Capítulo 30

2.9K 488 233
                                    

Capítulo 30

Fui de los primeros en reaccionar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fui de los primeros en reaccionar.

—¡Todos debajo de las mesas! ¡Al suelo! —bramé.

Venus gritaba a pleno pulmón, pero no era la única: había otros compañeros que habían entrado en pánico, asustados por el griterío del exterior. Todo se volvió un caos.

Pero Venus no se movía. Solo gritaba, quieta en su lugar, con los ojos bañados en lágrimas. Tiré de ella. Se movió como una autómata.

—Vamos, preciosa. Eh, estoy aquí, estoy contigo.

Destiny también estaba asustada. Jordan se estaba haciendo cargo de ella.

Venus estaba temblando. Su respiración era demasiado agitada, sus ojos miraban un punto en el infinito llenos de lágrimas que soltaba en hipidos ahogados, su cuerpo estaba en tensión y parecía no estar escuchándome.

Mierda. ¿Qué debía hacer? ¿Cómo debía actuar?

Se escuchó otro disparo aún más cerca.

Ni me lo pensé dos veces. Corrí hasta una de las puertas y la cerré. Intenté encerrarnos. Connor tuvo la misma idea, pues se encargó de la otra.

—Ayudadme a mover esa mesa, por favor —les pedí a unos compañeros.

Pese al miedo, conseguí que los cuatro chicos me ayudaran a encerrarnos en el aula. En la parte trasera, otros cuatro ayudaban a Connor a hacer lo mismo. Después de colocar las mesas, nos envolvió un silenció perturbador. Se me puso la carne de gallina.

Corrí para reunirme con mi grupo. Venus estaba sentada en el suelo, debajo de la gran mesa que compartíamos, con las piernas encogidas, las manos enroscadas en las rodillas y los ojos distantes. ¿Qué estaría pensando?

Los disparos cada vez eran más cercanos. Un par de compañeros ahogaron un grito mientras otros se convulsionaban en el suelo. Abracé a Venus. Le latía con fuerza el corazón, desbocado. Mierda. Las aletas de su narices se movían frenéticas y sus labios entreabiertos emitían pequeños jadeos incontrolados. Doble mierda.

—Tía, reacciona. —Destiny la zarandeó.

Cruzamos una mirada. Comprendí al instante lo que estaba pasando.

—No, preciosa, no. No tengas un ataque de pánico, no es el momento.

—Justo lo que cualquiera que sufra ataques de pánico necesita escuchar —masculló esa rubia impertinente poniendo los ojos en blanco.

—Solo intento ayudar.

—Pues no lo estás haciendo.

Iba a replicar, pero, por suerte, Jordan se interpuso entre los dos. Con las manos en alto, dijo:

Venus. Luz y oscuridad (Serie «Chicas guerreras» 1) (#PGP2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora