Desaparecida

Capítulo 27. "Ruleta rusa. Parte I"

      Alemania, 20 de abril del 2019

     Bella.

- ¡Dimitri no te subas en el asiento! – Cassey lo regaña, haciéndolo reír.

- ¿Qué? – le responde entre risas – ¿A qué le tienes miedo, bonita? Súper D no me da miedo.

- Es intimidante – Diana lo toma del brazo, haciendo que se siente –. Cassey vas muy rápido – la niña toma la mano de Dimitri, conteniendo el miedo.

- ¿Nunca te has subido al auto de barbie roja? – Dimitri le pregunta a Diana.

- ¿Hablas de Violetta? – Diana junta su cuerpo con el del pequeño Tremblay.

- ¿Quién más puede ser barbie roja, niña de ojos azules?

- ¡Perdona por no entender tus sobrenombres, D! – vuelvo a ver al frente, ignorando a los niños.

     Cassey maneja con destreza a 300km/h. Ya hemos recorrido la mitad del camino, adelantando a los guardias. De hecho, ya estamos por llegar. El celular de Cassey comienza a sonar, silenciándonos a todos.

- Bella – me llama –, contesta.

Tomo su celular y contesto la llamada, colocándola en altavoz.

- Gatita – la gruesa voz de Damián pone en alerta a Dimitri –, mamá pregunta que a qué hora traerás a los niños al hotel.

- ¿En una hora? – pregunta, mirándome.

- Puedo regresarme con Andros o Dudo, no tienes que quedarte – susurro.

- ¿Esa es Bella?

- Sí – Dimitri responde, acercándose a nuestros asientos.

- ¡Dimitri! – Cassey lo regaña – ¡Siéntate! – Dimitri se ríe, disfrutando de la frustración de Cassey.

- Te ves muy hermosa cuando te enojas, bonita – Diana lo toma del brazo, obligándolo a sentarse.

- Compórtate – la niña se cruza de brazos molesta.

- ¿Mi hermano te dijo hermosa? – Damián bufa – Ese pequeño manipulador, dile que si no te hace caso, le quitaré todos sus videojuegos.

- ¡No eres capaz! – grita Dimitri.

- Ponme a prueba, pequeño manipulador y te juro que desaparezco tu consola.

- ¡Te acusaré con mamá y le diré que haces cosas cochinas con Cassey!

- ¡Dimitri! – Cassey vuelve a regañarlo.

- Pues acúsame, no es algo que nuestra madre no haya hecho ¿Crees que la cigüeña te dejó en nuestra puerta? – la voz de Damián está cargada de superioridad – Pensé que eras más inteligente, D.

- ¡Soy inteligente! – Dimitri está rojo.

- Si lo fueras no estarías desafiándome – se ríe –, ni comportándote como un dolor de culo, ni burlándote de Cassey.

- ¡Te demostraré que soy inteligente! – Dimitri se coloca el cinturón de seguridad y cruza sus brazos – ¡Bella será testigo!

- Me encargaré de preguntarle para ver si cumples con tu palabra – volteo los ojos, evitando reír. Damián es demasiado manipulador –. Gatita – llama a Cassey –, cuídate, te veo al rato.

- Tú igual – cuelgo la llamada.

     Cassey le da un vistazo a Dimitri, él sigue callado con sus brazos cruzados, pero al menos tiene el cinturón puesto. Ella sonríe satisfecha y se centra en llegar a nuestro destino, lo cual no demora mucho. A lo lejos podemos ver un grupo de personas con ropa parecida, Cassey comienza a frenar con fuerza, haciendo que nuestros cuerpos se inclinen hacia delante, los cauchos comienzan a chillar por el esfuerzo.