Versión no cringe de "La Última Valkiria", corregida y aumentada.
Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
Un fanfic que da u...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV HEATHER
-¿En qué estarás soñando?- le preguntaba a Astrid mientras cambiaba sus vendajes de la mañana, el golpe fue un poco abajo del esternón, no dio en órganos vitales, pero, Thor como perdió sangre, incluso ahora mismo necesita un poco más de color. Es extraño, sin color en la piel puedo apostar que tiene tantas o más pecas que Hipo.
-Una parte de mi cree que con Hipo...- interrumpió mis pensamientos Brutilda -pero otra parte cree que sueña con matar a Patán- yo sonreí de lado
-Conociéndola... me inclino a la idea de matar a Patán- bromeé con ella colocando la última venda –Ya pueden pasar- les dije a los chicos que esperaban afuera, vaya que Hipo es insistente en quedarse cada segundo, pero si vamos a estar aquí por un tiempo, al menos podríamos respetar una de las reglas más sagradas de la aldea, pudor y abstinencia antes del matrimonio, para todos los clanes era un asunto importante, Patapez y yo lo hemos cumplido al pie de la letra, y si bien tengo mis sospechas que este par de rebeldes por supuesto que no la han cumplido, al menos en Berk, por ahora, fingiremos que sí.
-¿Nada aún?- preguntó Patán.
-Nada...- contestó Brutilda
Brutacio se sentó en una pequeña silla mientras cruzaba las piernas y ponía las manos en sus mejillas –extraño a Astrid- confesó
-Lo sé hermano... no es divertido hacer cosas sin las posibilidades de que nos regañe—decía Tilda imitando su postura pero en el suelo
-O nos golpee- murmuró modo nostálgico Patán
-Pronto despertará- respondió calmo Hipo, tomando su lugar en la silla más cercana de Astrid, inclinándose un poco para acariciar su frente.
-¿Y si no lo hace?- preguntó Patapez
-Lo hará- murmuró sin dejar de verla. Todos asentimos fingiendo creer en esa promesa, incluso Hipo se aferraba a pensar en ello, pero conforme los días pasaban, su corazón latía más lento y nuestras esperanzas reducían.
-Hijo- nos interrumpió una voz grave y una silueta enorme
-Dime- respondió con un tono seco y sin mirarlo, sobre ellos, no se han hecho amigos, mucho menos padre e hijo, pero poco a poco han definido una relación cordial.
-Te necesito afuera- le solicitó
-Lo que necesites dímelo aquí... con ellos no tengo secretos-
-Es más bien lo que quiero mostrarte- le insistió invitándolo a salir. Hipo respiro profundo y negó con la cabeza
-Tranquilo, la cuidamos por ti- le dije tratando de convencerlo. Volvió a respirar, beso la frente de Astrid y salió.
-Todo es diferente, incluso Hipo es diferente- suspiró abatido Patán
-Él es líder Patán, pero Astrid siempre ha sido el alma del equipo, y ninguno funciona sin la otra parte- dijo, para sorpresa de todos Brutilda
