BABYGIRL - km au.

•33•

Jeon siguió conduciendo mientras ladeaba un poco su cabeza perdido. No entendía a qué se refería con opción dos, pero tampoco quería preguntar, porque al momento de mirar el rostro de su novio, su corazón se rompió por completo.

El bailarín ocultaba su boca con el puño de su chaqueta mientras que apretaba sus ojos de dolor. Pequeñas lágrimas caían desde sus hermosos ojos haciendo que su ropa se humedezca por completo.

Jeon no quería preguntar, porque él ya entendía por dónde iba el tema.

Al llegar al departamento de su novio, Jimin sin dirigirle la palabra abre la puerta y entra dejándola abierta para que su novio pueda pasar.
Jungkook se quitó los zapatos rápidamente y caminó hacia la cocina para ofrecerle un poco de agua al triste bailarín quien ya estaba con ojos ojos y cansados.

-Ten... cariño- le dijo al entregarle el vaso de agua, pero Jimin negó con su cabeza mientras miraba el piso.
-N-No quiero...
-¿Mimi...?

Silencio.

-¿Te despidieron?- preguntó mirando al pelirosa mientras esperaba una reacción de él.

Y la obtuvo.

Jimin se tapó el rostro y comenzó a llorar desconsoladamente. Jeon sin pensarlo dos veces lo abrazó y lo atrajo hacia él. Con sus manos le hacía cariño en su espalda delicadamente, como si fuera una pieza de porcelana frágil.

-N-No sé qué haré ahora... ¿d-dónde trabajaré?- se preguntó -Debo pagar cuentas... d-debo pagar m-muchas cosas... bailar es mi vida... y Sinners era todo lo que tenía...- sollozó.
-Tranquilo cariño... las cosas mejorarán... no te dejaré...

Jimin levantó su vista hacia el pelinegro y le sonrió tristemente.

-Te quiero... y t-te quiero mucho... pero... esta noche, quiero estar solo, Jungkook... quiero estar en mi soledad... no quiero... n-no quiero estar con alguien esta noche...
-P-Pero Mimi... soy tu novio... somos pareja... no pienso dejarte solo aquí...
-No es eso Jungkook...- musitó el bailarín mientras miraba el piso -solo... déjame en mi soledad esta noche... es mejor que te vayas...

Jeon se alejó lentamente y respiró hondo.

-Mimi...
-Por favor... respeta mi d-decisión...

Jungkook asintió y le dejó el vaso de agua en la mesa de centro. Se puso de pie y caminó hacia la entrada para tener sus zapatos de vuelta.

-Llámame si necesitas algo... vendré enseguida...

No obtuvo respuesta de él.

Él espero que Jimin le dijera que no, que era mejor que se quedara, que era mejor que pasaran las penas juntos como él lo tenía pensado desde un principio, que era mejor pasar la noche acurrucados esperando que llegue un día nuevo. Jeon abrió la puerta y miró hacia atrás.

Pídeme que me quede...
Pídeme que me quede contigo...

Pero Jimin jamás se lo pidió, entonces Jungkook cerró la puerta y emprendió su camino lejos de él.

Seokjin llega a su casa y lanza su bolso lejos de él. Toma asiento en el sofá y sostiene su cabeza con sus dos manos mientras miraba el piso.
Esta noche tomó una de las decisiones más difíciles que ha hecho en toda su vida, acaba de despedir a uno de sus amigos siguiendo las reglas que su padre había creado hace muchísimo tiempo.

-Ya no quiero trabajar ahí...- suspiró molesto -Me dejan como el malo cuando solo hago mi trabajo.

Él llegó a un punto donde hablar consigo mismo era parte de su vida normal, el cansancio y el estrés lo estaba matando por completo.

-¿Qué hiciste Jin?- preguntó una voz masculina.
-Despedí a Jimin... él está saliendo con Jungkook... va contra las reglas...
-Eres el jefe... puedes crear reglas nuevas y lo sabes- dijo el hombre sentándose al lado de él.
-Lo sé... pero... el club trabaja tan bien así...
-No dirás lo mismo cuando pierdas dinero y clientela... porque la mayoría va a tu lugar para ver a babygirl y luego se va... tu lo sabes más que nadie.
-L-Lo sé... ¿Qué debería hacer cariño?- le preguntó tomándole las manos.
-Yo soy solo un simple coreógrafo, no sé mucho de reglas y eso... pero Jimin es mi amigo y sé que él es feliz bailando y aún más estando con Jungkook. Al menos lo tiene a él... pero aún le falta su otra razón de vivir... y se la quitaste.
-Soy horrible, ¿no?

Hoseok asintió y se puso de pie caminando nuevamente hacia la habitación.

-Acabas de cometer un terrible error, y estoy seguro que te arrepentirás...