ℳ𝒾𝓂ℴ𝓈 - 2𝒥𝒾𝓃

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El audible suspiro que se escuchó en aquella habitación solo indicaba una cosa, había metido la pata. Pensaba que comprando dulces, helado de chocolate y una sábana gigante sería suficiente para contener esa semana a su novia, pero no fue así. Se le quedaba algo, algo que no sabía dar.

— Quiero mimos Amor – Al escuchar eso su mente entró en pánico –

Tal vez podía sonar tonto, hasta vergonzoso, pero la verdad era que, no podía darle algo que no entendía o que no sabía como funcionaba. Sí, esa era la verdad, Kim Hyunjin, no sabía dar mimos y sus amigas solían burlarse de ella por eso.

No se quejaba de su novia, las peleas eran mínimas, era muy atenta y le mostraba cosas que nunca imagino o le enseñaba a valorar esos pequeños detalles que la gente solía pasar por alto. La amaba, con todo su corazón, aunque muchas veces no fuese la persona más romántica de el mundo, pero se lo demostraba con acciones, era lo que mejor sabía hacer.

— Masita – La llamó en un tono bajo mientras se acercaba a ella que le daba la espalda – ¿No me vas a hablar?

No recibió respuesta alguna, solo silencio, por esa razón se trepó a la cama, gateando hasta su contraria, para así dejar su cabeza sobre sus piernas. En menos de lo que esperó, ya se encontraba recibiendo tiernas caricias en la cabeza, tan delicadas que parecían no querer romperla, pero cuando sus ojos encontraron los suyos, notó que estaban brillosos.

— Amor, no llores por favor – Pidió levantándose de aquella posición, para así poder sentarse sobre sus piernas, tomando su rostro entre sus manos –

Sintiéndose casi derrotada porque aquella chica que amaba con toda su vida, ahora evitaba su mirada, intentó pensar de forma rápida, hasta que una pequeña idea cruzó por su cabeza. Sin darle muchas vueltas, comenzó a dejar pequeños besos en sus mejillas, barbilla, en su frente y al llegar a sus labios, fue un roce leve, viéndola hacer un tierno puchero.

— Una sonrisita, ¿si? – Preguntó en un tono bajo viendo como sus labios se curvaban levemente hasta formar una sonrisa – Te amo.

Susurró para así besarla de manera sutil. Si intentaba describir cómo era esa experiencia y la forma en la que la hacía sentir, era simplemente mágico. Como se acoplaba de manera perfecta a ella, como aquellos leves roces lograban volverla loca y como lograba que su corazón latiera de aquella forma tan rápida sin poder contenerlo. Jeon Heejin era su todo y quería demostrarle eso siempre, aunque muchas veces no fuese la novia más comunicativa del mundo. 

ℳ𝒾𝓂ℴ𝓈 - 2𝒥𝒾𝓃 𝒪𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora