"Teach Me" ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

13

⎯Jack... Mmng ⎯estaba durmiendo, durmiendo tan profundamente que llegó a soñar algo húmedo, murmurando el nombre de este viejo que lo tiene con el corazón y polla al 100. Y con la mente retorcida creando cualquier escenario ya sea malo o bueno, pensamientos horribles y empalagosos, de todo. Pero ahora lo que estaba pasando era; el rubio sudando entre las sábanas, susurrando inconsciente jadeos, removiendo su cuerpo por la cama, impaciente de algo que no está pasando en realidad. Sudado y con la respiración alterada, con los ojos cerrados tan fuerte que no podría despegarlos por tan buen sueño que está teniendo. Ni que fuera un puto adolescente.

Después de los mensajes intercambiados con Aiden, se dió de nuevo una ducha para luego dormir. Cosa que lo está haciendo muy bien en estos momentos. Pero nadie sabía que toda esta felicidad tan repentina se vendría abajo tan rápido. Y solo por un descuido ultra pequeño.

Horacio vino más tarde, cuando aún Gustabo no estaba teniendo un sueño de estos muy vergonzosos. Como siempre vigila por su ya vino su compañero de piso. Pero le pareció raro que su computadora esté prendida. Despacio entro a su habitación para luego apagarla. No se detuvo a verla, por ahora no la necesita, solo quiere dormir, hoy había sido un largo día.

Y su cabeza le duele de tanto pensar las cosas también, tiene algo de papeleo que hacer, lo cual le había dado Volkov, por voluntad propia se había ofrecido, para ayudar y así tener una buena reseña para el Súper Intendente.

Conway despertó normal, descanso demasiado bien aquella noche, se levantó y se puso su ropa de trabajo de todos los días, ya quería llegar a comisaría y encontrarse a Gustabo, quería verlo, ya nisiquiera puede ocultar el echo de que se esta enamorando.
Llego y lo primero que hizo fue ir a buscar dos cafés pensando que lo primero que haría Gustabo es ir a verle a su oficina.
La puerta de el despacho de el Superintendente se abrió y se pudo ver a un chico sonriente.

⎯Buen día Conway ⎯Dijo Horacio el cuál nuevamente decidió ir temprano a el trabajo para toparse con su superior el cuál estaba sentado en aquella silla de cuero tan característica.

⎯Buen día Horacio ⎯Respondió con una pequeña sonrisa Conway.

⎯Lo veo demasiado feliz hoy, ¿esta esperando a alguien? ⎯Se sentó en una de las sillas frente al escritorio notando como habían dos cafés sobre este, a Horacio se le iluminaron los ojos por pensar que Conway lo estaba esperando.

Horacio era siempre quién le llevaba un café mañanero a el Superintendente y con eso quedaba feliz, demasiado, pero ver ahora que Conway tenía dos cafés le hizo demasiadas ilusiones.

⎯¿Que? No, no espero a nadie ⎯Tomo un café entre sus manos dando un sorbo a éste, estaba pendiente a la puerta esperando ver entrar a Gustabo por esta.

⎯Ese café... ⎯Dijo Horacio algo tímido pero se atrevió. ⎯¿Es para mi? ¿Me estaba esperando Jack?

Aquello tomo por sorpresa a Conway, el esperaba a Gustabo, no a Horacio, pero asintió, no podría negarle un café a Horacio.
Los ojos de Horacio se iluminaron y la puerta de el despacho se abrió.

Gustabo despertó alterado y con una erección que mojaba su ropa interior. Miró hacia abajo y una carpita estaba entre sus piernas. Se dejó caer en el colchón una vez más, y empezó a patalear y haciendo un berrinche por ser así tan de repente. Se levantó con ganas de reírse a carcajadas, suspirando atontado, se sentía liviano por alguna razón, que capaz la sabía, se estaba enamorando y era una sensación muy linda que le recorría todo el cuerpo. Fue al baño para ducharse con agua fría, cantando una canción que a un amigo le gustaba mucho.

⎯Watermelon sugar hiiiiigh~⎯y así con una sonrisa en su rostro, limpiando todo su cuerpo que cada que lo tocaba le daban corrientes eléctricas que le hacían estremecer.