Hoy era un día de esos que no me apetecía hacer nada, de estar tumbada todo el día en la cama viendo mi serie favorita. Raro en mí, porque soy una persona muy activa. Siempre estoy con mucha energía y moviéndome de un lado para otro, pero hoy no. El despertador me despertó con un irritante y molesto sonido. Mi tío me estaba llamando y tuve que bajar.
-Voy a trabajar. Ve a correos y envía esto a tu abuela. - me dijoNo me apetecía mucho salir pero tuve que aceptar. Me llevé a mi hermana ya que no me gusta que se quede sola en casa. Después andamos horas y horas para buscar un sitio en el que comer, porque la mañana había pasado en un pis pas. Comimos lejos del apartamento, todo iba bien hasta que... Nos dimos cuenta de que nos habíamos perdido. No sabíamos dónde estábamos, California es muy grande y la batería del móvil se había acabado, no podía llamar a mi tío ni a nadie. Fuimos preguntando a la gente pero nadie nos pudo ayudar. Esperamos un rato y vimos aparecer a Tania desde lo lejos.
- ¡Tania! ¡Tania! - grité
Tras llamarla varias veces, me escuchó, cruzó la cera y vino dónde estábamos. Por suerte pudimos llegar a casa sanas y salvas.
- Muchas gracias tía.
- No hay de qué, pero la próxima vez lleva el movil con batería eh - dijo Tania riéndose.