niño bueno, se merece un castigo

Gripe parte uno

Ian sentía como su cabeza esta apunto de estallar, le dolía desde muy temprano, de no ser por qué tenía un examen a primera hora se habría quedado en casa todo el día, aunque estaría solo, sus padres como siempre habían salido muy temprano para el trabajo, nisiquera lo habían esperado a desayunar.
había una nota escrita con la caligrafía su madre que decía:  "amor volveremos en la noche".
sobre la mesa con trago lo que era su desayuno un tazón con cereal, un vaso con leche, un tazón con fruta y un par de tostadas con mantequilla.
Ya se tomó el vaso con leche y se apresuró a ir a clase, no tenía ganas de comer nada más, estaba seguro de que se comía algo aparte de la leche, que se había tomado, vomitaria sin duda.
salió a su casa, se subió en el auto y condujo por las calles, camino a la universidad.
Al llegar a la universidad, se estaciono donde siempre y su amigo Alex lo estaba esperando.
Alex: hola Ian
Ian: hola Alex
Alex: ¿estás bien?, estás muy pálido.
Ian: me duele la cabeza, pero se me va a pasar.
Alex: ¿por qué no te quedaste en tu casa?, le hubieras dicho a tus padres que te sentías mal.
Ian: no estaban, y no les iba a llamar para preocuparlos.
Alex: eres muy buen hijo, ese es tu problema.
Ian: mejor vamos, el examen esta por empezar.
Alex: ¿cual exámen?
Ian: ¿otra vez no estudiaste?
Alex: es que anoche tuve una cita muy especial y se me olvidó.
Ian: no tienes remedio.

El examen estuvo difícil, y por primera vez en su vida Ian sospechaba que reprobaria uno, se sentía pésimo, el dolor de cabeza estaba en aumento, tenía frío, la garganta le ardía y lo único que quería era su cama..

Alex: ¿te llevo a tu casa?
Ian: tenemos más clases
Alex: ¿te llevo a la enfermería?
Ian: tenemos clases.

Alex poso su mano en la frente de su amigo y sintió que estaba ardiendo en fiebre.

Alex: estás ardiendo
Ian: la verdad quiero mi cama, pero tenemos clases.
Alex: al diablo con las clases, tienes que ir a tu casa, llamar a tus padres, y ver un médico.
Ian: Pero
Alex: pásame tu celular, yo llamo a tu mamá
Ian: no, no quiero preocuparla.
Alex: entonces ve a la enfermería para que te evalúen y después a tu casa.
Ian: está bien, creo que tienes razón
Alex: te acompaño.

Ian, fue a la enfermería, y la enfermera después de evaluarlo y justificarlo de sus clases, por estar con casi 39 grados de temperatura, se fue a su casa. Donde se tomo unos analgésicos y antipiréticos, esperando que su fiebre bajará, por que esa noche tenía una cita en el internado.