Hey sí, yo de nuevo, sé que aún no termino los otros trabajos, pero esta idea me comió la mente. Antes que nada me imagino a Daniel con el estilo (perdón pero me parece demasiado lindo), que tiene Ralph en "Naked in New York", Johnny es similar al Johnny de Karate Kid, solo que dado el ambiente, parece un chico amante de la moda de los 80's. Como se dice, ya es mayor de edad, así que todo bien. Aquí probando con este prólogo. Desde ya, muchas gracias por su apoyo, eso me anima mucho <3
Cualquier error, es mi responsabilidad.(...)
Una pequeña ayuda visual para que puedan visualizar como lucen.
PRÓLOGO.
" Problemas en el
celo y deseos de criar ".Eran cerca de las tres de la madrugada, pero no quería ir a dormir sin antes terminar el inventario de los nuevos modelos que el concesionario debería para ofrecer. En alguna reunión familiar, su madre le dijo que era un adicto al trabajo y él lo sabía, Daniel siempre supo que era también por esta razón, que ningún alfa se acercó —ni siquiera betas—, a él, con la promesa de estar a su lado el resto de la vida. Y la última vez que se fue con un alfa a la cama, había sido hace siete años.
No es que a Daniel realmente le importará. Preferiría mantener su mente ocupada en la administración, reponiendo faltas y ser siempre el número uno en el valle, que otra cosa. Otra razón más, por la que había estado evitando el celo durante todos estos años. Supresor tras supresor, su cuerpo ya no reaccionaba como solía serlo. Era con el paso del tiempo, que venían las repercusiones. Ya no tenía veinte ni siquiera entraba recién en los treinta, estaba cerca de los cuarenta. Soltero, sin hijos, sin una marca de vinculación y con fallas en su propio sistema.
Suspiró frustrado, notando que el café en su tasa había disminuido, echó su cabeza hacia atrás, reposando en el respaldo de la cama. Su vida apestaba en todo eso.
Cerró el ordenador, para dejarlo en la mesita de noche. Intentando dormir las horas que le quedaban. Últimamente se sintió solo. Hacía pausas cuando iba por el parque y observaba pasar a un omega y su pequeño cachorro. Algo en él se retorcía. Poniéndolo triste. Sentía un anhelo de querer también tener eso, tener un cachorro con él. Soltó un jadeo de frustración, masajeando sus párpados, de verdad necesita dormir porque si no, las ideas extrañas llegaban a su mente o en algún caso, aquel instinto llegaba a él.
La insistente alarma le hizo desear cubrirse con las tapas de la cama y hundirse en la almohada, de pronto el recordatorio importante de que debía trabajar lo hizo levantarse. Se preparó un desayuno simple, poco nutritivo, como lo hacía últimamente. Caminando hacia su lugar de trabajo, hacía unos años en la Universidad conoció a quien actualmente era su socia en el concesionario. Amanda tenía la misma chispa que él había mantenido en aquella época, una soñadora que estaba intentado a toda marcha romper con lo que el mundo le pedía que hiciera o dejara de hacer.
Entró a la oficina exhausto, sujetando un café en una de sus manos, mientras que con la otra sujetaba su bolso. Amanda quien estaba allí haciendo su parte del papeleo le sonrió, se veía resplandeciente y brillante. ¿Cómo podría lucir así? Daniel tenía la certeza de que la mujer tenía trucos bajo la manga, pero luego de tener tres años a su cachorro junto a su pareja, Amanda no mostraba signos de estrés.
—Entonces, te ves incluso peor que la última vez, ¿Qué hay de los descansos, Daniel? —Preguntó ella tras su propio ordenador.
—No puedo evitarlo. Lo sabes, y ni siquiera puedo dormir bien esta vez, debo tomar algunas pastillas porque si no, las cosas realmente no funcionan.-suspiró, acomodando algunos papeles en carpetas.
Amanda dejó de lado su propio trabajo, mirando ahora con preocupación a su socio y también amigo. Sus ojos le miraron de arriba abajo, al menos lo mejor que podía a través del cuerpo sentado. Los secretos más profundos de Daniel quedaban al descubierto ante ella. Tragó saliva nervioso.
—Daniel. ¿Has seguido evitando el celo? —Ante la nula respuesta, Amanda agrandó los ojos.— ¡No puede ser! Me dijiste que ya no lo ibas a suprimir, sabes lo que eso puede significar. Es, es. Hace daño.
—Perder. Pero la única forma de que eso, y mis tontas ganas de tener un bebé se calmen, es con un alfa. Y, Amanda por Dios, ¿Cómo haré eso? Mi línea murió hace mucho, ya no tengo lo que pude tener.
La mujer tecleó algunas cosas en su computadora de la oficina, con un rostro denotado de seriedad. Conocía una posibilidad para solucionar eso, no era la más práctica y quienes recurrían a esto, eran omegas más jóvenes, al menos así en su mayoría desorden hormonal que esto contenía en la juventud. Pero era la solución que no implicaba, ni atarse románticamente, ni marcas de por medio. Solo una cuestión que duraría hasta que Daniel pudiera mantenerse lejos del estrés que estaba manteniendo.
Daniel negó cuando Amanda giró la pantalla, la página, con letras grandes y tonos oscuros combinados con un rojo fuerte, le hicieron entender al omega lo que la mujer estaba tratando de decirle implícitamente.
—No. No iré a ese lugar. ¿Con qué cara miraría a mi cachorro si me pregunta de su padre? Además, no creo que mi posible celo intenso llame la atención de alguien.
Aunque gran parte de la población omega ya no necesita estar consolidado con el otro lado, simplemente podía decirle al futuro que nunca pudo convivir o algo así, y como bien juntos se sabía para los alfas que trabajaban en esos lugares, ni siquiera era un problema saber exactamente a qué clase omega iban a prestar sus servicios.
Daniel decidió que iba a pensarlo mejor, tenía demasiado trabajo de momento.
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ALFA EN ALQUILER
FanfictionDaniel es un omega de treinta y seis años, que no ha estado con ningún alfa hace más de siete años. Bajo la presión, de que su cuerpo tenga fallas, por no dejar que el celo cumpla su curso, y una nueva sensación de poder tener un cachorro. Terminará...