Si bien es cierto que cada uno de nosotros planea con antelación un viaje, ya sea de negocios o simplemente de disfrute personal, tomamos nuestras pertenencias y nos subimos un autobús y luego tomamos un barco hacia un destino predeterminado, talvez no nos damos cuenta de ello, pero en ese barco va mucha gente más si bien todos anun mismo puerto no así a un mismo destino, unos escogerán ir a un río otros una playa "X", unos en busca de visitar a su familia otros buscando alejarse de la misma, unos por negocio otros por placer, unos con fines educativos de conocer lugares nuevos y otros simplemente huyendo de las responsabilidades y estrés del día a día de trabajo.
Si bien vemos personas que talvez no llaman mucho la atención en sus rostros, no conocemos a ciencia cierta que hay dentro de sus corazones y sus mentes.
Lo mismo pasa en otros lugares, ese barco podemos compararlo con escuelas, colegios, universidades, lugares de trabajo, hasta en tu propia casa. Vemos personas que si bien están en el mismo lugar, su destino puede que no sea el mismo que el tuyo puede que tú estés en tu colegio preparándote para ser una secretaria, un mecánico y otra persona simplemente está de paso porque sus padres quieren que estudie algo y el simplemente quiere crear obras de arte, otro solo quiere ser futbolista, otro quiere irse a vivir lejos y tener su huerta, no sabemos que podemos encontrarnos en casa cabeza o corazón, eso es lo magnífico de esta vida, solo vemos caras unas más llamativas que otras, pero corazones no podemos ver.
Talvez si pudiéramos ver corazones en lugar de caras, podríamos ser más simpáticos con ciertas personas, regalar una sonrisa en lugar de una mirada fría y una palabra de aliento hacia sus metas y deseos que un simple silencio que hace que los días y los viajes sean más largos cada vez.
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Relatos Viajeros
RandomRelatos personales de como podría verse el punto de vista de otras personas, personas comunes y corrientes que nos topamos día a día, en un viaje turístico, rutina o simplemente en el viaje más emocionante, ese que llamamos vida.