Capítulo 1: El rarito.

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Estábamos a mitad del curso. ¿Quién podría cambiarse de escuela a estas alturas del semestre? Seguramente eso era lo que se preguntaban mis nuevos compañeros de clase mientras el Profesor de historia daba el aviso de que una nueva estudiante se trasladaba a este colegio, en seguida se comenzaron a oír voces hablando bajo por todo el salón.

- ¡Qué raro! Estamos a más de la mitad del semestre.

- Seguramente es una Fuckgirl o víctima de bulling que salió huyendo de su antigua escuela.

No sé quién dijo eso pero entendía su razonamiento, la nueva escuela a la que me habían transferido era privada y nada barata, si eras capaz de pagar la colegiatura no importaba que fueras un criminal, el hijo de uno, o la víctima de ambos, esta escuela privada siempre te aceptaba; pero yo era lo que llamaban una nueva rica, a mi madre la habían ascendido de puesto y comenzó a ganar muchísimo más dinero, y el negocio de mi padre se volvió una franquicia muy reconocida, de un momento a otro pasamos de ser una familia normal a una familia adinerada ¿Me gustaba eso? ¡Obvio que sí! ¿A quién no le gustaría ser rico? ¿Era tan divertido cómo parecía? Mmm no, definitivamente no, en ese periodo de tiempo tanto mi hermano menor como yo sufrimos dos intentos de secuestro, eso no fue para nada divertido, es por eso que mis padres decidieron mudarse a un fraccionamiento residencial con seguridad privada y cambiarme a una escuela privada con mayor seguridad.

El Profesor me mandó llamar así que entré por la puerta.

- Ella es Abril, su nueva compañera de clase, por favor trátenla bien. Pasa al último asiento al lado de... Rosel... es el chico que está dormido, lo siento, es el único asiento libre por ahora.

¡¿Qué demonios?! ¡¿No lo vas a regañar?!, ¡¿No lo vas a despertar?! ¡En mis anteriores escuelas ya me hubieran regañado! Y aparte ¿Me estás pidiendo perdón por sentarme al lado del chico que está durmiendo? WTF? Qué raras eran las escuelas privadas.

Mientras iba caminando a mi asiento todos se me quedaban viendo, seguramente haciéndose preguntas y conjeturas que después se atreverían a revelarme en voz alta.

Todos me miraban.

Excepto una persona: Rosel, era obvio, él estaba dormido.

Después de que tomara asiento, la clase siguió con normalidad. Estaba a punto de quedarme dormida cuando el Profesor habló en voz alta.

- Esta fecha es importante chicos, por favor apúntenla, vendrá en su siguiente examen.

Inmediatamente todo el salón salió del sopor y comenzamos a escribir.

Excepto una persona: Rosel.

Él solamente despertó pero no hizo nada más. Volteé a ver su pupitre, estaba vacío, no había nada en él, ni un bolígrafo, ni un cuaderno, ni siquiera el libro de texto, no tardé en darme cuenta que tampoco traía consigo una mochila.

El chico estaba sentado en la banca, o mejor dicho semiacostado con las piernas estiradas, con los brazos cruzados viendo atentamente alguna parte de la pared de enfrente.

Su cabello rubio caía en su frente, apenas se podían ver sus ojos grandes y ¿Azules? No, ¿Verdes? No espera, ¿Un ojo lo tenía azúl y el otro verde? Seguro eran pupilentes, su fina naríz era delineada por un mechón de cabello ¿Blanco? Seguramente se había teñido ese mechón o probablemente todo su cabello ya que en este país la gente rubia no era muy común, bueno no sé si llamar rubio su cabello ya que era entre rubio y pelirrojo, de cualquier manera, ese color de cabello no era natural. Sus labios delgados y rosados eran el toque final para su rostro prácticamente perfecto y su piel blanca, suave y tersa.

Él es diferente ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora