Kika:
Era una mañana aburrida de febrero, el verano en Buenos Aires era extremadamente caliente y a mi abuela se le ocurrió la brillante idea de ir a la playa, cosa que a mí nunca me gustó pues el agua y el calor me resultabann aburridos.
Y si era el mar peor, porque fue el mar quien se robó a la única persona capaz de arrancarme una sonrisa.
Mi mamá desapareció en un horrible naufragio y le dieron como muerta y desde ese entonces yo tengo pánico al mar y al agua en general, desde ese entonces también me encerré en los libros y dejé hacia atrás la nena que un día fui.
Mi hermana entretanto amaba al mar y ama los veranos con todas sus fuerzas, ya yo, yo tenía un invierno en mi Corazón.
Seguía aburrida ordenando todo para ir a la playa cuando Azul me tocó en los hombros.
— ¿Ay nena en serio vas a llevar el celular?
— Y sí, tengo que terminar de escribir mi novela de Rebelde Way para subirla a wattpad. — Dije mientras guardaba el móvil.
— ¿Cuando vas a enfrentar tu miedo del mar? — la rubia preguntaba un tanto fastidiada.
— ¿Nunca, y vos cuando dejaras de ser chusma? — le saqué la lengua, sabía que ella solo quería ayudarme, pero yo no estaba lista para enfrentar el miedo que tenía al agua.
— No soy chusma nena y corre que te surto gordi. — ella me miró y salió corriendo y al fin nos quedamos tiradas en el piso.
Nos quedamos allí en un silencio de cinco minutos hasta que la rubia me tocó en los hombros.
— ¿Que querés nena?
— Quiero que seas valiente y enfrentes tus miedos, mamá no se quedaría feliz en verte mal. — la chica me tocó el pelo y me abrazó.
— ¿Por qué todos hablan de ella como si estuviera muerta? — Suspiré. — No me gusta que hablen así, para mí ella está viva y todo eso fue una pesadilla, no logro aceptar que se fue así nomás.
— A mí me pasa lo mismo, pienso que fue una pesadilla y que ella va volver cuando menos lo imaginemos. — ella limpio su cara con la mano y yo la abracé.
— ¿Estás llorando pendeja?
— ¿Na que decís, estoy divina, la abuela no puede enterarse que lloré ok? — la rubia me miró y yo asentí.
— Ok. — la abracé y nos fuimos a maquillarnos.
Estaba atando el pelo cuando escuché alguien tocar la puerta, la abrí y ví un pibe morocho con una remera blanca y un jeans azul, lo saludé con un beso en las mejillas y ese tocó en mi cara suavemente.
— Hola Fran.
— ¿Estuviste llorando verdad?
— Na que ver pendejo, no estuve llorando. — mentí pues no quería prestarme al papelón de asumir que estuve llorando.
— A mí no me engañas Francisca. ¿Qué carajo te pasó? — el chico insistió.
— Nada.
— Si alguno de los pibes del cole molestarte avísame.
— Lo mío no tiene na que ver con el colegio. — lo miré y esa vez fui sincera.
— ¿Entonces confiesa que estuviste llorando? — Mierda, Franco me descubrió.
— Extraño a mamá ... — confesé con un hilo de voz.
— ¿Y vos Azul?
— Yo nada nene, estoy divina. — Ella mintió.
— ¡Basta Azul, ni vos crees que estás divina!
— Déjame en paz pendejo. — ella salió pegando un portazo y Franco hizo mención de seguirla.
— Yo voy con ella.
— No, si le seguís es peor, cuando se pone así es mejor darle un tiempo. — lo miré, conocía a Azul perfectamente para saber que ella necesitaba su propio tiempo.
— ¿Y vos sabés por qué estuvo llorando?
— Por lo mismo que yo, pero ella no lo admite y se hace la nena intocable a la que no le pasa nada. — confesé fastidiada y aburrida.
— Eso no le va hacer bien, cuando ella explotar será peor, ella viene guardando hace mil. — Franco comentó y me abrazó.
— Ella es re terca y no dejará de llorar a las escondidas, ella odia molestar a los demás y sobretodo a la abuela, ella dijo una vez que la abuela ya tiene demasiados problemas para ocuparse con sus pavadas. — Dije y limpié una lágrima en mi mejilla, por más que me peleará con Azul por las pavadas más aleatórias, me dolía verla mal.
— Pero extrañar a mamá no es una pavada. — Franco me miró con seriedad.
— Lo sé, pero no podemos hacer nada con Azul, ella es igual que mamá en personalidad, nunca llora delante de los suyos, conmigo ella se abre pero no se abre con los demás. — me senté en el piso.
— Me da tanta bronca que ella no confíe en mí.
— No es que no confíe, es que vos sos hombre nene.
— Y tengo que ser el hombre de la casa ya que los viejos no están y la abuela no puede con todo.
— De seguro nuestros viejos estarían orgullosos de vos pendejo.
— Gracias. — mi hermano me abrazó.
— De nada. — le acaricié el pelo y nos quedamos allí por más un rato, era bueno estar con mi hermano y disfrutar sus abrazos, después de un largo rato allí nosotros bajamos las escaleras y encontramos a la abuela sentada con Azul y Valentín, Valentín estaba tocando la guitarra y luego yo y Azul empezamos a cantar.
Él la estaba esperando
Con una flor amarilla
Ella lo estaba soñando
Con la luz en su pupilaY el amarillo del Sol
Iluminaba la esquina
Lo sentía tan cercano
Lo sentía desde niñaElla sabía que él sabía
Que algún día pasaría
Que vendría a buscarla
Con sus flores amarillasNo te apures
No detengas
El instante del encuentro
Está dicho que es un hecho
No la pierdas no hay derecho
No te olvides
Que la vida
Casi nunca esta dormidaEn ese bar tan desierto
Nos esperaba el encuentro
Ella llegó en limusina
Amarilla por supuestoÉl se acercó de repente
La miro tan de frente
Toda una vida soñada
Y no pudo decir nadaElla sabía que él sabía
Que algún día pasaría
Que vendría a buscarla
Con sus flores amarillasNo te apures
No detengas
El instante del encuentro
Está dicho que es un hecho
No la pierdas no hay derecho
No te olvides
Que la vida
Casi nunca esta dormidaFlores amarillas
Ella sabía que él sabía
Que algún día pasaría
Que vendría a buscarla
Con sus flores amarillasNo te apures
No detengas
El instante del encuentro
Está dicho que es un hecho
No la pierdas no hay derecho
No te olvides
Que la vida
Casi nunca esta dormidaElla sabía que el sabía
El sabía ella sabía
Que él sabía, ella sabía
Y se olvidaron de sus
Flores amarillas.La verdad es que me hacía muy bien cantar con mis hermanos, eso me ayudaba a sentirme viva y me daba felicidad.
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Primer Amor (novela Ramika)
FanfictionKika Zanata es una chica amable, gentil y amorosa que vive bajó los cuidados de su abuela Cristina, Cristina o Cris Morena como és más conocida es una productora de TV y dueña de una escuela de artes llamada Mandalay, en ese colegio van los hijos de...