Al día siguiente Claire llegó y aparco su carro con la atenta mirada y murmullos de todos los que estaban a esas horas de la mañana por ingresar a clases.
Llevaba un jeans negro y una camiseta blanca holgada junto con sus converse y una gafas oscuras.
No vio a sus amigos así que con desinterés camino hacia la entrada.
—¡Claire! —Stassy corría como alma que lleva el diablo, con las mejillas rojas y la respiración agitada hacia su amiga.
—Shh rubia, no empecemos con las vergüenza a primera hora—contestaba tímidamente la castaña, odiaba ser el centro de atención, aun si hacia el ridículo a diario. Por una buena causa claro esta.
—A que no adivinas—decía la chica rubia recomponiéndose y alisando su ropa y cabellos dorados.
—No. No adivino. —dijo quitándose las gafas y rodando los ojos.
—Tu queridísimo Isaac—Claire intento restarle importancia sin lograrlo—bien, se que te mueres por saber y bueno... ¿Cómo no lo note ayer? ¿Cómo no lo notaste tú? Bueno yo iba... Hablaba con Alex... En fin.
—Dime ya. Que demonios pasa—en su casillero perezosa cogió sus libros.
—Agh. Isaac golpeó al capitán, ya sabes musculitos Smith y otros dos, quien sabe cómo se llaman—la castaña paro en seco.
—¿Y cuando fue eso? ¿Esta herido? —su preocupación hizo reír a su amiga.
—Tu dime. Fue a la dirección después que tú. —le contestó señalándola y riendo.
Claire pensó y claro. Como estúpida ayer estaba tan distraída que no se percató de eso. Oh Dios. Incluso lo llamo imbécil... quizás estaba herido y ella no pensó mas que en si misma.
—¿Y por que pelearon? —estaba haciendo una mueca, no había motivos. Isaac era tranquilo, sensual, un chico malo pero tranquilo. Y con una beca de por medio su buen comportamiento y paciencia era debido a eso.—tengo que hablar con Antoni.
Camino en dirección contraria a las aulas, sin escuchar a Stassy. Sabía que el director Bermuti solo era comprensivo con ella, con nadie más. Cowell estaría o ya estaba en graves problemas si los padres de los jugadores exigían medidas drásticas.
No podría soportar su último año, su último intento irse por la borda.
No mientras ella estuviera con vida y su padre pagará ridículas sumas de dinero, si eso. Usaría a su padre como excusa. Alexanders, Alexanders eres de utilidad se decía.
Saludo a la secretaria la Sra. Greta una mujer casi por jubilar. Entró sin tocar, sus modales se iban al caño cuando se trataba de él.
—Srita. Maiden ¿ya empezó a primeras esta mañana? —la castaña torció los labios, que poca fe.
—Aún no. Mmm. Supe que un estudiante golpeo ayer al capitán del equipo de fútbol—hizo una pausa tratando de sonar lo mas desinteresada—¿Recibirá algún castigo?
—No debe preocuparse por su noviecito el señor Smith, con respecto al otro muchacho fue su primera falta, así que solo recibió una amonestación. Me sorprendió su comportamiento, pero todo fue aclarado.
Claire estaba más aliviada pero por otra parte no le agrado lo primero ¿Marcus Smith su novio? Ni aunque perdiera la cordura.
—Es bueno saberlo. Por lo otro, solo para aclarar, no tengo novio y me gustan más los que usan el cerebro. —sintió la necesidad de aclarar.
—Bueno, bueno. ¿Necesita algo más? —el director siguió revisando los documentos de su escritorio, Claire resoplo y negó.—Bien entonces, vaya a su clase.
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No lastimes mi corazón.
Ficção AdolescenteClaire Maidon estaba enamorada, de Isaac Cowell que solo con verlo le producía un cúmulo de emociones y hacia dar vueltas su mundo y su corazón, hacia cualquier cosa por tener un poco de su atención, aunque significará perder su dignidad en el camin...