Le hice señas con la mirada insinuando que me ayudara con este caos.
Ella me respondía igual, con cara de: yo no lo sé todo. Y con una sonrisa en su rostro.
Rodee los ojos, y me levanté de mi asiento para dirigirme al escritorio del profesor.
-Buenos días profesor Adams, ¿Me puede dar permiso para ir al baño? Por favor- le pregunté lo más educada que pude, tratando de disimular mi vergüenza.
-Claro Señorita White, pero sólo si me promete que se peinará.
-Eso haré, gracias- le respondí de mala gana y salí del salón.
Al llegar al baño pude notar que estaba vacío ¡Gracias Yisus!
Me miré en el espejo grande, saqué mi cepillo de peinar y empecé a tratar de desenredar mi sexy cabellera.
Puedo jurar que casi me quedo sin cabellos, ya que soy tan delicada y me peinaba tan despacio y con mucha pero mucha delicadeza, demasiada diría yo.
Ya estaba casi terminando de desenredar mi cabello, cúando siento que alguien entra al baño.
Kendall, la zorra más zorra de toda la preparatoria.
Desde que tengo memoria, siempre me he llevado mal con Kendall, es que ¡Uish! NO LA SOPORTO, creo que se ha metido con todos los chicos de esta escuela, sacando a will, claro, Jamás dejaría que William se metiera con esa tipa, no quiero que a mi pobre hermanito le de una infección, enfermedad o algo por el estilo.
La quedé mirando feo.
-Hola niño- Me dijo la muy estúpida con esa voz de zorra que no puede con ella.
-Ugh, no me hables tan cerca, lo 'Soy zorra y se me nota hasta cuando respiro' puede llegar a ser contagioso- le respondí alejándome un poco hacia atrás haciendo que ella me mirara con mala cara.
-Niño- rodó los ojos.
-Zorra- le dije cruzando me de brazos.
-Cabello de escoba.
Hice cara de dolida, y me Sequé una lágrima imaginaria.
-Zorra- le dije nuevamente con una sonrisa de triunfo.
Frunció el ceño y se retiró del baño.
¡Oh yeah! Otro triunfo para Charlie White señoras y señores.
Terminé de desenredar mi cabello y me dirigí nuevamente al salón de matemáticas.
Al llegar, el profesor me susurró un Gracias y yo sólo le Sonreí hiprocitamente.
Volví hacia mi asiento y todos los del salón aplaudieron agradeciéndome por haberme peinado.
Yo decía "Gracias, gracias", haciendo un reverendo, con una gran sonrisa de agradecimiento.
Txyxie me miró y sonrió de oreja a oreja, guiñando me un ojo.
Ja ja ja, te odio- le dije tiernamente. (Si, esa es mi manera de demostrar mi ternura)
-Me amas, lo sé.
-Te amo y lo sabes, try.
-Yo a ti, Char.
Conozco a tryxie desde que tengo memoria, nacimos el mismo día, muy raro lo sé.
Nuestros padres eran muy buenos amigos, pero desde que se fueron de California ya no es lo mismo de antes.
Éramos vecinos. El día de mi nacimiento, mi madre se fue con la mamá de tryxie, a la clínica ya que ambas sentían los dolores del parto.
Soy mayor que tryxie por 2 horas.
Desde que nacimos nos criamos juntas, somos algo así como hermanas.
Ella siempre ha estado ahí para mi, hasta en los momentos más difíciles de mi vida, es la que me ayuda a tomar las desiciones... Es una muy buena confidente, no me puedo imaginar que sería de mi sin ella.
Sonó el timbre para el almuerzo.
-¿Vamos?- le pregunté a la pelirroja teñida de mi mejor amiga.
-Vamos Char- me cogió del brazo y nos dirijimos al comedor.
Cuando llegamos, pedimos nuestros almuerzos y nos dirigimos a sentarnos en la misma mesa del año pasado.
Estaban sentados todos en sus respectivas mesas en las cuales nos "Identificamos"
Ya saben, las 2 mesas de la esquina es para los "populares", la de la otra esquina es para los "Nerds" y pues las que sobran son para los normales, los que no son vistos por nadie, así como en mi caso.
Mi hermano, como todo atleta, guapo, y mujeriego, sub capitán del equipo de baloncesto, también hace parte de la mesa de la esquina en la cual están los "Populares", ¡Já! Ridículos.
Estaba exhausta por tantos gritos y voces que se escuchaban en la cafetería.
-Hey Char- Me dirigió la palabra tryxie-¿No te has dado cuenta como te mira el suculento, papasito tengo un cuerpo y cara perfecto de Troy?
Levanté una ceja.
-Hey try, no, y tampoco es que me interese. Espera, ¿Quien es troy?-pregunté dudosa.
Puso cara de impactada y me dio una bofetada.
Me quedé en blanco. No sabía como reaccionar.
-¡¿QUE TE PASA?!- Le grité, abriendo mucho mis ojos.
-Creo que estás loca.
-¡¿QUÉ?! ME ACABAS DE ABOFETEAR, ¡LA LOCA ERES TÚ!
-Que mierda Char, me acabas de preguntar qué quién es Troy. ¡¿Acaso no sabes quien es Troy Scott?! El capitan del equipo de baloncesto, ¡Está guapísimo!- Exclamó, muy emocionada.
Fruncí el ceño.
-Ahh, ya sé quién es, es el mejor amigo de William ¿No?
-¡Oooobvio!- me dijo abriendo un poco sus ojos.
-Já, en fin. No me interesa.
-Eso dices tu- hizo un baile con sus cejas- ya verás, ahorita ya están saliendo.
-¿WHAT? ¿Quien te dio drogas? Te recuerdo que yo soy Charlie White, y soy un elfo libre, no tengo amo ¿Entiendes?- contesté tomando un poco de mi jugo de manzana.
-Entiendo que no quieras aceptar que te gusta troy, desde el año pasado no haces más que coquetear le.
Abrí demasiado los ojos y le escupí en su cara mi jugo de manzana.
Empecé a toser y a dar golpesitos en mi espalda para tratar de Calmar mi tos.
Se quedó boquiabierta.
-Charlie White Bloom, te doy 5 segundos para que desaparezca de mi vista si no te quieres que dar sin cabellos- Me dijo en tono amenazador con una mirada asesina que juro que me dio miedo.
-Yo... Emmm...-no sabía que decir u hacer- ¿Porque dijiste eso? Ni siquiera he cruzado alguna palabra con el ¿Y YA ME VA A GUSTAR? ¿En que estás pensando Tryxe? Tuviste muy merecida mi saliva revuelta con jugo de manzana en tu cara.
-Esta me la pagas- me dijo con la cara roja y se retiró de la mesa.
