Balas Perdidas ¿Alguien me amará? (Nueva Versión)

Capítulo 19.-En otra vida, tú y yo seremos felices

La realidad me golpeó como un balde de agua fría cuando moví mis manos con rapidez tratando de abrazar aquella nueva vida que a partir de ahora sería mía, ya no sería de una Angelina, que la intentaría abrazar y me esforzara por tener aquello que por años había estado anhelando.

Ya no iba a desear la vida de alguien más, porque ahora se iba a convertir en una realidad, o ese fue mi pensamiento mientras intentaba convencerme de que esta vez sí sería diferente, en donde le cambiaría el final a una historia que ya estaba destinada para mí.

Intenté abrir los ojos, pero por más que me esforzaba era una oscuridad inminente la que se presenciaba, el roce de la tela con mis ojos me causó un ardor que me hizo mojar con mis lágrimas aquel trozo de tela que me impedía la visibilidad.

Moví mis manos con fuerza y el sonido de la cadena me hizo saber que todavía seguía encerrada en este sitio. La sonrisa que en algún momento al saber que la libertad estaba más próxima de lo que creía se desvaneció de manera instantánea.

—¡Estoy aquí!—grité de manera ininteligible por la mordaza que tenía en mi boca, me ubicó en el sitio en el que todavía estaba mi presencia.—¡Ayuda!

Continúe con mis gritos, quería que aquel pensamiento que me había mantenido presa por un gran lapso de tiempo considerable fuera verdad, que detrás de aquella puerta hubiera dos hombres buscándome para convertirse en mis héroes.

Las sirenas de la policía volvieron a escucharse en aquel lugar en donde reinaba el silencio, cada vez se escuchaban más próximas, que grité con tanta fuerza y sacudí las cadenas con frenesí creando una melodía como el sonido de la esperanza que retumbaba en mi mente como una enorme posibilidad por cumplir mis más altas expectativas.

Los pasos corriendo por encima del lugar, sabía que la posibilidad por la que mis padres hayan huido era enormemente, pero eso no me importaba, yo solo quería poder salir de aquí.

Escuché que movían los muebles de un lado a otro, el golpeteo de la puerta poniendo oposición porque no quería que lo que hubiera dentro fuera revelado.

—¡Aquí!—anunciaban entre ellos.

Resoné con más insistencia las cadenas para que por una vez en mi vida mis gritos fueran escuchados con la misma ferocidad con la que salían de mi boca pidiendo ayuda de manera insistente.

Forcejearon con la puerta y el sonido de bajar sin ayuda de una escalera al área me hizo sonreír, ¡había ganado! ¡El bien había triunfado!

Un balde de agua fría cayó sobre mi cuerpo, lo sentí tan refrescante que supe que ya estaba a salvo, toda la suciedad que conservaba mi cuerpo se deslizó por toda mi anatomía hasta llegar al suelo.

No había una realidad golpeándome que aquel deseo que tenía no se había cumplido, esto era verdad. Mi sueño por salir de aquí se había cumplido, acariciaron mi cabello con sus manos, sentí el tacto de dos hombres encima de mi cuerpo como una manera de decirme que todo estaría bien, aquella protección que me estaban transmitiendo con un simple roce era enorme.

Unas manos quitaron la mordaza y tuve la posibilidad de decir una palabra.

—Gracias, muchas gracias—fue la primera palabra que salió de mi boca.

Posteriormente continuó con la bandana que me impedía la visión, vi oscuro y solo lloré por la impotencia que había sentido estar durante varias horas dentro de un sitio tan oscuro en donde mis padres me hacían daño con la tortura de que toda mi vida había vivido en un privilegio cuando de un monstruo me trataba.

Parpadee varias veces para encontrar el rostro de los héroes y llevarlo conmigo de manera definitiva, debido a la negrura del lugar no pude distinguir a aquellos dos seres heroicos que me habían rescatado.