese efecto en mi.
-Me parece genial... vamos Jungkook-ah... bájame los pantalones- le susurró mientras que su mano se ocupaba de sacar el miembro de Jeon afuera.

Con su palma lo tomó lentamente y con la ayuda del fluido preseminal comenzó a masturbarlo.

-D-Dios...- gimió Jeon mientras que bajaba con una sola mano el pantalón del chico de cabello rosa. Al bajarlos, Jungkook deslizó los dedos contra la piel del bailarín y sintió una textura diferente. -Espera... ¿L-Llevas lencería?- preguntó sorprendido y tragó saliva.
-Obvio que sí... para tí- dijo con sus manos ocupadas.
-Para mí- repitió y con ambas manos comenzó a acariciarle el trasero al bailarín. -Eres suave...-
-Cuido mi piel- dijo besándole el cuello y entonces le susurró -Se duro conmigo, Jungkook-ah... no me molestará- sonrió entre besos.
-¿E-Estás seguro?- titubeó.
-Muy...

Jeon al escuchar a Park le dió una palmada leve y Jimin no pudo evitar gemir al sentirlo.

-¿B-Bien?-
-Oh no....
-¿No? ¿Más fuerte? ¿Más despacio?
-No, no, no, no, mierda- dijo Jimin bajándose de Jungkook rápidamente para volver a su asiento.
-¿Q-Qué pasó?- preguntó preocupado Jeon, pero sintió tres golpes en su ventana.

Era un oficial.

Este le hizo una señal para que bajara el vidrio y Jeon suspiró fuertemente haciéndole caso.

Mierda.

-B-Buenas noches, oficial...
-Soy solo un guardia de este sector... pero está prohibido actos sexuales en la vía pública, ¿Lo sabían?- dijo observando todo dentro del auto.
-¿Q-Qué? No estamos haciendo t-tal cosa, señor-
-¿Está seguro?- dijo apuntando con su linterna al miembro de Jeon que se encontraba aún al descubierto.
-Oh.

Mierda, mierda, mierda.

Sin pensarlo dos veces, Jeon ocultó su miembro y se abrochó los pantalones rápidamente.

-L-Lo siento, señor... Dios...- Jeon se cubrió el rostro ruborizado y Jimin solo reía bajito.
-No volverá a suceder, señor... Lo prometemos-sonrió Jimin y este lo apuntó con la linterna haciendo que se cubra la vista con sus pequeños dedos.
-¿Te conozco?- preguntó.
-¿Perdone?
-Te he visto en algún lado, pero no sé donde...-
-Esto tiene que ser una broma- dijo entre dientes Jeon -Bueno, ya nos vamos. Buenas noches- soltó fríamente el señor se alejó. El pelinegro comenzó a manejar con una mirada seria.
-¿Qué fue eso?- preguntó Jimin mientras su cinturón de seguridad volvía a su cuerpo.
-Nada.
-¿Estás celoso porque ese viejo quizás iba a Sinners?- rió Jimin -Yo ni siquiera lo he visto Jungkook-ah
-Mhmm...- musitó.
-¿Celoso? ¿Eh?- sonrió Jimin -Déjame manejar mientras te pones el cinturón, Jeon- dijo quitándole el volante.

Jungkook le hizo caso y rápidamente volvió a manejar.

-Gracias por preocuparte por mi seguridad, Mimi-
-¿Me dices Mimi otra vez?- sonrió y depositó unos besos en su cuello. -Ya quiero llegar a tu casa para que dejes de llamarme así.... - le susurró en un tono coqueto.

Jeon solo sonrió imaginandose el bello cuerpo del bailarín en su cama.
O sofa.
O mesa.
Cocina.
Baño.
Etc.

Tenían bastantes opciones.

Después de unos minutos ambos llegan a la casa del pelinegro. Este estacionó el auto en su cochera y le abrió la puerta al bailarín para que saliera.
-¿Desde hace cuanto que vives solo?- preguntó mientras se acercaban a la entrada.
-Comencé a tatuar y me independicé- sonrió y abrió su puerta -Bienvenido a mi hogar- le dió un espacio para que Jimin entre y este se sacó sus zapatos rápidamente.
-Es tal como me lo imaginé- sonrió observando el lugar -Es precioso, Jungkook-ah- lo miró con ojos sonrientes.
-Gracias... yo mismo lo decoré.
-Tienes buen gusto- le dijo mientras tomaba asiento en un sofá negro de cuero.

Jeon miró a Jimin de pies a cabeza y asintió.

Si lo tengo.

-¿Sed?- preguntó caminando hacia la cocina.
-Sí, de tí...- Jeon detuvo sus pasos.
-Oh... interesante, ¿Cómo te puedo ayudar con eso?- preguntó coquetamente.

Jimin se quita la chaqueta y su camisa en dos movimientos ágiles. En su torso se pudo notar la parte de arriba de la lencería que el pelinegro había sentido en el auto minutos atrás.
Como si fuera un acto de magia, Jungkook se agitó y sus pantalones se sentían aún más apretados en la zona de su entrepierna.

-Terminemos lo que queríamos hacer en el auto Jungkook-ah...