JJPRETTY

04

Al salir al escenario y ver a su familia en primera fila realmente la descompuso. Intentó guardar su desagrado al verlos allí bien sentados con un completo desconocido que pronto sería su esposo. Bailar fue realmente liberador, fue la única forma en la que pudo filtrar ese malestar, aunque sabía perfectamente qué hacer para deshacerse de todo el mal que la aquejaba esa noche.

Durante el primer acto logró hacer todo bien, todo dependía de su cuerpo recordando su lugar cuando escuchaba la música, y cuando sus sentimientos estaban a punto de ganarle, entonces volteaba a ver a JaeBum y volvía a recomponerse, así que cuando hubo una pausa, JinYoung corrió directamente a los brazos de su mayor y dejó todo allí, le dio un enorme beso en los labios, dejando que todos sus sentimientos se expresaran en ese pequeño gran gesto, sin importarle qué pensara el resto.

- me enamoré de ti, en serio me enamoré de ti. - se confesó la menor. - me gustas tú, y no sé si me vas a corresponder, y me daba miedo decirlo. Pero ahora no tengo nada que perder, y decírtelo realmente es liberador...

- te estabas tardando un poco. - ahora fue JaeBum quien la besó. - yo también te quiero, Jinnie. Ahora... debes seguir brillando. 

- cuando mamá se entere de esto, le dará un infarto. - dijo entre risitas mientras se separaba. - dame unas horas.

En el segundo acto, estuvo más brillante que nunca. JinYoung nunca lo hizo mejor o más radiante que esa noche. Mientras que bailaba, se sentía increíble al mirar hacia abajo y saber que tenía un peso menos encima, sin embargo se le venía una batalla muy pesada, pero no importaba ahora, solo quería bailar y sentirse libre con su sexualidad.

El hombre con el que se supone se iba a casar la miraba de pies a cabeza, con un ojos oscuros que no le generaba confianza, así que mejor se aferró un poco más de lo debido a su compañero.

- ¿estás bien? - le preguntó él en voz baja cuando la posición les favoreció.

- no confío en ese sujeto. - susurró ella. - cuando termine todo, vamos a beber para perderlo.

Él asintió. Cuando la obra acabó, JinYoung corrió a cambiarse ropa y limpiarse, con tal de no toparse con su familia.

- si le preguntan dónde estoy, les dicen que estoy en un auto para ir a beber con ustedes. - le dijo la menor a sus compañeras, sin siquiera escuchar los agradecimientos de su profesor. Tenía el tiempo en contra.

Con sus zapatos a la mano y aún con sus zapatillas de ballet puestas, corrió con JaeBum hasta el vehículo donde la mayor había venido. Jackson se quedaría unos momentos hablando con las bailarinas. 

Para cuando llegaron a la carretera, Park ya daba su escape todo un éxito.

- ¿y a dónde vamos? - le preguntó la mayor.

- solo... solo a un lugar tranquilo. - contestó ella, soltando su larga cabellera. - se siente bien. Siento que es liberador.

‐ ¿quieres ir a un lugar privado? - le propuso Im. ‐ creo que ese chico estará conmigo un tiempo y no me dejará estar contigo... así que... quiero estar contigo esta noche.

Se dieron un beso y luego Im condujo hasta un motel a un lado de la carretera. Ambas traían un poco de dinero, por lo que pagarían entre las dos.

JaeBum cargó a JinYoung, con sus piernas alrededor de la cadera de la mayor mientras se besaban salvajemente. Al caer a la cama, la menor quedó debajo, acostada.

La pelirosa bajó los pantalones de la castaña y subió su camisa junto a su sostén, deleitándose con la vista.

- ¿segura que quieres hacerlo ahora? – preguntó la mayor antes de continuar. - no hay algo especial, no hay nada que pueda significar algo.

‐ si no es hoy, no sé si mañana podrás ser tú. - le contestó, tomando la mano de su pareja. - y definitivamente, no quiero la miseria de ese sujeto.

‐ está bien...

Había leído libros erótic0s, dos mujeres entregándose la una a la otra, también había visto un par de vídeos, así que, aunque fuese su primera vez también.

Dio un último beso en los labios de la menor y luego bajó a su cuerpo, empezando a repartir besos sobre su pecho, inhalando su perfume y suave olor, jugueteando con sus pechos con sus manos o su labios, sacándole suaves gemid0s a la muchacha bajo ella. Tomó su mano, apretándola suavemente.

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Cuando todo terminó, ambas quedaron cansadas. JinYoung se quedó apoyada en el pecho de la mayor, recibiendo sus mimos y cariñitos.

Fue la mejor noche de su vida. Salir del clóset a lo grande, de un clóset mágico color rosa.

- ¿eres feliz conmigo? - le preguntó Im.

- siempre lo he sido. - contestó la menor, mirándola a los ojos. - supongo que desde mañana me dirá que no podré separarme de ese hombre.

- puedo clavarle un cuchillo y hacer parezca un suicid1o. - le dijo la pelirosa, dándole un beso a la más pequeña. - deberíamos descansar, sobre todo tú. - sugirió al ver a su pareja bostezar.

- no quiero perder tiempo contigo. - dijo ella con sus lindos ojitos cerrándose.

- estaré contigo hasta que despiertes, te abrazaré muy fuerte. - le dijo para calmarla, hasta que la menor se quedó dormida en su pecho, acurrucándose a su lado.

Im pensó en los difíciles tiempos que se venían para la menor, y lo peor es que no podría hacer mucho, más que apoyarla. Todo dependería de las acciones que podría toma JinYoung. Sabía que ella era la víctima, pero que todo dependía de lo que la víctima estuviese dispuesta a hacer.

- Ratona... espero que sepas que cuentas conmigo. - le dijo la pelirosa.