6. Memoria

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¿Alguna vez te has preguntado si hay memoria en un órgano?

Quizás es una pregunta totalmente extraña hasta el momento en que estás en una situación de vida o muerte.

Mi vida fue perfecta hasta mis 15, años en ese momento toda mi vida cambió.

Pasé de ser una adolescente llena de vida, a pasar días enteros en el hospital, haciéndome pruebas, exámenes y cansándome al dar 3 pasos.

El peor día de mi vida fue cuando el doctor entro a esa sala de espera y nos comunicó que mi corazón estaba fallando a tal punto, que debían reemplazarlo con un transplante. Yo prácticamente estaba sentenciada a morir debido a que las listas de espera eran supremamente largas, y habían personas que lo necesitaban mas que yo.

Me convertí en un zombie, mi vida práticamente tenía los días contados, mamá y papá cumplieron hasta mi último capricho a pesar de que nunca se desanimaron para encontrar algún donante. Ellos tenían la poca fe que debería haber albergado en mi corazón enfermo.

Sin embargo un rayo de esperanza llegó en mi cumpleaños 18, donde una llamada justo después de soplar las velas nos sorprendió luego de 3 años. Tres de los 4 años que me habían dado de esperanza de vida si es que no llegaba dicho donador.

"Daniela, debemos irnos ya mismo al hospital, tu corazón.... tu corazón llegó" - gritó mamá mientras todos se alborotaron.

Había pensado en este momento por 3 años, sin embargo pensé que llegaría tarde, ahora estoy espantada.

Todo me hacía sentir extraña, a pesar de que prácticamente vivía todos los días en el hospital por mis recaídas, estas cuatro paredes blancas me hacían sentir triste. El saber que alguien tuvo que morir para poder dornarme su corazón partía mi alma. ¿Cómo podía ser feliz sabiendo que alguien murió para prácticamente salvarme?, pensé antes de caer dormida en la sala de operaciones.


Hoy 24 de Diciembre del 2019

Desperté por un canto.

Era Santa Claus con todo el alboroto de los niños en el hospital. Debido a que había entrado justo el día en que cumplía 18 todo había sido diferente, si hubiese llegado un día antes, ese Santa hubiese pasado por mi sala, pero no pasó en vez de eso, entro mi cardiólogo.

"Es horrible crecer no?" - me dijo sonriendo al ver cómo Santa pasaba por fuera de mi sala seguido de 3 niños quienes iban embobados con el señor de barba el cual llevaba una bolsa con regalos.

Le sonreí, aún estaba débil debido a la operación de hace 9 días. Cualquier movimiento me hacía colapsar, y sentía trabajar demasiado ese nuevo corazón.

"Comenzaremos con el ejercicio está bien Daniela?" - asentí con mi cabeza lentamente mientras el doctor intentaba poner un aparato el cual tenia 3 bolitas de colores que subían mientras uno soplaba.

Dios, la ultima vez que había soplado con esa intensidad había sido en mi cumpleaños, para soplar mis velas del pastel. Y esto se sintió como una verdadera puñalada en mi nuevo corazón.

Comencé a desesperarme, el dolor era intenso y profundo, como pude le hice señas al médico el cual se apresuró a sedarme y caí en la cama inconsciente.

Pero al contrario de las veces pasadas, mi imaginación comenzó a funcionar. Me encontraba en la playa, con una chica de pelo azul, la cual en mi vida nunca había visto. Ambas recorríamos el hermoso lugar mientras sentíamos el agua entre nuestro dedos. El lugar estaba provistos de velas, las cuales alumbraban nuestro camino, hasta que llegamos al final del sendero, y nos subimos a una roca, donde la mujer mas pequeña que yo me miraba a los ojos y me besaba tan delicadamente. Moo si me fuera a lastimar con sus labios.

One Shot [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora