Cap 3

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Sasuke tenía claro que haría para llamar la atención del doncel, es poco practico pero tal vez funciona, su toalla colgaba de su cadera, se acercó a su escritorio y agarró un libro bastante grueso dispuesto a lanzarlo al suelo con fuerza, lo dejó caer con un poco de impulso, estaba de espaldas ya que conservó el pensamiento de ser equitativos, aunque no estaba seguro si el rubio se había dado cuenta de la asistencia del peli negro, Sasuke tiró de su toalla con una mano y la posó sobre su cuello estirando de lado a lado haciendo que los músculos de su espalda se contraigan y broten.
El rubio si que tomó conciencia de el azabache que tenía al frente, levantó su vista cuando escuchó un golpe aunque no muy fuerte, y se encontró con ese sexy peli negro que se secaba, con sus fornida espalda al aire, abrió los ojos como platos y su mente se rebatía entre el pensamiento de cerrar velozmente las cortinas o quedarse observando disimuladamente. Qué lo dirigía a tomar acciones tan indecentes, que sería? El libro que tenía entre manos tapaba casi todo su rostro excepto sus ojos azules. Esta mal, claro que esta mal, que hago viendo a Sasuke secarse? Se decía a si mismo, pero no podía evitar ver al chico de cuerpo notablemente atlético de la otra ventana, se veía demasiado fervoroso con esos hombros y esa ancha espalda que carecía de una sola molécula de grasa, parecía que estaba tallado a medida, unas cuantas gotas se resbalaban por su espalda al caer de su negro cabello, se veía extremadamente apetecible, "Tan ardiente..." se le escapó entre suspiros al rubio, en un tono un poco alto que no se camuflaba para nada en el silencio vacío de la noche, lo que hizo que el Uchiha se girará un poco, quedando de costado, su mirada se dirigía de reojo a la ventana del doncel, una sonrisa coqueta se formó en su rojos labios, y de parte de Naruto un gesto tierno pero desesperado fue de cubrir su cara completa con el libro.
Naruto se sonrojo hasta las orejas, el peli negro todo el tiempo supo que lo observaban, sino por que hizo esos gestos tan obvios, pensaba el rubio, Naruto estaba en un serio dilema así que sin realmente pensarlo se paró rápido de la silla dejando de lado el libro y sin siquiera poder levantar la mirada cerró presurosamente las cortinas.
Se fue a sentar a su cama como indio con las piernas cruzadas, se tapó la cara con ambas manos y toda clase de pensamientos invadían su cabeza, su corazón estaba acelerado, su cara de seguro parecía un tomate, estaba un poco nervioso, pasaron unos minutos y se calmó pero no dejó de pensar un segundo en Sasuke. "Es justo..." dijo destapándose la cara y dando un largo suspiro, pensó "El me vió de la misma manera, Por qué me preocupo tanto?, aunque claro que en ningún momento me di cuenta de eso sino hasta salir de mi habitación, posiblemente él no sabe eso, pero me serviría de mecanismo de defensa" Inspiro y exhaló varias veces.
Sasuke solo estaba recordando las que fueron tiernas reacciones de parte del rubio a su parecer, reía de vez en cuando, quien pensaría que ese rubio gritón y extrovertido tenía una faceta tan tímida, se preguntaba en qué estaría pensando en este momento, y por parte del rubio no pudo evadir que la imagen del sexy azabache se presentará en su cabeza, hasta que una presión ejercía algo de dolor en sus shorts, pensó por un momento, el no era una persona que se masturbaba frecuentemente pero le estaba doliendo cada vez más, y aunque se negaba rotundamente a tocarse pensando en ese chico, poco a poco cedió.
Bajó sus shorts y agarró su miembro, con una mano empezó a masturbarlo creando calor con la fricción, se sentía bien, muy bien, pero no era suficiente, hace mucho que no hacia esto pero, la ocasión lo precisaba, se puso de rodillas sin dejar de frotar su hombría e inclinó su cabeza hasta chocar su mandíbula con el colchón, llevó su mano libre a la entrada de su trasero que levantaba su fina espalda, y lentamente introdujo uno de sus dedos, estaba un poco húmedo allí atrás, y de a poco se dilataba cada vez más, hasta que logró introducir otro dedo que lo hizo soltar un algo fuerte gemido, los movía de adentro hacia afuera cada vez más fuerte y profundo, soltaba jadeos, ambas manos trabajaban al compás, el rubio sentía una extensa satisfacción y excitación, en nada se vendría, seguía con los movimientos, retorciéndose de placer y arqueando su espalda, hasta que llegó al clímax tocando con un roce su próstata, se vino manchando su sábanas y cayó echado al lado de sus restos rendido, después de unos segundos que se tomó para regular su respiración, se levantó y sacó las sábanas sucias y su short.
Se colocó otra pijama y se acurrucó abrazando una almohada, aún no podía creer que se había masturbado pensando en Sasuke, pero claro esto no se repetiría.
Lo que el doncel no sabía era que al peli negro que vio de forma tan pervertida esa noche, le había pasado lo mismo un par de días atrás.
Mientras Sasuke ya se estaba por dormir algo contento con que su plan funcionara a la perfección, pero quien sabe que más hubiera mostrado si el rubio no se hubiera comportado tan tímido.

Ese doncel es mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora