Capítulo 20 Una charla con Nicolás

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-¡Ah, mejor vamos a pie! ¡No hay lugar para estacionar allí! ¡Sigamos derecho por esta calle y la otra!- recomendó Nicolás

-¡Está bien!

Nicolás comienza a decir algunas cosas en el camino, dejando a Armando un poco perturbado.

-Escucha, ¿por qué siempre eres así? - regañó Armando

-¿Así como?

-¡Ah, no puedo explicarlo!

Pero Armando respira hondo y decide convidalo a una charla:

-¿Quiere saber? ¿Te provocas un tinto? O melhor: ¡te invito a tomar una copa conmigo! ¡Estoy tenso!

-Pero...

¡Ven luego! - empujándolo hacia la panadería más cercana.

-¡No me pegues! ¡No me haga daño, Dr. Mendoza Cabezón o no responderé por mí mismo!

-¡No quiero pelear contigo, muelon! ¡Solo quiero hablar un poco mientras tomamos una copa!

-¡Está bien! Esta ni siquiera es la panadería de mi mamá, ¡pero iré a la competencia si quieres!

-¡Ve, pide lo que quiera!

-Yo, Nicolás Mora, ¿bebiendo algo contigo, cabezón?

-¡Sí tú, Nicolás! -siéntate-

-¿Y por qué me invitaste?

-¡He querido tener una conversación contigo desde hace algún tiempo! Esas cosas entre Betty y tú ...

-¿De las citas?

-¡ES! Ella dijo que no tenían nada, pero al mismo tiempo, parecía.

Que los besos fueron en la mejilla y yo... le creo, no dudo de mi Betty, pero, mira ... quiero saber de ti, Nicolás. Aunque ya no importa, ¡quiero saber la verdad! Cenas, giros, todo.

-La verdad es lo que te dijo Betty: ¡nunca tuvimos nada!

-¿Pero qué hay de esos abrazos, besos?

-Fueron datos a distancia, como parte de la escena.

-¿Y no te apetecía en absoluto?

-Y doctor, ¿qué está tratando de insinuar? Betty es mi amiga, la veo como una hermana! Siempre nos ayudamos, siempre nos protegemos.

-¡Sí, me lo dijo!

-Todo empezó cuando decidiste montar otra empresa, yo estaba sin trabajo y ella tenía mucho que hacer allí, todo el día, no pude manejarlo. Entonces, a cambio de un poquito de plata, comencé a ayudar a hacer informes, balances, plan. ¡Incluso la ayudé a hacer algunos a petición suya!

-¡Lo siento!

-¡Pasamos noches sin dormir después de que ella llegó del trabajo trabajando para ti! Ella dijo: "¡Ay, Nicolás! ¡Esto tiene que estar listo mañana o la cabeza den Don Armando rodará! Me preocupo por él "

-¡Ah, Betty! Siempre preocupándome por mí ...

-¡Por supuesto, ya yo sabía que estaba enamorado de ti! ¡Fue en la cara! ¡Solo un idiota ciego para no darse cuenta! ¡Nadie hace tanto por un jefe como ella por ti si no te ama!

Armando siente un nudo en la garganta y otro en el pecho.

'UM IDIOTA COMO YO' -piensó

Entonces, investigué mucho, vi que convertir Terra Moda en un fondo de inversión lo haría crecer y consolidarse como una empresa real, así que comenzamos a invertir en la bolsa de valores, en dólares y otras inversiones más pequeñas.

TAN ENAMORADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora