Limerencia |C.Weasley Smutfic| |+18|

III: Fuego

(N/T: Lo que este escrito así es porque están hablando español)

Airam tomo la pequeña mano de Estela para cruzar la carretera fijándose en ambos lados.

—¡Daniel, espera!

La morena caminaba más rápido para alcanzar a su hermano.

—Airam, ya te he dicho que puedo venir solo al instituto, no necesito que me estés cuidando.

—¡No te tendría que estar cuidando si tus profesores no me mandaran a traer porque no entras a la estúpida escuela!

Exclamo molesta, odiaba que su hermano menor fuera tan rebelde, realmente la sacaba de sus casillas.

—¡Deja de meterte en mi vida, yo soy el hombre de la casa y puedo hacer lo que quiera!

El moreno volteo a ver a su hermana mayor con el ceño fruncido.

—¿El hombre de la casa? —enarco la ceja— ¡No eres más que un estúpido mocoso, bueno para nada, ni siquiera lavas tus calzones mugrosos! ¡Por Dios! ¡Ni aportas nada a la casa! ¡No eres más que un chiquillo nalgas miadas con aires de superioridad, así que vele bajando o juro que dejare de mantenerte como hasta ahora, Daniel!

—¡¿Qué?!

—¿Crees que solo por ser varón eres el hombre de la casa? — Airam decía todo molesta, pero sin soltar la mano de la niña —¡Pues no! ¡Así que ya compórtate o búscate un trabajo para que dejes de ser un parasito!

Las mejillas de Daniel se volvieron completamente rojas y sin despedirse camino al instituto, Airam no le quito la vista de encima hasta que vio que estuvo dentro.

—Daniel sí que es un tarado — la dulce voz de la infante llego a los oídos de la mayor —...siempre se comporta de esa forma, me cae mal.

—Cielo — Airam se encuclillo poniéndose a la altura de la pequeña pelinegra —...tu hermano está en la pubertad, no sabe nada de lo que dice, pronto se arrepentirá de eso.

—Cuando yo esté en la pubertad no seré así — frunció la boca en un gesto demasiado tierno —...te prometo que seré tan buena como tú.

—Estela, siempre eres tan dulce.

Airam abrazo con fuerza a Estela y dejo un beso sobre su mejilla, realmente la adoraba.

Después de dejar a Estela en el colegio se dirigió al hospital civil en el centro de la ciudad, hoy le tocaba un turno de nueve de la mañana a cinco de la tarde, por lo que More, una de sus amigas que trabajaba con ella en el Luxury recogería a su hermana menor y la pasaría dejando en el hospital ya que la menor salía a las cuatro de la tarde, de Daniel no se preocupaba tanto porque el podría volver solo a su hogar.

Se puso el uniforme de enfermera y acomodo su cofia para ir al área de urgencias que parecía atiborrada de gente ya que hace unas cuantas horas un incendio ocurrió en una fábrica a las afueras de la ciudad, nadie entendía como fue provocado porque no había rastros de fuego anteriormente o de algún material flamable.

Inicio tomando los signos vitales de algunos pacientes para irlos pasando con los doctores, si era alguna quemadura de primer grado o algo leve ella los atendía sin necesidad de pasarlos al consultorio.

Realmente amaba ese trabajo, le gustaba ayudar a la gente, lo único malo era que el sueldo no es lo suficiente para mantener a su familia y los doctores mayores que se creían con el derecho de atosigar a las enfermeras más jóvenes o a las chicas que estaban haciendo sus prácticas, lo peor es que si no querías perder el trabajo no debías de contestarles o ponerlos en su lugar, y Airam para Airam era demasiado difícil por su carácter explosivo.

La cantidad de pacientes disminuyo considerablemente, pero para sorpresa de la morena tres personas más entraron al hospital con rapidez, ya que uno de ellos venia demasiado herido.

♤♤♤

—¡Mierda!

Charlie corría lo más rápido que podía a lado de Simona y Razvan, mientras Valkan trataba de sacar a toda la gente de la fábrica que ardía en llamas.

—Si vuela por más tiempo llegara a la ciudad y no podremos cambiarle los recuerdos a tantos muggles — el peli azul se escuchaba agitado —, tenemos que lograr atraerlo con algo o llevarlo a las orillas del bosque para lograr domarlo.

—¡Les dije que cerraran bien la jaula! ¡Ese dragón aún no estaba listo para estar libremente en el santuario! —riño Simona a los varones — ¡Solo tenían que vigilar que no escapara, malditos estúpidos!

Simona tenía razón en estar enojada con Charlie y Razvan, habían traído desde China a una bola de fuego chino que aún era indomable, ella varias veces les dijo que lo mejor era tenerlo en una jaula hasta que se acostumbrara al santuario...pero... ¡Sorpresa! Ni Charlie, Razvan o Valkan le hicieron caso.

Decían que lo mejor era soltarlo con los demás dragones y en cuanto menos se lo esperaron este se había escapado del Santuario destruyendo una de las paredes mágica, para después sobrevolar en los lugares cercanos hasta llegar a la fábrica donde muchos muggles trabajaban. Las personas al verlo se extrañaron y como cualquier persona sin conocimiento de las criaturas mágicas le lanzaron piedras y demás cosas haciendo que el dragón se enojara y lanzara una llamara de fuego ardiente dando inicio a un incendio que acababa con todos, varios bomberos y ambulancias comenzaron a llegar.

Valkan se quedó a ayudar a tratar de sacar a la gente de ahí e irle cambiando los recuerdos, mientras los otros tres seguían al dragón.

Lograron que el dragón se fuera hacia el bosque y no hacia la ciudad, donde loes tres juntos intentaron encadenarlos con ayuda del hechizo incarcerous.

Pero el animal estaba incontrolable lanzado fuego por todos lados y elevándose cada vez más.

Hubo un momento en el que ninguno se dio cuenta, pero el bola de fuego chino bajo y ataco a lo primero que tuvo enfrente.

Charlie soltó un quejido espantoso cuando el fuego quemo su piel.

Mona corrió hacia él, mientras Razvan logro encadenar al dragón en el suelo después de varios intentos.

—¡Charlie! — Simona se arrodillo a su lado — ¡Aquamenti!

El chorro de agua cayó sobre la piel de Charlie refrescándola un poco pero el ardo continuo.

—¡Mierda, arde!

El pelirrojo varias veces había sufrido quemaduras, pero ninguna fue tan grande como esa.

—¡Ya mandé la señal para que vengan por el dragón! ¡Tenemos que llevar a Charlie al hospital, no nos dará tiempo hasta llegar al Santuario veo como su piel sigue quemándose por dentro!

Charlie se retorcía del dolor y varios gritos salían de su boca.

Entre Simona y Razvan lograron ponerlo de pie, el hospital no quedaba tan lejos del bosque.

Solo esperaban que Charlie no perdiera el conocimiento.