Capítulo 34: Corazón fragmentado

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Schiltach, Alemania
31 de Octubre del 2021
7:30 pm

Miykal Lawler

Presentimientos, señales que agobian ocasionando temor e incertidumbre por querer entender si en realidad pasará algo temible o si solo es el destino burlándose de los escépticos y demás creyentes que basan su suerte en lo que dicten las supersticiones. En el infierno no hay día ni noche, simplemente un color rojo como la sangre pinta todo a nuestro alrededor, mi cabeza se siente tan pesada, los parpados imploran por quedarse cerrados pero debo levantarme y empezar a planear mi escape de este mundo sobrenatural, es hora de liberar a Erik Friedrich para que juntos podamos huir de esta pesadilla catastrófica.

Al estar desnuda completamente, decido usar la sábana de terciopelo para lograr protegerme aunque sea una zona de todo mi cuerpo, pensé que despertaría junto al rey de las tinieblas sin embargo otra vez me he equivocado. No sé cuánto tiempo he estado dormida ni tampoco logro encontrar alguna nota que indique o una pista informando sobre el paradero de Damian Deutsch por lo que la única opción viable es salir e inspeccionar el lugar. Enrollo la tela tratando de cubrir lo que más pueda, siento un fuerte dolor en mi abdomen bajo como si algo estuviese golpeando fuertemente desde el interior, quiero creer que son efectos colaterales tras follar como animales salvajes.

Cuidadosamente camino hacia la puerta y cuando intento girar la perilla, esta no cede, se encuentra completamente bloqueada. Nada de esto tiene sentido, firme un pacto ¿Por qué me encerraría? Comienzo a golpear fuertemente esperando que alguien logre darse cuenta sobre la situación en la que estoy. Al darme cuenta que no consigo el objetivo, recurro a gritar como si me estuviesen asesinando, más vale exagerar si quiero conseguir salir con vida de estas cuatro paredes.

No sé exactamente cuánto tiempo dure repitiendo las mismas frases, mi voz se ha deteriorado, nadie vino a rescatar a la reina del mal, son más leales a su rey infernal. Las ventanas tienen barrotes, disfrazaron el calabozo como si fuera una habitación celestial, ahora entiendo que nunca fui su prioridad, solo una prisionera más.

Unos pequeños golpes se hacen presentes al otro lado de la puerta, rápidamente corro sin importar que haya dejado atrás lo único que lograba cubrirme. No logro identificar de quien se trata hasta que este se anuncia orgulloso de servir a su amo como un perro guardián.

—Cariño, espero que estéis desnuda y despierta—afirma el novato bastante divertido por la situación—Verais Dam no se encuentra en este momento pero me ha encargado de tu cuidado personal.

—Novak ¿Qué es lo que está sucediendo?—cuestiono preocupada ignorando por completo lo que acaba de decir.

—¿De verdad que no te dais cuenta? Te ha utilizado—suspira antes de continuar—Ahora solo le sirves como costal de procreación—explica el demonio impaciente—Vamos Miykal ¿Cuánto es dos más dos?

—Estáis equivocado pues aún el juramento no he firmado—contesto segura de cada palabra que he pronunciado.

—Pero cariño si eso solo es un detalle insignificante—ríe Novak Niemman restándole importancia al asunto—Millones de espermatozoides deben estar compitiendo en estos momentos por un apetecible y jugoso ovulo tuyo.

—Es imposible—susurro sin poder creer lo que me está explicando el demonio.

—Por eso siempre digo—una carcajada sale sin prudencia—Sin gorrito no hay fiesta—la voz del novato suena cargada de felicidad y discordia.

—¡No es verdad! Él es un ser inmortal—suspiro antes de continuar—Solo soy una humana nada más—susurro horrorizada por las palabras que están saliendo de la putrefacta boca de la criatura infernal.

MI SANGRE EN SUS MANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora