Dongyoung y Johnny nunca pensaron en tener un departamento más grande. En realidad, como ambos trabajaban tantísimas horas, solo llegaban a su hogar para ver algo de tele y dormir como rocas hasta el siguiente día.
El trabajo de ambos requería despertar muy temprano y volver muy tarde a casa. La mayoría del tiempo comían fuera, aunque nada muy elegante y sus días libres lo pasaban en casa de sus amigos o escapándose un rato al centro comercial. Es por eso que jamás pensaron en la necesidad de mudarse.
Además, no estaban casados, por lo que el banco no quería otorgarles un crédito hipotecario; sus salarios como maestros de secundaria eran una miseria y vivir en una zona tan urbana en el centro de Seúl solo les permitía costear un piso de dos ambientes donde la única habitación daba a una puerta junto al baño y frente a este un espacio para el escritorio.
En fin, vivir en ese micro-departamento jamás fue un problema.
Hasta que la pandemia los obligó a encerrarse en ese minúsculo lugar y, peor, los obligó a realizar sus clases por videollamada.
¿Problemas? Muchísimos.
Como solo había un escritorio, uno de los dos debía realizar sus clases en la sala de estar, donde de fondo se dejaba ver los trastes del día anterior sin lavar, por culpa de la cocina que era abierta y del fregadero pequeño que no lograba contener tantas ollas. Eso obligó a que fueran lo suficientemente responsables como para lavar los trastes en la noche y ocultar en el suelo la loza del desayuno.
Otro problema era el internet de mierda que ambos se cargaban. Como pagaban el plan más económico, la señal no aguantaba a los dos maestros realizar sus clases eficientemente y uno de ellos terminaba por decir «estudiantes, la clase termina aquí. Los veré mañana ¿de acuerdo?».
Tampoco había que omitir el hecho de que la mayoría de sus estudiantes no lograban comprender al 100 % lo que ellos intentaban enseñar. Al principio John se quejaba mucho y se frustraba, pero su novio lo calmaba recordándole que en realidad no era culpa de nadie y que los ánimos no estaban para aprender y enseñar fuera de un salón de clases.
Luego de dos semanas, Johnny ya no aguantó más y le propuso al coordinador escolar realizar sus clases después de almuerzo, mientras que su compañero de trabajo —Sí, eso era lo que la escuela tenía entendido sobre la relación de esos dos hombres tan cercanos—, realizaría sus clases durante la mañana. La excusa que él puso fue que los estudiantes terminaban sus jornadas exhaustos y quitarles horas de la mañana y de la tarde aligeraría la rutina en cuarentena.
Al final de cuentas, ni ellos tenían ganas de enseñar ni los alumnos de aprender.
El inconveniente fue que para realizar ese cambio, debían fusionar varios salones para cumplir con todos ellos. Así fue como la pareja pasó de tener 25 estudiantes por clase, a más de 50.
Dongyoung jamás pensó que tener a Lee Donghyuck y a Huang Renjun en la misma videollamada podría generar tanto alboroto. Lo entretenido fue enterararse que el revoltoso Donghyuck moría de amor por el estudioso Lee Mark; lo supo porque Zhong Chenle dijo en medio de una clase virtual: "No me sabré la tabla del ocho, pero al menos no babeo por Mark".
Eso inició una discusión de diez minutos, con un pobre y avergonzado canadiense diciendo: "Disculpe, maestro, pero tengo que sacar a pasear a mi perrita Esmeralda" y un acongojado Liu Yangyang preguntando: "maestro Kim, ¿entonces como es que se sacaba la raíz cuadrada?".
Como las barbaridades eran pan de cada día, el maestro de matemáticas no tuvo otra opción que crear un grupo de whatsapp llamado Matemáticas último año clase A, B y C para que los afligidos alumnos como Yangyang pudieran preguntar cosas relacionadas a su clase.
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MAESTRO KIM👨🏻🏫JOHNDO
FanfictionUna experiencia muy vergonzosa le ocurre al maestro Kim Dongyoung cuando dicta sus clases de matemáticas de forma online. 👨🏻🏫Título: Maestro Kim 👨🏻🏫Pareja: Johndo 👨🏻🏫Extensión: Drabble/One-shot chikito 👨🏻🏫Advertencia: nada, púdrete c...