Capítulo 22 : Beso Cálido.

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Respire hondo y ni siquiera lo pensé, coloque mi mano sobre su mentón para mantenerlo quieto y junte mis labios a los suyos fríos como el hielo. Sople aire dentro de su boca con la esperanza de que llegara a sus pulmones.

«No puedo llorar. No puedo simplemente sentarme aquí y temblar.» Seguí soplando el aire dentro de su boca mientras mis lágrimas seguían manchando sus mejillas. «Abre los ojos... Por favor, recuerda como respirar.» El leve movimiento en las pestañas de JungKook me hizo sentir más tranquilo pero no me despegué de sus labios, no lo hice hasta que él abrió la boca y jadeo.

Me aleje de sus belfos y observé cómo jadeaba en busca de arrastrar del aire a sus pulmones, sonreí cuando vi su pecho inflarse y desinflarse varias veces, JungKook abrió los ojos bruscamente, había gotas en su rostro que no supe diferenciar si era sudor o mis propias lágrimas. Él se reincorporo y se llevó la mano al rostro para limpiarse, siguió respirando agitadamente mientras observaba el piso.

—¿Estás bien? —susurré con cuidado.

El rostro de JungKook estaba desencajado, parecía incrédulo, como si no pudiera creer que le hubiese pasado algo así, o quizás, como si no pudiera creer que sucediera de repente.

—Oh, mierda... ¡Estuvo cerca! —JungKook no volteo a verme mientras escondía su rostro entre sus manos. —Estoy seguro de que estabas asustado, lo siento... Yo también lo estaba. —JungKook cubrió su rostro, se revolvió los cabellos y habló en un susurro: —Pensé que había mejorado.

—¿Estás enfermo?, ¿Son tus pulmones o algo? —me acerqué un poco más a JungKook para intentar ver su rostro.

—No... —su voz fue sorprendentemente temblorosa. —Son mis nervios.

«¿Qué?»

Ni siquiera tuve tiempo de pensar en eso, en lo que implican sus palabras. El sonido de la ambulancia hizo que volteara hacia el inicio del callejón rápidamente, observé cómo se iba alejando con rapidez por la calle, seguramente rumbo al hospital. De reojo observé como JungKook se pegaba a la pared y abrazaba sus piernas mientras observaba el inicio del callejón.

Volví a desviar mi atención a ese lugar cuando escuché el revuelo de distintas voces.

—Quítate del camino. ¡Haz espacio! —esa fue la orden de un policía.

—No sobrevivirá, ha sido un golpe directo en la cabeza. —Ese fue un espectador.

—No tenía que hacerlo en una calle tan llena de gente. —Ese fue otro espectador.

—Que fastidio. —Y ese, fue el señor que tuvo que limpiar la mancha de sangre.

Repugnantes... Eso eran.

—Parece que ya se calmó todo. —La voz de JungKook saliendo en un susurro un tanto inestable me hizo volver a poner mi atención en él. —Vámonos.

Observé cómo se levantaba y caminaba hacia la salida del callejón. Como un guerrero que ganó la pelea.

Intenté levantarme también pero terminé regresando al piso, volví a intentarlo de nuevo pero parecía que mis piernas no lograban ser estables, seguían temblando. No podía levantarme.

Yo seguía asustado. Yo no era un guerrero como JungKook, no podía levantarme y seguir caminando con la cabeza en alto como él.

—¿Qué pasa? —JungKook se giró para verme, sus ojos profundos que siempre me observan desde arriba con curiosidad chocaron con los míos.

—Mis piernas... —mi voz apenas fue un susurro débil. —Se quedaron sin fuerza, no puedo levantarme. —Respiré hondo en un intento tonto de calmarme, no sirvió de nada porque una lágrima escapó de mi ojo derecho. —Pensé que ibas a morir... —mi voz salió entrecortada entre los sollozos que intentaba retener dentro de mi boca. —Dejaste de moverte y estabas cada vez más frío, pensé que ibas a morir igual que mi padre... Me asusté...

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora