—Escápate conmigo, Johnny.—
Esa simple frase lo había dejado sin palabras, todos sus sentimientos se mezclaban y no sabía qué pensar o decir. No tenía realmente una respuesta concreta, afortunadamente su acompañante lo sabía perfectamente.
—Sé que estas confundido...Pero quiero escaparme junto a ti, Johnny. Vayámonos de casa de nuestros padres, sé cómo te trata tu padre...Vayamos a vivir juntos, ¿o acaso quieres vivir una vida horrible por siempre?—
—Gyro yo...No estoy seguro, sé que mi padre me odia, sin embargo quiero seguir intentando hacerlo sentir orgulloso. Lo siento pero no voy a poder hacerlo...—
—Si así lo quieres por mi esta bien, te recibiré con los brazos abiertos.—
Las risitas del estadounidense más joven sonaban en la habitación de su amigo, al igual que unos ruidosos besos que dejaba este en su rostro.
. . .
La habitación de su hermano mayor, era demasiado nostálgica y le traía tantos recuerdos, algunos de ellos eran lindos, otros no tanto y estaba ese último recuerdo sobre él. Verlo en el suelo sangrando. Escalofríos, tal vez también vendrían lágrimas si siguiera pensando en eso.
—Tu me apoyarías en esto, ¿verdad, Nick?...—
Abrazó suavemente una foto de su hermano, ya con un nudo en la garganta.
—No deberías estar aquí dentro Jonathan...—
Su paz fue interrumpida por la voz de su padre, sintió sudor frío bajar por su frente. Volteó para encontrarse con la mirada enfadada de su padre.
—Yo solo quería...—
—No pongas excusas, te he dicho que no entres a la habitación de tu hermano.—
—¡Solo quería llevarme una foto de él! ¿Por qué siempre me prohibes entrar? No le hago daño a nadie.—
—Porque no estás a su nivel Jonathan, tú nunca serás como él, eres una decepción para mi.—
Una decepción, ¿solo eso era para su propio padre? ¿Que tenía que hacer para estar al nivel de su hermano mayor?
—¡Dame esa foto maldita sea! ¡No te atrevas a tocar sus cosas!—
El adulto intentó arrebatarle la fotografía a su hijo, de una manera muy violenta. Johnny obviamente forcejeó para evitar esto.
—¡Papá basta! ¡M-Me lastimas!—
Al ver que su padre no se detuvo y siguió lastimándolo, con todas sus fuerzas el rubio empujó a su padre quien chocó con el vidrio de una vitrina, quedando en el suelo con algunos vidrios rotos encajados en su rostro y brazos.
—Dios...¿Por qué te llevaste al hijo equivocado?...—
—...¿Que?—
Johnny estaba confundido por las palabras de su padre, más bien roto por dentro. ¿Acaso deseaba que él hubiera muerto en vez de Nicholas? Eso fue lo que Johnny había entendido.
—Vete de aquí Jonathan, ya no perteneces más a esta familia, eres una vergüenza para mi linaje...—
Los ojos azules de Johnny retrataban miedo, confusión, tristeza. Todo lo que su padre decía dolía mucho más que una puñalada. Con terror salió de la habitación en su silla de ruedas.
. . .
Lluvia, una densa lluvia había llegado a la ciudad, dejando las calles solitarias y a un joven con el corazón roto empapándose con la fría agua. El joven estadounidense tenía la mirada perdida, estaba tan solo, como si ya no tuviera donde ir. Un perro abandonado, así se sentía Johnny Joestar, quien llevaba una maleta en sus piernas, viendo hacia un punto cualquiera. Estaba afuera de su hogar, ya algo lejos de ahí.
Dejaba que sus rubios cabellos y su ropa se empapara, de todas formas, ya nada importaba.
Quería desahogarse, llorar en el hombro de alguien, gritar con todas sus fuerzas y sacar todo el dolor que llevaba y guardaba para no sentirse débil.
De repente dejó de sentir la lluvia caer en su rostro, volvió a la realidad en unos pocos segundos, viendo al hombre que lo había cubierto con su paraguas. En ese momento Johnny no supo que decir, simplemente dejó que las lágrimas y los llantos desesperados salieran de él, mientras que el hombre junto a él lo abrazaba con fuerza, dejándolo que se desahogara.
—Prometí que te recibiría con los brazos abiertos, ¿no es así Johnny?—
Aquel que fue mencionado siguió sollozando en el hombro de Gyro, sacando todo el dolor.
"Tal vez encontré el hombro en el cual llorar." pensaba Johnny, en el momento donde se desahogaba junto a esa persona tan especial, ahí fue donde supo que no mentía, y que podía confiar en él.
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Sempre insieme (JJBA)
FanficHistorias que nunca fueron contadas. Serán muy cortas, así que no esperes una continuación o algo muy serio, son solo ideas que se me vienen a la mente. Los personajes aquí mencionados le pertenecen a Hirohiko Araki, ninguno me pertenece a mí.