Talkback (Lams)

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Advertencia: También es Smut. Y este es el último que tengo por ahora en el baúl. Menos planeado que el anterior. Lean a consciencia.

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Si supiera como habían empezado a hablar luego de una tarde en la que casi no se habían visto, Alex estaría seguro de que sabría cómo explicar lo que estaban haciendo ahora. Desde el borde de la cama, veía a John sentado con su cuaderno de dibujo en el regazo y el lápiz balanceándose entre su índice y pulgar. Parecía estar concentrado, aunque de verdad lo que hacía era pensar en una respuesta a lo que Alex había dicho hace unos segundos.

No tuvo que esperar mucho para volver a escucharlo.

—Alex, sabes que eres adicto al café, ¿no? —lo miró levantando la mirada, aun batiendo el lápiz en el aire.

—Eso no es verdad —recargó su peso de lado en su brazo derecho.

—Lo es.

—Bueno, incluso si lo es, podría ser drogadicto. El café es una adicción sana.

—A este punto deberías ser adicto a callarte —John le dijo, manteniendo en silencio una leve sonrisa.

Estaba bromeando y Alex estaba listo a seguirle el juego.

—¿Y si mejor me callas? Porque se nota tanto que quieres hacerlo que te hace ver tonto.

En ese momento, el lápiz de John dejó de moverse, Alex lo vio tragar saliva y pasarse la lengua por los labios, respirando con profundidad y levantando las cejas, haciendo que sus ojos se vieran más grandes de lo normal.

—Callar–callarte... eh... yo–nosotros–tú...

La sonrisa de Alex solo podía ser comparada con la del gato sonriente, la única diferencia es que los motivos de él para acercarse a John no eran aptos para toda la familia. John retrocedió un poco para verlo mejor, ya que parecía muy cómodo entre sus piernas.

—A lo mejor si nunca me callara, nunca hubiésemos tenido nuestro primer beso —susurró, deteniéndose a medio camino luego de haberlo hecho creer que iría a besarlo.

La cordura de John colgaba de un hilo.

—Como que te gusta recordar siempre eso cuando te conviene —John se estiró para dejar su cuaderno y su lápiz en la mesita de noche, ahora tenía las manos libres.

—¿Ya te cansaste de dibujar? —se acercó a susurrarle, Alex estaba seguro de que a John se le había erizado la piel.

—Digo–podemos aprovechar el tiempo que me tomaría para dibujar en otras cosas —le sonrió.

—¿Como callarse?

—Como callarte.

Los ojos de John pasaron de sus labios a subir de vuelta a los ojos oscuros de Alex, le rodeó el cuello con los brazos y le soltó el cabello con la punta de sus dedos.

—Mientras tú lo hagas, no me podría oponer.

Alex cerró el espacio entre ellos y besó con necesidad los labios entreabiertos de John quien continuó el ritmo del beso de inmediato como si los besos de Alex se pudieran comer en no uno ni dos bocados, sino que en más de diez o veinte o mil. Sus respiraciones se mezclaban con el aire que intentaban de controlar para que no se escapara de ellos y no tuvieran que romper el beso. Chocaron sus narices y Alex respiró con fuerza, el aroma fresco y de jabón le recordó que hace poco habían tomado una ducha, y que a pesar de eso estaba dispuesto a volver a sudar.

In the Winter's Trail - one shots lamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora