Entre a matemáticas sin ningún problema, a Steven le tocaba otra clases diferente a la mia, y nadie se dio cuenta de nuestra ausencia en ciencias.
Las siguientes clases trascurrieron de lo mas normal. Toco el timbre de salida y espere a que mi mama me recogiera de la escuela.
Durante la merienda, note demasiado nerviosa a mi mama. No dejaba de mover su pierna izquierda, por debajo de la mesa. Tampoco emitió ninguna palabra.
***
Son las diez de la noche, escucho el timbre de la casa y varios golpes contra la puerta. Bajo rápidamente las escaleras para ver quien es. Voy directamente a la ventana, donde discretamente a través de la cortina, puedo visualizar a un hombre, alto y con los brazos cruzados. Por la oscuridad no puedo distinguir ninguna otra característica. Oigo como mi mama baja las escaleras, me dirigió hacia ella.
-Vuelve arriba e intenta dormir -me da un beso en la frente, y una sonrisa falsa, puedo notar en su rostro. Se acomoda la pyjama y abre la puerta.
-Que gusto volver a verte, Lorieta -la voz de el hombre desconocido, me causa escalofríos. Doy varios pasos hacia atrás.
-Te lo diré una sola vez, ¡Vete de aquí! -el tono de mi madre es demasiado firme.
-Claro que no, vine para quedarme -el hombre de pelo castaño, se adentra en la casa. Esta situación me es muy confusa, supongo que sera algún pretendiente , y que tuvieron alguna pelea. Pero no la dejare sola.
-TE DIJE QUE NUNCA VOLVIERAS, SOLO ARRUINAS NUESTRAS VIDAS. ¿QUE ES LO QUE QUIERES? -Sus gritos aturden. Comenzó a dar ligeros golpes en el pecho del hombre, pero el no movio ni un pelo. El desconocido intento acariciar la mejilla de mi madre, pero fracaso ya que ella, lo detuvo. Una cachetada, fuerte y veloz se deposito en el rostro del hombre, dejándolo rojo.
-¡NUNCA MAS, VUELVAS A INTENTAR TOCARME! -mi madre lo empujo hacia la puerta, el tomo sus brazos y la tiro contra el suelo. Estoy paralizada. Mi madre se ve débil, así que rápidamente la ayudo a levantarse.
-Llamare a la policía -afirme mientras tomaba el teléfono.
-¿Acaso no sabes quien soy? -el hombre se dirije hacia mi.
-No -respondí, mientras marco los números para hacer el llamado
-Soy tu padre, Lexi -se me cayo el teléfono de las manos al escuchar lo que habia dicho. Mi madre se levanto y me tomo de lo hombros, alejándome de el. No separe mi mirada de la suya. Tiene los mismo ojos que los mios.
-¿NO LE HAS HABLADO DE MI LORIETA? -el hombre desconocido, que se hace llamar mi padre, se friega su rostro, poniéndose demasiado tenso.
-CLARO QUE NO, QUE QUIERES QUE LE CUENTE ¿QUE ERES UN MONSTRUO, QUE DURANTE MI EMBARAZO ME GOLPEABAS? -mi madre se da vuelta hacia mi, y me mira a los ojos.
-Ve arriba y fíjate si tu hermano esta bien. Solucionare esto, luego lo charlaremos. -me susurro de una manera demasiado tranquila, como si tuviera la situacion bajo control. Sin dudar asenté con mi cabeza, recojo el teléfono del suelo, y salgo corriendo hacia las escaleras. Voy hacia el cuarto de mi hermano Dixon, y esta profundamente dormido. Entre la desesperación y los gritos que se escuchan, entre el hombre y mi madre, involuntariamente marco el numero de Steven.
-¿Hola? -inmediatamente reconocí su voz, me tranquilice y respire profundo.
-Perdón, me equivoque de número -corto la llamada, no sabia que es lo que estaba haciendo. El teléfono comienza a sonar, atiendo.
-¿Que sucede Lexi? -escuche a través del parlante del teléfono. Comienzo a llorar.
-No sucede nada, buenas noches -mi voz temblorosa, no la pude ocultar.
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ILEGAL.
RomanceLexi es un chica de un pueblo llamado Lyd Mills. Steven Macoth llega a su vida para darla vuelta por completo. Pero no todo es lo que parece. Dicen que la familia es primero ante todo, pero... ¿El queria ser como su familia? O arriesgaria todo por...