Capítulo único

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Advertencia: Pepperony x Stony.
~•~

—No tenga miedo, Capitán.

—Ella está ahí. —Balbuceó Rogers al sentir las manos del castaño rozarle su miembro, su miembro erecto por la jodida situación en la que estaban.

—Solo confíe.

Rogers asintió y correspondió los besos de Stark.

A medida que besaba a Tony y sentía la experta boca de Tony demandarle, Steve dejó de pensar que frente a ellos se encontraba Pepper Potts. Sí, Rogers dejó de pensar en lo mal que era que la esposa de Tony Stark estuviera a su adelante, sentada en el otro sillón y prestándoles atención. Rogers se deshizo de la poca moral que le quedaba para centrarse en lo sucio que era esta petición y en lo jodidamente excitante que era tener a Tony besándole y quitándole la camisa. Mientras que, sus manos iban al culo de Tony y lo apretaba. Lo apretaba con ese mismo deseo que por tanto tiempo retuvo, le quitó el sueño y la decencia. ¡Joder! Las nalgas de Stark eran tan firmes y exquisitas como las había imaginado, como las había soñados. Así que, deseoso de verlo sin ese short tan provocativo, finalmente Rogers dejó de prestarle atención a Pepper para disfrutar a Tony, a ese genio mal portado que le hacía la vida imposible como vengador. Sí, Rogers comenzó a ser quien bese a Tony, a quien toque sin descaro el culo de Tony y a disfrutar cómo Tony le desabrochaba el pantalón. Steve fue disfrutando cómo Tony besaba su pecho desnudo, cómo iba bajando hasta su polla y cómo le iba bajando el pantalón. El placer que consumía Steve era distinto al que soñó. Este deseo era más oscuro, más perversa, que su polla lo evidenció al verse descubierta después de que Tony también le bajara los calzoncillos.

A lo que Tony sonrió, se agachó y empezó a chuparla. — ¿Le gusta, Capitán? —Steve no respondió, solo empujó la cabeza de Tony contra su polla para que siguiera chupándola.

Tony complacido iba chupando esa polla que tanto le robó la atención, que tanto lo tentó y que tanto soñó con probarla. Sí, probarla y tenerla dentro de él. Por lo que, metiéndosela hasta lo más profundo de su garganta, Tony veía cómo el correcto Capitán Rogers cerraba los ojos y jadeaba con dureza. Esto era lo que tanto deseó y, aún más, sintiéndose un maldito bastardo por tener a su esposa, a Pepper, delante de él. Ella los observaba con detenimiento y con determinación. Esa misma determinación que los orilló a esta exquisita y sucia situación. Tony sabía que ella no los condenaba, sino les motivaba. Porque ella se los pidió, se lo pidió a Tony. Quería ver que esa tensión entre ambos se acabase. Ella era perfecta y merecía ser el testigo de cómo los dos se entregaban a esa tensión que los hacía desearse en la oscuridad. Así que, chupando una vez más la polla de Steve, Tony se reincorporó, besó la boca demandante de Rogers y le ordenó a sentarse en el enorme sillón.

Steve no tardó en obedecer, se sentó en el sillón y se terminó de quitar los calzoncillos junto con el pantalón. Mientras que, Tony se arrodillaba en el suelo y se colocaba en el medio de sus piernas. Jodidamente, Stark se metía toda su polla en la boca, la chupaba hasta lo más profundo y aceptaba complacido las embestidas que él le hacía contra su boca. ¡Por un demonio! Stark era muy bueno que él ya no iba a necesitar más de su mano, sino de la boca de Stark. Rogers jadeó y embistió contra la boca de Tony hasta que se sintió más erecto. Fue ahí que jaló a Tony, le dio un beso y se giró. Steve se subió al sillón, dándole la espalda y su propio culo a Tony porque necesitaba que Tony respondiera a ese extraño placer que palpitaba en su entrada. A lo que Tony asintió dispuesto y, enseguida, llevó su rostro a la entrada de Steve y hundió su rostro ahí. Stark comenzó a lamer la entrada de Rogers, a llevar su lengua y meterla dentro, provocando un extraño y exquisito hormigueo en Rogers. Sí, Rogers jadeaba complacido de cómo la lengua de Stark se metía en su entrada hasta que nuevamente su miembro erecto demandó atención. Steve ahí se levantó y se echó en el sillón, mientras que Tony volvía a meterse en sus piernas y a lamer su entrada y sus testículos. Rogers se masturbaba muy excitado hasta que Tony tomó su polla con la mano, la lamió todo el tronco y se metió a la garganta. Cegado por el placer, Steve sujetó los cabellos de Tony y empezó a embestir contra la garganta de Tony, a embestirla frenéticamente.

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