Jimin sintió una gran bofetada de parte de su padre, haciendo que este caiga al piso. Su madre, atrás llorando por la noticia que él le había dado.
-Primero nos dices que eres gay... ¿luego que bailas desnudo en un bar nocturno? que asco... mírate nada más... cuando puedes tener un trabajo mejor, prefiere prostituirte-
El castaño (en ese entonces) lentamente comenzó a ponerse de pie, pero su padre lo lanzó al piso otra vez.
-Agarra tus cosas, y te vas de mi casa... no quiero que los vecinos hablen de nosotros- dijo mientras sostenía una cerveza en su mano. -P-Pero papá...- lloró -N-No tengo donde ir...- -Acuestate con alguien y consigue el dinero, eso será fácil para tí, ¿no?- rió el hombre mientras que su hijo intentaba limpiar la sangre que salía de su labio inferior. -Mami...-
Su madre se levanta con lágrimas en los ojos y lo deja abandonado en esa habitación donde solía estar su cama.
-No te quiero ver, te vas esta noche... mujercita- -Papá... por favor....- sollozó, -No me dejes...-
-¿Estas bien amor?- preguntó Jeon al ver que su novio estaba mirando hacia la ventana.
Jimin salió de sus pensamientos y sostuvo la mano de Jeon. Éste asintió y sonrió.
-Jamás me sentí tan bien como ahora...-
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La noche se llenó de conversaciones de temas variados, acerca del trabajo de cada uno, de la familia, de mascotas, de gustos, viajes, etc. La familia Jeon adoraban a Jimin, él era una persona increíble.
Luego de unas horas, el par subió hasta la ex habitación del pelinegro, donde iban a pasar la noche antes de irse. Ambos se despidieron de sus padres y cerraron la puerta de la habitación.
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-¿Con que esta es tu antigua habitación?- preguntó quitándose la chaqueta que tenía puesta. -Si, hace mucho que no venía... Me gustó mucho esta habitación- dijo tomando asiento en su cama. -¿A cuantas chicas trajiste?- -Ninguna... Mi primera vez fue en su casa- soltó Jeon. -Mhmm... ¿Cuántas veces te masturbaste...?- Las preguntas subidas de tono siempre sorprendían a Jungkook. No importa qué pregunta era, o a qué hora lo preguntaba... siempre lo tomaba desprevenido.
