La vista panorámica que se apreciaba desde aquel templo era sin duda la mejor que se pudiera tener. Se podía apreciar toda la ciudad desde allí con todas esas luminarias decorándole y haciéndola mucho más vistosa de lo que en realidad era. Sin duda se trataba de un lugar perfecto para que las parejitas que había se relajaran y disfrutaran del mágico momento. Al menos ése era el ambiente principal que se respiraba.
Sin embargo, la intención de esos dos recién llegados no era adentrarse más allá del templo o sus alrededores, sino apreciar el santuario. Incluso había pequeños niños corriendo de acá a allá arrojándose pelotas de papel o globos rellenos de harina.
—Quizás haya sido mi imaginación, pero hace rato sentí como si alguien nos estuviera vigilando. Aunque posiblemente sean exageraciones mías…Para mi mala suerte no nos hemos topado con alguno de ellos –la verdad es que había estado en todo lo correcto al decir que alguien le seguía los pasos, sin embargo, nunca se dio cuenta de quién.
—¿Todo está bien Daishi-chan? –preguntó su acompañante.
—Claro que sí. Solamente me quedé pensando en lo bonito y tranquilo que es este sitio.
—Me alegra que te estés divirtiendo –expresó sonriente. Sinceramente la estaba pasando muy bien al lado de esa chica. Admitía que era muy mona.
—Por supuesto –le sonrió ladinamente-. Además todavía quedan más juegos a los que me gustaría participar. Solamente espero no ser tan mala en todos ellos –comentó. Hasta ahora estaba más que bien con sus dos premios; no había dejado que Hikaru le cargara las cosas y éste simplemente le observó con cierta satisfacción.
Tras unos minutos más de apreciación y de expresar una oración a la deidad local, dieron media vuelta con la clara intención de volver al ambiente fiestero de la noche. No obstante, ni siquiera llegaron hasta la escalinata que conectaba al festival con el santuario antes de que alguien les bloqueara el paso. Alguien ya les había encontrado y demandaba respuestas.
El castaño miraba entre anonadado y con temor al moreno. ¿Quién era?¿Qué quería?¿Buscaba problemas? No es que no fuera lo suficientemente hombrecito, pero el peli azul le sacaba varios centímetros de altura sin mencionar que no lucía para nada de buen humor. Aunque posiblemente lo último que le cruzó por la cabeza fue que él estuviera allí a causa de su acompañante.
Axelle le obsequió una mirada cargada de cierto asombro. De verdad que no estaba esperándose encontrarse con él en ese preciso instante y mucho menos que luciera tan malhumorado, clavando esos fríos ojos azules tanto en ella como en Hikaru. Era como si hubiera visto todo lo que había hecho con ese chico hasta ese instante. Y era justamente lo que había pasado, pero ella lo desconocía totalmente.
Nadie dijo absolutamente nada por minutos que parecieron horas.
—Aomine, qué sorpresa verte por aquí. Veo que también estás disfrutando el festival como nosotros –ella fue la primera en hablar, usando ese inusual tono cargado de amabilidad. Él no creía posible que pudiera endulzar su voz de esa manera. Para él la chica que estaba frente a él no era la Axelle que conocía; fue cuando supo que esa mujer de verdad era una manipuladora de talla mundial.
—¿L-Lo conoces, Daishi-chan?
—Por supuesto –respondió rápidamente-. Somos muy buenos amigos –esa palabra final la remarcó con saña, como si le echara un balde de agua gélida encima. Las advertencias de Kagami no pudieron ser más acertadas-. Aunque pensaba que estarías con Momoi y los demás –continuó. Él solamente chasqueó la lengua. Ella estaba encargándose de rematarle la noche.
—Que él sea un idiota y no se dé cuenta de que sólo lo estás embaucando, no significa que yo te creeré tu teatrito –habló el moreno, mirándola exclusivamente a ella. Su acompañante poco le importaba ahora-. Deja de fingir ser una dama delicada, encantadora y comprensiva.
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanfictionNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...