Claire
Estaba haciendo el ridículo a lo grande. Dios, si estuviera mi madre me daría un sermón eterno.
—Ya bájate Claire... - me susurraba intranquila mi mejor amiga, pero no había vuelta atrás.
—¡Señorita Maidon! ¡A la oficina de dirección ahora! - me gruñó el director furioso.
—Estoy en problemas... - susurre con mis mejillas a punto de explotar de la vergüenza, me había pasado, lo sabía.
Me encogí en ese mismo lugar bajo la mirada de todo el mundo y los silbidos de los muchachos...menos uno, El pelinegro estaba con la vista en su móvil, casi tan absorto que me irritaba y hacía doler mi corazón una vez más.
Mientras bajaba de las gradas con el diminuto traje y la gran pancarta, quería que la tierra me tragara, me había puesto en ridículo una vez más y ni siquiera me daba aunque sea un corto vistazo. Ni una pisca de molestia había en su hermoso rostro, después de ridiculizarme por él.
***
—Srta. Maidon, esto es inaceptable. Inadmisible...es...es.-el director tiraba de su cabello canoso con fuerza.
—Oh vamos Antoni, solo fue un pequeño aliento al equipo de-e.
—Sr. Belmuti o director para usted jovencita, llego demasiado lejos esta vez. - me interrumpió mas que molesto.
—Se te subirá la presión Anto...Sr director.-Me corregí ante su amenazadora mirada.
—No me quedó mas remedio que llamar a tu padre, tomó el primer vuelo de regreso, que pensara de mi... De mi institución, no tengo cara para verlo ahora.-estaba desesperado lo entendía.
Mi padre aportaba una suma exorbitante a la prestigiosa "Academy Star Collage Belmuti" a esta academia tan prestigiosa solo entraba la gente con dinero y suerte si tenías cerebro, solo daban 5 becas cada 2 años, porque aquel que salía de aquí tenía más que asegurado un puesto en el mundo laboral. En cualquier area que quisiera especializarse, y la entrada a la universidad al estar aquí era un pase automático.
¿Mis calificaciones? Eran pésimas, tenía cerebro claro esta, pero ocupaba cada neurona en atraer la atención de Isaac Cowell; ¿Que si soy una arrastrada? Afirmativo.
Desde el primer instante en que lo vi, hicimos ese típico «CLICK» que te dice que estamos destinados a estar juntos el resto de nuestras vidas, si, así de intenso.
Lo malo es que por ese breve instante en que vi sus ojos grisáceos juré que era mutuo, pero no amigos solo lo había sentido yo, por los últimos 3 años y ahora a punto de salir del instituto aún creía que existía la mínima posibilidad de que pudiera haber algo entre nosotros.
Si así de tonta soy.
Pero el tiempo se me acaba. Así como nuestra historia inexistente, y si al final de la graduación no había ningún avance, prometí con todo el dolor de desistir y de olvidar al pelinegro que me hacia perder la cordura, para siempre.
—¿Entendió Srta Maidon?.-el director me miraba exasperado, lo tenia vuelto loco con cada travesura.
—¿Decía señor...? - por supuesto que no preste atención a nada nuevamente.
—Agh, que vaya a cambiarse ese traje, usted ni siquiera pertenece al equipo de porrista.-espetó molesto.
—Oh... Podríamos omitir ese detalle a mi padre. - apunte al traje azul que usaba, nada digno de una Señorita de mi clase diría mi padre si me viera.
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No lastimes mi corazón.
Teen FictionClaire Maidon estaba enamorada, de Isaac Cowell que solo con verlo le producía un cúmulo de emociones y hacia dar vueltas su mundo y su corazón, hacia cualquier cosa por tener un poco de su atención, aunque significará perder su dignidad en el camin...