Entre Rosas y Papel

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Hay veces en las que quisiera volver a buscarte, mostrarte cada una de las emociones que me hacías sentir, es tan exhaustivo pensar en que alguna vez hubo un "nosotros", rondas de un lado a otro en mis pensamientos, en mis sueños y en cada estúpido lugar que visitamos.

Recuerdo la vez que fuimos a aquel museo de arte que te encantaba, veíamos las obras, mientras leíamos quién las había confeccionado, pero lo que jamás se borrará de mi cabeza es lo que susurraste en mi oído, mientras veíamos la escultura de dos manos entrelazadas.

"Tú siempre serás mi obra de arte favorita."

¿Cómo crees que me sentí al oír eso?
Sentí tocar el cielo con las manos.

Cada palabra, cada roce, cada suspiro, todo tenía tu nombre impregnado, todos los días trato de dejarte atrás, pero no puedo, cuando creo que por fin te he superado, aparece algo que tiene que ver contigo o alguien me pregunta por ti.

Es gracioso como todos tenían tanta fe en lo nuestro, siempre era: Que bonita su relación, ojalá yo tuviese una así, terminaran casándose, pero míranos ahora, dos personas que solían amarse con locura y ahora son completos desconocidos.

Terminaste de llevarte mis mejores recuerdos con un: Podríamos ser amigos, lo triste es que no puedes ser amiga de alguien que amas, así como los niños aman sus juguetes, de los cuales jamás se separan.

Solíamos sentarnos debajo del árbol de flores amarillas que está cerca de mi casa, acariciabas mi cabello y me veías como si fuese la octava maravilla del mundo, tus ojitos marrones eran lo que deseaba ver siempre, el día que todo acabó, me senté allí, sola y perdida, me puse los auriculares, sonaba nuestra canción favorita, Heavenly de Cigarettes After Sex, cerré mis ojos y nos imaginaba oyéndola, como solíamos hacerlo.

Cada día pasaba y yo seguía estancada en el pasado, salía con amigos e iba a fiestas, pero los recuerdos, los besos, los abrazos seguían allí, corriendo por mi cabeza, que de por sí ya era un completo desastre, siempre sabías cómo arreglarlo, pero ya tú no estabas.

Ya habías encontrado a otra persona, te veías tan feliz con ella en aquella cafetería, dicen que aveces el destino nos pone en el lugar y hora indicada para mostrarnos cosas, ese día pasaba por allí, me dirigía a la biblioteca a terminar de estudiar para los exámenes finales, debía sentirme triste al ver que ya alguien había ocupado mi lugar, alguien más ya era dueña de tu sonrisa, pero me sentí feliz por ti.

Desde ese día comencé a centrarme en mí, comencé a quererme, comencé a mejorar las pequeñas cosas que sentía que estaba haciendo mal y quedarme estancada en el pasado era una de ellas, en la universidad me estaba yendo de maravilla, el sentimiento de tristeza ya no estaba allí, la nostalgia desaparecía poco a poco, una nueva yo comenzaba a renacer, aprendí a arreglar el desastre en mi cabeza, salía a dar paseos largos por la playa, me tenía a mi misma y con eso bastaba.

Al principio de la historia pensé que mi vida se iría contigo, pero mírame, salí de aquel laberinto de recuerdos, me amo a mi misma más de lo que te amé a ti, ahora puedo ver las cosas que se relacionaban contigo y no me causa emoción alguna.

Estoy orgullosa de mí.
Te superé.

Holaa chicos!!
Nuevo capítulo, espero lo disfruten, les agradecería mucho si comentan y votan!!
Cuéntenme si alguna les ha pasado algo así.
Los quiero mucho y gracias por el apoyo. ❤️