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Trolli despertó. Sintió unas caricias en su cadera.

– ... – revisó bajo las sábanas y ahí estaba Mike. – ¿Qué haces allá bajo?

– Durmiendo

– Quisiera ser el titanic para hundirme en tus caricias.

– No necesitas serlo para eso. – subió a la altura de Trolli. 

– ¿Qué quieres comer hoy? además de leche, que seguro eso hubieras dicho.

– ¿Y si vamos por unos tacos y te a-taco a besos?

– Me conformo.

Se dieron una ducha y se vistieron para salir a hacer su compra. 
Cuando volvieron a la casa prepararon las cosas para ponerle. 

– Ahora los besos. – Mike saltó y se aferró con sus piernas a la cintura del mayor.

Éste reaccionó y lo sujetó mientras lo besuqueaba.

– Te amo. – soltó Trolli. Lo bajó.

– Hasta que te hice confesar ayer, ¿eh?

– Eres bastante persistente.

Se sentaron a comer a la mesa.

– ¿A qué hora tenemos clases? – preguntó el castaño.

– A las 3.

– ¿Y terminan?

– A las 8.

– Bueno, nos espera un largo día. Pero podemos estar juntos en algunas clases y en los recreos.

– Sí

    

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Salían de una clase.

– ¡Mike!

– ¿Sí?

– ¿¡Qué fue eso?!

– ¿Qué cosa exactamente?

– "¡Yamete kudasai!⁓, profesor⁓"

– Oh, pues... para librarme de una tarea.

– ¿¡Cómo?!

– Pues para que no me dejen tarea y me salten, les digo algo que los prenda y solo sonríen para luego saltar a la persona siguiente.

– No hagas más eso.

– ¿Por qué?

– ¡No se complace a los viejos pervertidos!

– Bah, pero si es solo para que me dejen de chingar.

– No lo hagas, se pueden pasar de listos contigo. 

– ¿Y? me paso de listo de vuelta.

– ¡Te recuerdo que ahora tienes un novio!

– ... Oh, ¡es cierto! lo siento, estoy acostumbrado a estar soltero. Esto es raro para mí.

– No importa. Solo no hagas eso que pueden pensar que nada más es ir y cogerte.

– Sí Trolli.

– ¡Así que jotea con tu novio!

– ¿Para que vaya y me coja? – se mordió el labio con una sonrisa.

– Jeje... – lo apegó a su cuerpo. – lindo Mikel. – le besó. – vamos afuera.

– Oki

Se acostaron bajo un árbol, el menor en las piernas de su novio.

– Eres mi sol y yo tu mundo.

– ¿Qué? nunca había escuchado esa frase.

– Porque el sol calienta al mundo.

– ¡Ah! ahora no me siento digno de ser llamado joto por no captarlo.

– No digas eso. 

– Me dicen que las adicciones son malas, pero, ¿Qué pasa cuando mi adicción son tus besos?

– Si para ti mis besos son una adicción, Mikel, una necesidad... ¡puedes tomar los que quieras!

– Jaja, ya veo.

Fueron a su próxima clase. Era gimnasia. Debían equilibrarse en una barra y hacer una voltereta.

– Cuidado, te puedes lastimar.

– ¡Esto es imposible! – el menor trataba de hacerlo, pero equilibrarse ya era complejo.

– ¿Necesitas ayuda? – preguntó el profesor, que era un poco más joven que el resto por ser de deporte.

– Sí

Le enseñó a poner bien las piernas.

– Y ahora la voltereta.

– Me voy a accidentar si intento hacer esa wea.

– No lo creo. Venga, te ayudo. Échate hacia atrás. – le pidió mientras le sujetaba la espalda baja.

– Ok – se fue tirando de manera lenta.

Trolli solo miraba de reojo.

   

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

   
– Oye Trolli, ¿estás molesto?

– ¿Por qué dejaste que te manoseara?

– ¿Eh?

– No te hagas el tonto. El profesor te manoseó y tú solo sonreíste pícaramente.

– Ah, sí. Es guapo.

– ... – frunció el seño. – ¡hoy te como! – le empujó a la cama.

– ¡Eh! – soltó una risita. – no me coma.

– Le como. – le dejó un chupón en el hombro.

¡Cómo Jotear, con Mikecrack! | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora