Impensable (Konohamaru x Naruto)

Clan Hyūga

Las hermanas Hyuga habían permanecido juntas en la casa de Hinata. Desde que se fueron Naruto y Konohamaru de la casa, no pudieron ni dormir. Se quedaron en la mesa hablando de sus cosas, aunque no llegaban a ningún término. Ninguna de las llegaba a comprender nada, pero sí sabían una cosa: No debían continuar así. Por un lado, Hinata sufría por Hanabi, ya que intuía que lo suyo con Konohamaru no funcionaría. Al menos, así vio a Konohamaru durante la cena, quien no tuvo ningún tipo de gesto cariñoso hacia su hermana; no parecía enamorado. Y por el otro lado, a Hanabi le dolía que Naruto fuera así con su hermana, pese a que no era conocedora del verdadero porqué.

-¿Pero cómo puedes consentir que Naruto te trate así, Hinata? No seas tonta. Debes pararle los pies. -Salió el carácter de Hanabi para poner las cosas en claro de una vez por todas.

-En realidad, Naruto tiene razón: Nos obcecamos en vivir una farsa. Él no me quiere como yo deseo. Y, por mi parte, es un imposible creer que lo hará. He vivido durante mucho tiempo de una falsa ilusión, completamente engañada. Lo cierto que el cariño que le tenía se ha tornado hacia un desprecio, pero no es odio. Estoy tan cansada, que soy incapaz de odiarlo... No podría hacerlo. Lo quiero. Es el padre de mis hijos y, ante todo, mi amigo. Lo que no pudo ser; no pudo ser. Lo que tendría que hacer es apoyarlo en la medida de lo posible, dejar que haga su vida sin tener que atarlo. Él no quiere estar conmigo, Hanabi. Ya está. Es hora de afrontar a la realidad. -Hinata se había quedado muy a gusto por decir todo esto-. Ahora te toca: ¿Estás enamorada de Konohamaru?

-Bueno, estamos conociéndonos, en realidad. No sabría decirte si lo estoy o no, pero sí me gusta. Lo conoces desde siempre, y tiene todo lo que una mujer podría desear. Pero temo que le haya pasado algo, que Naruto le haya podido hacer daño.

-No te preocupes, que Naruto sería incapaz de hacerle nada. Está en buenas manos. Lo más probable es que estén hablando de sus cosas. Naruto necesita de un hombre en donde llorar; tiene mucho estrés y frustraciones. Probablemente, Konohamaru sea su hombro. A fin de cuentas, todo el mundo lo quiere, pero él no habla con cualquiera, ni siquiera conmigo. Aunque, las veces que lo ha intentado, yo no he sido muy receptiva. Si de verdad te gusta Konohamaru, Hanabi, apóyalo, dale cariño. No quiero decir que anules tu carácter, como he hecho yo, sino que seas su bastión. Si no lo haces, te pasará como a mí. Y en el supuesto de que no llegarais a ser pareja, no pasa nada; no sufras. Os quedará una amistad sincera por no haberos lastimado gratuitamente. Éste es el mejor consejo de hermana que pueda darte. -Hinata miraba a su hermana con esos ojos de hermana mayor que son protectores, duros a la par que dulces. Esas miradas que acarician el alma-. Bueno, vete a casa. Es muy tarde. Si sé algo, ya te informaré.

Hanabi se fue a su casa mientras Hinata se fue a la cama. Mañana hablaría con Naruto. Todo lo que le había dicho a Hanabi, tendría que decírselo a él. También quería tener la conciencia tranquila.